Este 2016 se cumplen tres décadas desde que España entró a formar parte de la Unión Europea.
Han cambiado muchas cosas, pero ¿cómo hemos cambiado en los últimos 30 años respecto al empleo y al mercado de trabajo? Tal vez te has reinventado profesionalmente, te has convertido en emprendedor o estás buscando empleo o nuevas oportunidades profesionales. O quizás eres uno de esos directivos que son referentes en nuestro país ;) ¿Cuál es tu caso?
Cómo hemos cambiado… Para intentar responder a esta inquietante cuestión, he elaborado este artículo con la información y colaboración inestimable de Jesús Martínez (@jesmarlo), compañero y amigo especialista en gestión de contenidos y análisis de datos en endatasevilla.com.

Cómo hemos cambiado. Estudiando Psicología en Granada (Foto en El paseo de los tristes, 1989)
Los 10 cambios del mercado de trabajo en los 30 años de España en la UE
Tengo una mala noticia que darte pero también otras nueve (casi) buenas que la van a compensar. Pero voy a empezar por la mala ;)
1. Sufrimos la misma tasa de paro que hace 30 años. ¡Snif!
Casi siempre que hablamos de mercado de trabajo, la tasa de paro es, quizás, el concepto más mencionado. A fecha de redacción de este artículo aún no se han publicado los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) referidos al 1º trimestre de 2016 así que nos quedaremos con la última información disponible: el año 2015 finalizó con una tasa de paro del 20,9%.
¿Qué pasaba hace 30 años? España entraba oficialmente en la entonces denominada Comunidad Económica Europea (hoy, Unión Europea), un primero de enero de 1986, y nuestro país había terminado 1985 con una tasa de paro del 21,48%.
Vale, la tasa de paro es similar a pesar del tiempo transcurrido pero el dato hay que ponerlo en el contexto de las oscilaciones sufridas por las economías patria y global que han incidido en distinto sentido sobre el mercado laboral de España. Periodos expansivos y recesiones de diverso calado han ido alternándose a lo largo de estos años con mayor o menor extensión temporal.
El protagonismo socioeconómico en España en los últimos años viene de la mano de la profunda crisis (de ámbito internacional) que se originó en 2008 y de la que, realmente, aún no parece que hayamos salido. La virulencia de esta crisis tiene un claro indicador, ya sabéis, la tasa de paro, que alcanzó el 26,94% en el 1º trimestre de 2013. Casi ná.
Hablemos un poco de ese 26,94%. Sólo un año antes del inicio de la crisis, en 2007, esa tasa estaba en torno al 8%. En solo 6 años, la tasa de paro se triplicó y hoy, 8 años después de haberse iniciado la crisis, la tasa de paro se mantiene por encima del 20%.
Por tanto, parece cierto que no hemos cambiado nada en 30 años, al menos si comparamos las dos fotografías de la tasa de paro, una de finales de 1985 y otra de finales de 2015.
Sin embargo, no hay que obviar que en medio de esas dos fotos han pasado “cosas”. Mira este gráfico con la evolución que ha descrito la tasa de paro en España en los 30 últimos años. Los datos proceden de Eurostat, la oficina de estadística europea, datos que empiezan a contar a partir de 1987 en lugar de 1986, fecha de entrada de España en la CEE, ó 1985, justo antes de esa entrada. ¿Cómo se te queda el cuerpo sociolaboral al ver la trayectoria de nuestra tasa de paro desde que “estamos en Europa”?
Puedes observar que la tasa de paro, como indicamos en un párrafo más arriba, llegó a rondar el 8% en el año 2007 (de hecho, en algún trimestre de ese año se situó incluso por debajo del 8%); sin embargo, la crisis (la destrucción de empleo que generó) provocó un alza intensísima en poco tiempo: pasando del 8% a (casi) el 27% en 6 años.
2. España se acercaba a la tasa de paro media de la UE hasta que llegó la crisis
Añadamos un elemento comparativo que nos permita evaluar con más objetividad la evolución de la tasa de paro española: ¿ha afectado la crisis, desde el punto de vista de la evolución de la tasa de paro, de la misma forma a nuestros vecinos o socios europeos?
Para intentar, de una manera simplificada, dar respuesta a esta cuestión incorporo al gráfico anterior la trayectoria seguida por la tasa de paro media de los países de la Unión Europea. Eurostat publica los datos de tasa de paro de la Unión Europea como la conocemos en la actualidad, esto es, conformada por 28 países, sólo desde el año 2000. De ahí que aparezca así en el gráfico.
España tendía a una clara convergencia con la tasa de paro media de la UE hasta que llegó la crisis, y entonces nuestra tasa experimentó un alza muy superior a la media de la UE.
En el periodo 2005-2006 (antes de la crisis) la diferencia de la tasa de paro nacional y la media de la UE era prácticamente inexistente.
1) Es en 2008 (primer año de crisis) cuando ambas tasas comienzan a con más intensidad a diverger (entonces, la tasa de paro en España era aún del 11,3% y la de la UE28 del 7%)
2) En los años de crisis, la tasa española y europea han llegado a distanciarse en más de 15 puntos (en concreto, en 2013 la tasa de paro en España alcanzó el 26,1%, cuando la de la UE28 se situaba en el 10,9%)
3) La tasa de paro media de la UE28 no pasó del 11% en el periodo más intenso de la crisis, es decir, lo máximo que se elevó respecto al periodo precrisis fueron 3,9 puntos
4) En cambio, la tasa de paro española aumentó casi 18 puntos entre el ratio máximo alcanzado en la crisis (26,1%) y su valor de 2007 (previo a la crisis). En estos momentos, España es el país de la UE (tras Grecia) con la tasa de paro más elevada (22,1%): más que duplicando la tasa media de la UE (9,4%).
Alguna singularidad tiene nuestro mercado de trabajo para generar estas tasas de paro tan elevadas, pero ya hablaremos de singularidades patrias en otro artículo. O no.
El caso es que algunos dirán que no somos los únicos, que en Grecia también tienen una insoportable tasa de paro. Y es cierto, pero la depresión económica vivida por Grecia en estos últimos años ha sido de una intensidad muy superior a la sufrida en España: el PIB griego, por ejemplo, ha llegado a registrar una caída acumulada superior al 27% mientras que en España, en el peor momento de la crisis, el PIB acumuló una contracción del 8% respecto al nivel previo a la crisis.
3. El mercado de trabajo ha cambiado en 30 años, ¡y mucho!
La sensación es que el mercado de trabajo en España ha vuelto a la casilla de salida, pero solo analizando la mardita tasa de paro. Venga, vamos a mirar desde otros ángulos para buscar diferencias significativas entre la situación de hace 30 años y la actual.
La población en edad de trabajar (16 y más años) se ha incrementado un 34%, aumentando en casi 10 millones de personas: de 28,7 millones ha pasado a 38,5.
La población activa, es decir, la que teniendo edad para trabajar forma parte del mercado de trabajo, ya sea por estar ocupada, o por estar buscando empleo de manera activa, ha crecido en torno al 62,5% en este periodo. La incorporación neta de activos en estos 30 años ha superado los 8,7 millones de personas.
Hay en España 7 millones de personas ocupadas más en la actualidad que hace 30 años. La población ocupada ha pasado de 11 millones a 18 millones, describiendo un incremento en este periodo cercano al 67%. También hay más parados, sí, en torno a 1,76 millones más: de 3 millones se ha pasado a 4,78.
4. Los españoles somos más activos y estamos más empleados que hace 30 años
Si la tasa de paro apenas ha cambiado en los últimos 30 años no podemos decir lo mismo de la tasa de actividad y la tasa de empleo.
La tasa de actividad nos devuelve el ratio de personas en edad de trabajar (16 ó más años) que están realmente vinculadas al mercado laboral, ya sea porque tienen un empleo o porque lo están buscando activamente, respecto a la población total en edad de trabajar.
La población potencialmente activa (conformada por las personas de 16 y más años) estaría constituida por dos grupos:
1) Personas activas, que a su vez sería el acumulado de otros dos colectivos: personas ocupadas (tienen empleo) y personas paradas (buscan empleo)
2) Personas inactivas, aquellas que aún teniendo edad para trabajar no buscan empleo de forma activa: jubilados, estudiantes, incapacitados permanentes, personas dedicadas a labores domésticas.
Pues bien, si hacemos con la tasa de actividad el mismo ejercicio de comparativa estática que hemos realizado con la de paro, observamos que la tasa de actividad actual es más de 10 puntos superior a la que se registraba hace 30 años: del 49,02% ha pasado al 59,43%.
La tasa de empleo es el cociente entre la población ocupada y la población en edad de trabajar, es decir, el ratio nos devuelve el porcentaje de personas que tienen un empleo por cada 100 personas en edad de trabajar.
Hace 30 años, la tasa de empleo en España era del 38,49%. 30 años después, a pesar de la crisis, la tasa de empleo se sitúa 8,5 puntos por encima de la de hace 3 décadas, alcanzado el 47%.
Dicho de otra forma: hace 30 años, tenían empleo sólo 38 de cada 100 personas en edad de trabajar, hoy están ocupadas 47 de cada 100.
Que sí, que la tasa de paro no ha cambiado pero hemos mejorado mucho. En España somos muchos más activos y estamos más empleados que hace 30 años. Vale ya de quejarse, ¿no? ;)
5. Las mujeres (casi) conquistan el mercado de trabajo
Hay un elemento claramente diferenciador cuando analizamos la evolución del mercado de trabajo en nuestro país en los últimos 30 años: la incorporación de la mujer. Los datos son abrumadores.
Como te contaba, la población activa española ha crecido en más de 8,7 millones de personas en estos últimos 30 años. El 72% de esos nuevos activos, en torno a 6,3 millones de personas, han sido mujeres.
La tasa de actividad femenina casi se ha duplicado en este periodo. Partía de un ratio muy bajo (28,96%) que ahora está en el 53,8%. Queda mucho que recorrer hasta alcanzar la tasa de actividad masculina, en torno al 65%, pero la convergencia es notable porque hace 30 años, esa tasa era 41,5 puntos superior (70,44%) y ahora apenas es de 11,6 puntos (65,4% vs 53,8%).
También las mujeres han aglutinado el 71,5% de los nuevos empleos netos generados en estos 30 últimos años. En términos absolutos supone que de los 7 millones de puestos de trabajo netos que se han agregado en este periodo, 5 millones han sido para ellas.
La población ocupada femenina se ha multiplicado por 2,5 en este periodo, pasando de casi 3,2 millones a algo más de 8,2 millones de trabajadoras.
Hace 30 años, únicamente estaban ocupadas unas 22 mujeres de cada 100 que tenían edad para trabajar, había mucho margen de mejora. En contraste, aunque el ratio es todavía bajo, tienen empleo 42 de cada 100 mujeres en edad de trabajar.
El protagonismo de las mujeres, con su masiva incorporación, ha sido una de las señas más significativas de la evolución del mercado laboral español en estas tres últimas décadas.
6. Los jóvenes sufren el mismo desempleo, pero lo sufren menos jóvenes
Fotografiemos ahora a los jóvenes. 1985 terminaba con una tasa de paro juvenil del 47,96% mientras que 2015 ha finalizado con el 46,25%. 30 años después parecemos seguir sufriendo la incapacidad de generar empleo para los jóvenes.
Pero pongamos este dato en perspectiva. Hace 30 años, los jóvenes menores de 25 años representaban en torno al 21% de la población activa total de España. Hoy los menores de 25 años sólo suponen el 6,5% de todas las personas que componen la población activa de nuestro país.
En 1985 había 1,5 millones de jóvenes con un empleo, cifra que equivalía a casi el 14% de la población ocupada de entonces. En 2015 los jóvenes ocupados no llegan a 800.000, sólo son el 4,4% de todas las personas con empleo en España en la actualidad.
A finales de 1985, el 46% de los parados españoles eran jóvenes (1,4 millones de personas), un dato demoledor. La EPA actual (4º trimestre de 2015) cifra en 687.600 los parados menores de 25 años en España, SOLO EL 14% del total de parados.
Un último dato: hace 30 años, 1 de cada 5 personas en edad de trabajar en nuestro país tenía una edad comprendida entre los 16 y los 24 años. Hoy sólo 1 de cada 10, lo que muestra el envejecimiento del mercado laboral.
Los jóvenes de ahora y de hace 30 años sufrían tasas de paro similares. Pero en el pasado el paro era un problema especialmente de los jóvenes, mientras que ahora es un problema de todos, que afecta a cualquier grupo de edad, una consecuencia brutal de la crisis de 2008.
7. Erasmus, la mejor herramienta de empleabilidad para los jóvenes españoles
El famoso programa Erasmus comenzó a desarrollarse en 1987, casi a la par de la entrada de España en la UE, teniendo un importante apoyo del Gobierno español para su desarrollo y consolidación.
Como sabes, este programa permite al estudiante universitario la realización de un período de estudios en una institución de educación superior de otro país europeo.
El programa Erasmus ha tenido un gran impacto sobre la empleabilidad de los jóvenes participantes, como revela el informe “The Erasmus Impact Study Regional Analysis” publicado a comienzos de 2016 por la Comisión Europea. Fíjate que pedazo de datos:
1) La tasa de paro de ex alumnos Erasmus es significativamente más baja tras graduarse y también 5 ó 10 años después.
41% de los alumnos españoles que hicieron prácticas en el extranjero con el programa Erasmus recibieron una oferta de trabajo.
2) Los Erasmus tienen más probabilidad de volver al extranjero por una oferta de trabajo.
Tienen también más probabilidad de trabajar en una empresa cuyo idioma oficial es diferente a su lengua materna.
3) Los Erasmus, transcurridos entre 5 y 10 años desde su graduación, ocupan puestos de dirección en mayor porcentaje. La movilidad internacional es muy valorada por los empleadores cara a otorgar más responsabilidad en un puesto de trabajo.
4) 9% de los universitarios participantes de Erasmus han desarrollado su carrera profesional por cuenta propia. El emprendimiento de los Erasmus del sur de Europa es superior al que registran los “erasmus” de otras regiones de la UE.
Estas son algunas de las razones por las que los estudiantes universitarios en España valoran muy positivamente la empleabilidad que puede ofrecerles el programa Erasmus.
8. Sin el sector servicios no somos nadie
Desde el punto de vista de la ocupación, los sectores de actividad económica en España han tenido un comportamiento desigual. El gran protagonista, en positivo, ha sido el sector servicios que ha incrementado notablemente su número de ocupados y su peso relativo respecto al resto de sectores.
En este punto hemos de aclarar que los datos no son del todo homogéneos porque aunque la fuente es la misma (la EPA, Encuesta de Población Activa), ésta ha sufrido cambios metodológicos a lo largo de estos 30 años que pueden afectar en algún grado a la inclusión de determinados colectivos en un grupo, sector económico o categoría profesional. Pero creo que la comparativa retrospectiva sigue siendo suficientemente válida.
Hace 30 años, Servicios era el sector que más ocupados aglutinaba (5,6 millones de personas); en concreto, más de mitad de las personas que tenían un empleo a final de 1985 lo desarrollaban en una actividad vinculada al sector Servicios. 30 años después, el empleo en España es aún más dependiente del sector Servicios que entonces. Ahora trabajan en el 3º sector casi 13,8 millones de personas, lo que equivale a decir que 2 de cada 3 ocupados en España realizan su desempeño laboral en actividades enmarcadas dentro de dicho sector.
Aunque puede sorprender, sobre todo tras el durísimo ajuste de empleo que registró el sector tras el pinchazo inmobiliario y la crisis económica, Construcción ha sido el único sector de actividad, junto con el ya referido Servicios, que ha ganado ocupados comparando los datos de final de 1985 con los de final de 2015, cuenta ahora con algo más de 1 millón de ocupados (hace 30 años eran casi 840.000).
Construcción era en 1985 el sector que menos ocupados aportaba al conjunto del empleo nacional (en torno al 7,6% de la población ocupada española desarrolla su actividad laboral en dicho sector). Hoy, Construcción a pesar de aportar, relativamente, menos ocupados que entonces (el millón de personas que trabajan en el sector supone menos del 6% de los más de 18 millones de ocupados que tiene en este momento España) supera, por ocupados, a Agricultura.
Precisamente, el sector Agrícola es una buena muestra, también, de que la actividad económica en España ha cambiado en estas 3 últimas décadas. Así, a finales de 1985 (recordemos justo antes de la entrada en la CEE de entonces) Agricultura daba empleo a casi 1,9 millones de personas en España: el 17% de los ocupados de entonces se concentraban en dicho sector.
¿Cuántos ocupados tiene ahora el sector?
En número absolutos cuenta con 1,1 millón menos de ocupados que entonces. En concreto, a finales de 2015 la población ocupada en agricultura no llegaba a las 780.000 personas. El sector que hace 30 años aportaba el 17% de los ocupados españoles apenas aglutina en la actualidad al 4% del total.
El adelgazamiento del empleo en el sector Agrícola, tanto desde un punto de vista absoluto como relativo, es, por tanto, otro elemento diferenciador de la transformación del mercado laboral antes de la entrada de España en la UE y después.
En la comparativa del empleo desde la perspectiva sectorial, dejamos para el final el sector económico al que se apela constantemente como imprescindible para tener una actividad económica con valor añadido y más proclive a la estabilidad de los empleos: el sector Industrial.
A final de 1985, el empleo de casi 2,7 millones de personas dependían directamente del sector Industrial en nuestro país. La Industria aportaba en ese momento, prácticamente, 1 de cada 4 ocupados (en concreto, el 24,34% de la población ocupada).
Transcurridos 30 años, el número de trabajadores en el sector Industrial es más pequeño (roza los 2,5 millones) siendo su aportación relativa al conjunto de la población ocupada del país muy inferior a la de entonces: si, como hemos señalado, en 1985 la industria concentraba 1 de cada 4 ocupados en España, ahora aglutina 1 de cada 7.
España ha convertido a Servicios en el abrumador motor del empleo en este periodo.
9. Si un emprendedor es un autónomo con glamour, ahora tenemos menos glamour
No sé si en 1985 se utilizaba la palabra emprendedor con la misma frecuencia que se hace ahora. Justo antes de que España entrara en la UE el número de trabajadores por cuenta propia que se contabilizaban en nuestro país rondaba los 3,3 millones de personas. Los autónomos o emprendedores suponían casi el 30% de toda la población ocupada en ese momento en el país.
Transcurridos 30 años, a finales de 2015 hay menos trabajadores por cuenta propia que entonces, unos 3,1 millones de autónomos, que además solo supone el 17% de la población ocupada española.
10. Hay más empleados públicos pero pesan lo mismo
En estos últimos 30 años el número de asalariados del sector público ha aumentado de 1,9 millones a 3 millones, un incremento del 53%.
Sin embargo, el peso relativo que representa el empleo público en el total de la población ocupada en la actualidad (16,6% del total) es prácticamente al que se registraba hace 30 años en que los asalariados del sector público representaban el 17,7% de esa población ocupada.
El gran dinamizador del empleo en este periodo ha sido el sector privado: ha concentrado el 88% del nuevo empleo neto generado entre finales de 1985 y finales de 2015. Los asalariados del sector privado han crecido un 108%, pasando de 5,7 millones a casi 12 millones de trabajadores. Es decir, la Administración Pública ha incorporado a 1 millón de ocupados en este periodo, y el sector privado a 6,2 millones.
Los asalariados del sector privado han pasado de suponer en torno a 1 de cada 2 ocupados en España antes de la entrada de España en la UE, a representar 2 de cada 3 personas ocupadas.
¿Te ha parecido largo el artículo? No te preocupes, te lo resumo en 8 ideas.
Lo que hemos cambiado en 30 años
1. La tasa de paro en España sigue por encima del 20%
Este titular podría ser válido en dos momentos históricos separados por 30 años de diferencia. Lo podríamos leer en un periódico de 1986 y lo podemos leer en un periódico de 2016.
2. El paro juvenil es un enorme problema pero no es tan grande como hace 30 años.
Casi la mitad de todos los parados eran jóvenes pero ahora “solo” suponen el 17% del total de personas desempleadas.
3. El mercado de trabajo español ha envejecido.
La aportación de los jóvenes a la población activa se ha reducido de manera contundente en estos 30 años.
4. Las mujeres han transformado el mercado de trabajo.
La incorporación de la mujer al mercado laboral se cifra en 6 millones de nuevas trabajadoras que han ocupado 5 de los 7 millones de nuevos empleos netos generados entre 1985 y 2015.
5. El sector Servicios es el motor del empleo.
Antes concentraba 1 de cada 2 empleos, ahora aglutina 2 de cada 3. Han perdido peso relativo respecto al empleo en este período, fundamentalmente, Agricultura pero también Industria.
6. El peso relativo del empleo público se mantiene igual.
Ha sido el sector privado el que ha generado la mayor parte del aumento de la población ocupada que se ha registrado en estos últimos 30 años: es responsable de 88 de cada 100 nuevos empleos netos creados.
7. El peso de los autónomos se ha reducido.
El “emprendimiento” autónomo tenía más presencia hace 30 años. En 1985, el 30% de las personas que tenían un empleo en España eran trabajadores por cuenta propia. Hoy, ese porcentaje se sitúa en torno al 17%.
8. Los españoles y, sobre todo, las españolas somos más activos y estamos más ocupados.
Hace 30 años teníamos la misma tasa de paro, pero hoy la tasa de actividad es 10 puntos mayor. También hay un mayor porcentaje de personas ocupadas: la tasa de empleo en la actualidad supera en 8,5 puntos la de hace 3 décadas.
A pesar de todo, parece que estamos en un mejor escenario que el que teníamos hace 30 años.
Lo que es seguro es que hemos cambiado.
Si quieres comprobarlo, date una vuelta por Comohemoscambiado.eu, una iniciativa de las Instituciones Europeas en España (@uemadrid y @PE_Espana) para celebrar que los españoles somos más felices en Europa ;) Yo eso lo tengo claro.
gracias por compartir con nosotros esta entrada ,todo un lujo
Hace treinta años no se hablaba de desahucios, nadie iba bien vestido a la asistencia social y la tasa de paro no era tan alta, porque había muchos trabajando en negro.
Estas cifras del paro en España me han sorprendido, siempre pensé que era un mal reciente. O sea que los cambios del mercado español no son tanto cambios, sino que ya estuvieron como se ve en las cifras del 1985 en comparación al del 2015, promedio 20% casi lo mismo o lo mismo.
Para entender la economía y sobre todo la influencia de los análisis en Forex, tenemos que tener en cuenta estos y mas aspectos.
Pues claro que si, hace 30 años , mejor que ahora, menos paro, podias salir a la calle sin problemas, economia más o menos normal, y ahora para a bajo y sin paracaidas.
Que importante es la reflexión Alfonso!
Solemos mirar al pasado proximísimo para juzgar la situación de nuestro país, sin darnos cuenta de la ciclicidad de la economía. Tu haces el ejercicio adecuado de mostrarnos la comparación de como estamos ahora y como estábamos hace 30 años (dos momentos comparables), en vez de hacer el fútil esfuerzo de compararnos con como estábamos en 2007 justo antes del estallido de una burbuja.
En Europa, y yo creo que en la mayoría del mundo, la gente es más feliz que hace 30 años, yo, como tú, tengo esto claro.
Estupenda contribución que queda twiteada!
es curioso,siempre coinciden las bajadas de paro con gobiernos del pp mientras que el psoe solo es capaz de mantenerlas como del 2004 al2007 y de hacerlas subir .
No estoy de acuerdo que en España seamos ahora más felices que hace 30 años. ¿Cuánto ha aumentado el consumo de antidepresivos y ansiolíticos en los últimos años?, ¿Cuanto han aumentado los suicidios en este país? Esta crisis económica tan severa que llevamos sufriendo ya demasiado años y que no es una maldición bíblica, sino fruto de los desmanes e irresponsable gestión económica de los gobernantes que hemos tenido es la responsable del alarmante dato.
Hace 30 años con un sueldo normal podían vivir una familia de cuatro personas sin lujos pero sin pasar penurias y sin el temor de quedarse sin trabajo y no volver a trabajar en mucho tiempo. Una famila de agricultores con no demasiadas tierras podían sobrevivir vendiendo sus cosechas. Hoy las regiones más ricas e industriales como Barcelona, Madrid, Vizcaya o Valencia ya no aceptan más trabajadores con lo que ya no es posible emigrar internamente en búsqueda de futuro. Emigrar al extranjero en búsqueda de futuro para huir de la precariedad actual española es una misión casi imposible con más garantias de volver con las manos vacias que de poder establecerse en otro país.
Ahora mismo vivimos en la España dividida de los privilegiados, aquellos que están bien situados y tienen un trabajo seguro y la otra parte de los desgraciados de la que ya perdieron su trabajo y sobreviven como pueden con mucha angustia y tambien los que trabajan en precario que aunque puedan llenar el estomago todos los meses con productos de marca blanca y vestirse con ropa low-cost tambien sienten angustia ante el temor de perder sus empleos y la imposibilidad de ahorrar y prosperar.
¿Seguro que ahora somos más felices que hace 30 años?….yo no lo veo la verdad
La pregunta no es si somos más “felices” que hace 30 años, si no si seríamos más felices fuera de la Unión Europea. No lo creo en absoluto ;)
http://www.publico.es/sociedad/mas-millones-espanoles-viven-menos.html
Me temo que si
Gracias por la información y por el estilo de comunicación. Yo también percibo un cambio que no se si corroboran las estadísticas. La de los trabajadores/as pobres. Es decir, gente que aún trabajando (trabajos precarios, temporales, mal pagados, etc) no llegan a unos mínimos de autonomía económica (ya de lujos ni hablamos).
Hace treinta años (y menos) las personas y familias que necesitaban ayuda de los servicios sociales o cáritas estaban inexorablemente unidos al desempleo (y en algunos caso a otros motivos extralaborales), pero ahora haay cada vez más caso de personas que aún estando trabajando no llegan a fin de mes.
Miguel Ángel, el precio de la globalización: más riqueza pero cada vez peor distribuida.