En este primer capítulo de las 7 claves para desarrollar tu talento y tu empleabilidad (no te pierdas el segundo capítulo) destaco que los profesionales que obtienen más logros y están más satisfechos con su carrera son aquellos que se especializan y focalizan en desarrollar sus competencias. Mi consejo es claro: no aprendas profesiones, aprende a ser profesional.
Tu objetivo como empleado, como profesional freelance o como autónomo, no solo es mantener tu empleo o tus clientes actuales sino también desarrollar su talento para incrementar tu empleabilidad, la posibilidad de obtener nuevas oportunidades y más satisfacción, estabilidad o ingresos.
Jacques Delors, histórico ex Presidente de la Comisión Europea, dijo en 1996 que el 80% de las profesiones que existirían en 10 años serían nuevas. En 2015 tal vez no podemos asegurar las que existirán dentro de un par de años, ¿verdad?
Ya no se puede vivir sin aprender toda la vida. Si vas a hacer un master o un posgrado elige aquellos programas formativos que te convierten en un profesional polivalente porque se centran en el desarrollo de competencias.
Sea cual sea tu estrategia para elegir estudios, sea grado, máster o posgrado, mi recomendación es que tengas en cuenta estas claves para desarrollar tu talento y tu empleabilidad.
Las titulaciones acreditan. Las experiencias y los cursos enfocan. Los posgrados y másteres especializan. Los empleos confirman.
Siete claves para desarrollar tu talento y tu empleabilidad
1. Competencias profesionales
No busques solo obtener títulos, piensa sobre todo en desarrollar habilidades
“Conocimiento es saber que el tomate es una fruta y sabiduría es no ponerlo en una ensalada de frutas”.
No sólo se trata de adquirir conocimientos, se trata de aplicar competencias. Los hermanos Wright, pioneros de la aviación a principios del siglo XX, no fueron los primeros que consiguieron volar, fueron los primeros que lograron aterrizar. ;) Podríamos decir que la sabiduría inútil sólo se diferencia de la tontería en que da mucho más trabajo.

La titulación de Mafalda
Primero decide tus metas, luego desarrolla tus habilidades. Cuando ya tienes uno o varios objetivos profesionales en mente, luego debes tratar de pensar en habilidades: qué debo hacer en ese ámbito profesional y qué debo aprender para hacerlo. Y al contrario, cuando ya se poseen determinadas competencias o intereses específicos, se puede pensar en definir objetivos relacionados.
Los grandes profesionales son grandes terminadores. En una jornada le pregunté a la directora de @INGDIRECTes, @AlmudenaRomanD, sobre las características que más valoraban en los candidatos que querían formar parte de la compañía. Respondió “valoramos a los profesionales con capacidad de terminar las cosas que empiezan.”
También contaba un empresario de hostelería “yo no contrato camareros, contrato gente que sonría y luego les enseño a hacer las mesas”.
Se elige a los profesionales por lo que saben hacer pero también por cómo lo hacen.
Para Enrique Dans @edans, profesor del Instituto de Empresa (IE), las personas exitosas tienen este perfil: 25% conocimientos y habilidades, 25% personalidad y 50% capacidad de relación y networking. ¿Tú como te ves?
La iniciativa es más importante que el conocimiento, no se trata de saber sino de saber qué hacer para saber. Aplícate la norma “no sé más que tú, sólo me leí las instrucciones”.
No apliques adjetivos, céntrate en comportamientos. Las valoraciones que etiquetan a los profesionales no les ayudan a conocer su talento ni a planificar su desarrollo. Si quieres progresar y encontrar tu espacio profesional céntrate en conductas y habilidades concretas y deja de describirte y de describir a otros. Mientras que los adjetivos solo juzgan, las habilidades guían.
El general alemán Kurt von Hammerstein-Equord clasificó en los años treinta a sus subordinados en cuatro grupos: inteligentes, trabajadores, estúpidos y perezosos. Así, el Mando sería para los inteligentes y trabajadores y los trabajos rutinarios debían asignarse a los estúpidos y vagos, que son la mayoría en los ejércitos. Por otro lado, los inteligentes y vagos tenían que ocuparse del liderazgo mientras que a los militares estúpidos y trabajadores no se les debía confiar responsabilidad alguna para que no causaran problemas.
Recibí esta consulta en un mensaje vía Linkedin:
He realizado un test PAPI (Personality and Preference Inventory) y me da que tengo que mejorar la sociabilidad ya que la cordiabilidad es 2 sobre 9 pero la contención emocional es 7 sobre 9, necesidad de pertenecer a grupos 4, necesidad de imponerse a los demas 3. Me dicen que debo mejorar , pero no sé cómo. ¿Mediante coaching se pueden mejorar estos resultados?
¿No os parece que con tanta terminología etiquetadora y tanta herramienta que no sabemos bien qué mide, acaban y acabamos confudiéndonos? No te líes con conceptos abstractos y etiquetas que cada “experto” define como le parece y utiliza para intentar ponerse en valor y diferenciarse.
Mejor observar los comportamientos de otros profesionales que te parecen cualificados para incorporarlos a tu “personalidad”.
Si aprecias a los compañeros que sonríen, que preguntan con frecuencia en qué pueden ayudarte y saben pedirte apoyo de forma amable, si quieres mejorar, ¡imítalos! y déjate de tests.
Busca mejorar tus comportamientos y déjate de elucubrar sobre “inteligencias emocionales”.
No seas solo “tú mismo”, sé tú mismo añadiendo lo mejor de las personas de las que aprendes
2. Autoconocimiento profesional
Comprueba cuál es tu talento actual y cuál quieres que sea
No puedes decidir tus motivaciones e intereses profesionales en abstracto, conocerse requiere de experiencias.
No estudies para lo que no tienes talento porque un pedazo de madera en el agua durante años no se transforma en pez. Esta polémica reflexión de @ alejodorowsky también puede verse desde el punto de vista del empleador o del mercado de trabajo: puedes enseñar un pavo a trepar pero es mejor contratar a una ardilla.
Este consejo lo recibió el personaje interpretado por Tom Cruise en la película Top Gun (1986) que se dobló como tu ambición es mayor que tu talento:
Son, your ego is writing checks your body can’t cash. (Hijo, tu ego firma cheques que tu cuerpo no puede pagar).
A veces pecamos de temerosos para abordar posibles proyectos, pero otras vamos un poco pasados de vueltas. Además, como menciona @antonello, hay que intentar trabajar en lo que aportas valor, no solo en lo que te gusta.
La vocación no solo se espera, la vocación también puede construirse.
Suelo invocar esta idea contra este determinismo profesional de la imagen pavo-pedazo-de-madera, pero es cierto que debemos darnos un margen para decidir cuánto debemos insistir en desarrollar competencias que “se nos dan mal” o con las que nos resultará muy difícil competir, en lo que a empleabilidad se refiere.
Por supuesto, es legítimo plantearse retos profesionales difíciles pero también parece que demasiadas personas se engañan intentando mostrar y desarrollar cualidades que no tienen o que requerirían mucha inversión en tiempo, esfuerzo y recursos.
Es verdad que muchas cosas se consiguen con paciencia e inversión, pero tenemos que valorar si existen alternativas profesionales con una mejor relación satisfacción-esfuerzo.
No salgas de tu zona de confort, hazla más grande.
Una estrategia para llegar lejos consiste en apoyarse en posiciones ya asentadas. Una actitud constante de superación permite vivir de forma activa y comprometida, pero plantearse retos muy difíciles puede generar un estilo de vida frustrante.
Puede ser razonable marcar planes iniciales desde el conocimiento de lo que nos gusta y de lo que se nos da bien hacer ahora y seguir desde ahí. Se puede llegar más lejos continuando con el camino que ya estamos recorriendo con cierta satisfacción que persiguiendo metas idealizadas que supuestamente deberíamos alcanzar.
3. Especialización y polivalencia
Especialízate y sé difícil de reemplazar
Muchas vocaciones surgen con la especialización: cuanto más sabes de algo más te gusta. Esperar la vocación puede ser baldío.
Polivalencia es la capacidad para especializarse pronto.
Ser polivalente no es lo contrario de estar especializado, la polivalencia es un facilitador de la adaptación y la especialización profesionales. Dice el emprendedor @marcvidal, refiriéndose a tomar iniciativa, que lo esencial no es el avión, lo esencial es volar.
Las competencias específicas valen para algunas profesiones, las competencias básicas valen para todas.
Las habilidades transversales nos permiten aprender nuevas profesiones con más facilidad y conectar unos sectores con otros. La especialización garantiza la prestación de servicios o elaboración de productos específicos.

IDIOMAS, LA COMPETENCIA MÁS POLIVALENTE PARA EL APRENDIZAJE Y EL NETWORKING
Las competencias transversales tienen valor en muchos ámbitos profesionales, mientras que las competencias especializadas se focalizan sobre profesiones y sectores concretos. Las competencias transversales nos hacen polivalentes, como el manejo de idiomas, las matemáticas y la estadística, la ofimática avanzada (también en la nube), la productividad personal, la colaboración 2.0 y el trabajo en equipo, el networking, la mecanografía (sí, ¡la mecanografía!) o incluso la programación informática.
Hazte fuerte en un grupo de competencias, en un tema, sector, aplicación o herramienta.
Las matemáticas y la estadística como competencias para el empleo. ¿Para qué sirve un matemático?
Los titulados en matemáticas y estadística son profesionales polivalentes que no sufren el paro en España: su tasa de desempleo es de las más bajas, en torno al 6% según el INE 2014. Trabajan en el ámbito de la docencia (38,3%) pero también en el de la banca y las finanzas (16,4%), administración pública, informática, consultoría o ciencia y tecnología, según datos de la Real Sociedad Española de Matemáticas (RSME).
Grandes empresas como Zara, Mercadona o Eroski los emplean para optimizar la logística de los pedidos a domicilio mediante estudios de tránsito y para minimizar los costes.
En Barcelona, un equipo de matemáticos diseña los horarios de la red de autobuses y en el sector bancario desarrollan modelos de predicción de riesgos.
En síntesis, las matemáticas aportan el tratamiento de datos y la modelización y creación de estructuras de modelos numéricos que permiten hacer simulaciones previas para la puesta en marcha de los grandes y pequeños proyectos y servicios ciudadanos y empresariales.
Gema Muñoz, especialista en analítica web, me comentaba que esta “nueva profesión” requiere competencias de tres ámbitos: matemáticas, tecnología y visión de negocio:
Un analista web debe interpretar datos (matemáticas) y conocer la tecnología necesaria relacionada para almacenar e interpretar esos datos. Ha de tener la mente estructurada de un técnico.
No solo se trata de ser buen profesional, también de parecerlo y comunicarlo. El déficit de los recién titulados en aptitudes comunicativas queda latente en el estudio del Observatorio de Innovación en el Empleo de Adecco, en el que 19 multinacionales como BMW o Coca-Cola dan fe de las pocas habilidades de los jóvenes a la hora de comunicar y negociar.
La Guía de marca personal y reputación digital ofrece consejos para ser y para parecer en el mundo profesional.
4. Currículo formal y acreditaciones profesionales
Haz cursos para mejorar tu carrera, no hagas de tu carrera una lista de cursos.
—Aunque tengo tres carreras, nunca he encontrado trabajo.
—Conseguir tu segundo grado y tampoco mejorar tu situación, ¿no te dio pistas?
Acumular títulos no siempre es sinónimo de avance profesional.
Obtener una acreditación puede ser necesario en determinados sectores profesionales y para ejercer determinadas ocupaciones, pero en general hay que titularse solo si es un requisito o un paso que forma parte de un plan profesional o de una carrera.
Las acreditaciones son importantes pero mucho más lo son las competencias que demanda el mercado de trabajo o las habilidades y actitudes que nos permiten ser mejores ciudadanos y profesionales más integrales.
(Aplica las 20 preguntas para elegir cursos de formación)
Elegir formación es un problema cuando se elige antes que todo lo demás.
¿Somos la generación más preparada de la historia o sólo la más titulada? ¿Existe sobre cualificación o sobre titulación?
La población de 30 a 34 años con estudios superiores en España (2013) es del 40,7%, por encima de la media de la UE 36,8%, según el Sistema Estatal de indicadores de educación 2014 (Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte).
Nunca permito que mis estudios sean un impedimento para mi formación.
Esta idea de Mark Twain nos lleva a otra reflexión: si te preocupa el empleo deberías preguntarte para qué estudias y qué haces mientras estudias. Mientras consigues títulos plantéate también hacerlo mejor. Ten fe en lo que sabes y en lo que aprendes pero no dejes tu futuro en manos solo de las acreditaciones.
Las titulaciones, como los cursos, deben ser medios, no fines, más aún teniendo en cuenta que el mercado de trabajo exige cada día mayor adaptación y flexibilidad, y no siempre en las mejores condiciones laborales. No se trata del número de acreditaciones sino de la coherencia del proyecto profesional, de aprender del fracaso y de los errores y reflexionar sobre las decisiones tomadas.
Los cursos realizados deben ser un trampolín no una sala de espera.Hay que evitar la actitud de cursar estudios o actividades formativas para esperar “a ver qué pasa”.El futuro profesional no depende de las acreditaciones sino del valor y especialización de las competencias.
El caso Chocolatísimo
Esther, un ejemplo de reinvención profesional, creó su marca Chocolatísimo.es tras una carrera profesional especializada iniciada en un curso para desempleados. Ella es un ejemplo que muestra cómo aprovechar la formación como un recurso para desarrollar una carrera profesional. Éste es un resumen de su presentación profesional.
Soy una persona con muy buen humor, nacida en Sevilla en 1985. Creé chocolatisimo.com en 2008. Mi primer curso de pastelería fue con dieciséis años a través del antiguo INEM (Instituto Nacional de Empleo). A los diecisiete años ya sabía que esto era mi pasión y realicé cursos en la Escuela de Pastelería de Sevilla y en la Escuela Superior de Hostelería La Taberna del Alabardero. En 2005, me trasladé a Málaga para estudiar el grado medio de pastelería y panadería.
Durante el curso 2006/2007 aprobé mi grado medio de pastelería y panadería con matrícula de honor y gané un concurso con mi “Tarta de avellanas en texturas de chocolate con un toque al cardamomo.” (…) En mi instituto me concedieron la beca Leonardo e hice prácticas de empresa en Italia durante tres meses tras las que me ofrecieron trabajo y decidí quedarme un año. En 2008 tras volver de Italia hice stages en el Restaurante Guggenheim, la pastelería Hijos de Teodoro Mora en Valencia y la pastelería Bubó de Barcelona (…) y pasé la temporada de navidad del 2009 trabajando en La Taberna del Alabardero de Sevilla como profesora de pastelería y pastelera en el restaurante de la Taberna del Alabardero (…)
En 2012 me marcho a Alemania (Hamburgo). Debido a la situación en nuestro país, preferí hacer las maletas e irme a seguir conociendo mundo y seguir aprendiendo. Sin saber el idioma no fue fácil encontrar trabajo. Finalmente trabajo como Chef pastelera en el Restaurante East Coast de Hamburgo (…) Desde Junio del 2014 vivo en Málaga y visito mucho Alemania para cursos especializados (…)
No te pierdas el segundo capítulo de 7 claves para desarrollar tu talento y tu empleabilidad.
Si este primer capítulo te ha motivado a mejorar tu vida profesional, aprovecha la Guía para la reinvención profesional.
Consigue también #SuperProfesional, el libro para desarrollar tu talento y alcanzar tus objetivos.
¿Este libro lo puedo conseguir en idioma inglés?
Andrés, de momento está solo en castellano. Muchas gracias por tu interés :)