Quiero contarte cuatro estrategias para elegir estudios con una mayor eficacia.
Elegir estudios, sean universitarios (grado, posgrado, master) o de formación profesional (FP), es una decisión cada vez más frecuente en un contexto de pérdida o cambio de empleo, de reinvención profesional y de aprendizaje permanente.
Seguro que recientemente has indagado qué posgrado o master cursar para mejorar tu trayectoria, o incluso te has planteado cambiar la perspectiva y estudiar una especialidad de formación profesional en lugar de un grado universitario.
Cientos de miles de profesionales se preguntan cómo elegir estudios para reinventarse, especializarse o conseguir más y mejores oportunidades profesionales mediante la obtención de títulos y acreditaciones académicas o regladas o a través de acciones de formación más informales o menos oficiales.
Y los que aún no se han incorporado al mercado de trabajo adolecen de dudas similares: un 80% de los estudiantes de Bachillerato no sabe qué grado elegirá, según una encuesta realizada con 17.000 jóvenes de 25 ciudades españolas por Círculo Formación. Entonces, ¿cómo podemos elegir mejor?
Cuatro estrategias para elegir estudios
1 Valora la empleabilidad: antes de decidir ten en cuenta que una titulación académica “no te pone en un empleo” pero te acerca, porque las expectativas laborales de los titulados siguen siendo mucho mejores que las de personas sin acreditaciones académicas.
2 Para elegir grado, posgrado o master debes especializarte y analizar competencias antes que profesiones.
3 Considera la formación como un medio, no como un fin. Elegir titularse debe ser el resultado final de un proceso de decisión de mejora profesional, no su inicio. Cuidado con querer reinventarse o mejorar SOLO a golpe de master o posgrado.
4 Mejora la toma de decisiones: antes de elegir titulación aumenta tus opciones para decidir.
1 Empleabilidad. Una titulación académica no te pone en un empleo, pero te acerca
Titularse para trabajar sigue siendo una buena idea, con matices. En Las 10 formas de elegir mal los estudios intenté mostrar con ironía que estudiar un grado o un master universitarios o, en general, conseguir una titulación no es el objetivo, solo un medio. Dicen que ser titulado ya no influye para encontrar empleo pero las expectativas laborales de los egresados siguen siendo mucho mejores que las de personas sin acreditaciones académicas.
Sea cual sea la situación económica y del mercado de trabajo, el error no está en titularse sino en creer que la mera consecución de una titulación garantiza el éxito y ofrecerá más oportunidades si no se han tenido en cuenta otros criterios importantes antes, durante y tras la obtención de la acreditación. Por ejemplo, si tu objetivo es conseguir más y mejores oportunidades profesionales, la empleabilidad que ofrezca cada acción formativa será un criterio clave en la elección de estudios.
Cuando me piden opinión sobre cómo elegir un posgrado o master “con salidas” o posibilidades laborales recomiendo hacerse esta pregunta:
¿Dónde están trabajando los que cursaron la convocatoria anterior?
Para decidir entre las ofertas formativas que tengas en mente intenta obtener información sobre la trayectoria de sus ex alumnos/as. Si un centro formativo no ofrece datos significativos sobre la evolución de sus pupilos/as en el acceso al empleo podría ser una mala señal. Por otro lado, una buena señal es que ese centro de estudios tenga una amplia oferta de prácticas en empresas interesantes.
En todo caso, las redes sociales facilitan obtener información sobre los perfiles y trayectorias de los profesionales a los que queremos parecernos. Linkedin es una ventana que desvela currículos y acciones formativas realizadas por referentes en el sector, en la ocupación o en las competencias en las que queremos crecer. Así que para elegir estudios, inspírate en los que eligieron antes y les fue bien.
Es importante recordar que la empleabilidad tiene que ver con conocimientos y habilidades específicas y especializadas, pero también con competencias transversales o básicas, con aplicar dedicación al aprendizaje continuo y con desarrollar el “saber estar” en el mundo profesional en el que son claves el networking, la búsqueda de información y la presencia y marca personal. Personas con similares bagajes formativas pueden tener muy diferentes trayectorias profesionales.
Las titulaciones relacionadas con tecnología y ciencia ofrecen más empleabilidad pero sin embargo las carreras más demandas por los estudiantes tienen que ver con las Ciencias Sociales y Jurídicas, que atraen a casi la mitad de ellos, mientras que los grados de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas son elegidas por un número considerablemente más bajo, según datos de 2013 analizados por el INEE (Instituto Nacional de Evaluación Educativa).
También el INEE nos cuenta que solo el 8% de la población adulta española tiene estudios de FP de grado medio, 4 veces menos que la media de los países de la OCDE (34%), según datos de 2011. No hay decisiones buenas o malas, solo decisiones poco fundamentadas, las que se toman sin la información necesaria y sin valorar los criterios que nos interesan a priori. Si el acceso al empleo y/o a un empleo de más calidad es uno de ellos deberías tener en cuenta esta información para elegir estudios y titulaciones.
Y aunque, como hemos visto, cada sector ocupacional ofrece diferenciales posibilidades de empleo, podría decirse que no son las profesiones las que tienen salidas, son las personas que las desempeñan. Es la dedicación lo que suele caracterizar a los profesionales con más éxito o más satisfacción con su trayectoria.
Erasmio: Me han dicho que existe un método excelente que permite al hombre conocer a fondo, con el menor esfuerzo, todas las bellas artes.
Desiderio: Promesa magnífica, ciertamente. Pero, ¿conoces a alguien que por este método extraordinario haya llegado a ser sabio?
Erasmio: No.
Desiderio: Has de amar los estudios. Y después, admirar sus resultados. No conozco otro método de estudio que la entrega, el amor y la perseverancia.
(Extracto de “Coloquios”, de Erasmo de Rotterdam. Vía @ gregorioluri)
2 Especialización. Muchas vocaciones ‘surgen’ con la especialización: cuanto más sabes de algo más te gusta.
“Entrega tu corazón al oficio que has aprendido y así hallarás sosiego.” Marco Aurelio, Meditaciones
Toda mi vida quise ser alguien pero ahora me doy cuenta de que debí ser más específica. Esta reflexión de Jane Wagner nos da pistas sobre la importancia de focalizar. Si polivalencia es volar, especialización es aterrizar. Polivalencia no es “lo contrario” de especialización y tampoco es “saber de todo”.
Polivalencia es la capacidad de especializarse pronto en diversos sectores y ocupaciones gracias a habilidades y conocimientos transversales relacionados, por ejemplo, con la ofimática, los idiomas, las matemáticas, la estadística, la informática y la programación, las redes sociales y la gestión de contenidos en la Red, las habilidades sociales y las competencias de networking, las ventas…
Experimenta antes de elegir estudios
Antes de elegir cursar un master de una determinada especialidad puede ser buena idea indagar y practicar con las competencias relacionadas con esa especialidad haciendo cursos gratuitos online, MOOC o acciones formativas sencillas que exijan una inversión baja en tiempo y dedicación. Esos “minicursos” nos permitirán conocer mejor las materias de la titulación de que se trate y nuestros propios intereses y habilidades relacionados antes de tomar una decisión.
En ocasiones, la formación informal y autodidacta puede convertirnos en profesionales de valor sin necesidad de acreditaciones o titulaciones oficiales o de cursos reglados. Michael Sayman, el becario más joven de Facebook, aprendió a programar de forma autodidacta con vídeo-tutoriales publicados en Youtube con 13 años y sus aplicaciones de Michael Sayman dominan la ‘AppStore’ (El País, 14/08/14)
Pero cuidado con elegir cursos o acciones formativas por el mero de que su coste sea bajo. Gobierno, patronal y sindicatos reconocieron que el impacto de la formación para el empleo dirigida a trabajadores es muy limitado (El Mundo, 31/01/14), como así lo ratificaron los informes de evaluación de la Fundación Tripartita de 2010 y 2011: nueve de cada 10 trabajadores afirmaban que la formación que recibieron no les había servido para nada. Algo similar ocurre con la formación de muchas personas desempleadas que al terminar las acciones formativas se preguntan ya he terminado el curso, ¿dónde está mi empleo?
Para elegir estudios, no pienses en profesiones, piensa en ser profesional. No conocemos las profesiones del futuro, pero es probable que las competencias valiosas sigan siendo similares, funcionalmente hablando. Un error frecuente al elegir cursar una actividad formativa es pensar en títulos y en estatus en lugar de en tareas, competencias o funciones.
Hay que preocuparse menos por lo bien que suene el nombre de los estudios, acreditación o titulación de que se trate, no te dejes engañar por su validez aparente. No comprobamos suficientemente los aprendizajes y competencias concretas que realmente incluye una titulación. Tenemos que considerar más las consecuencias reales de participar en una determinada formación: en qué profesional nos vamos a convertir.
Así que, antes de tomar la decisión, pregúntate qué te va a permitir conseguir, dominar y aplicar el grado, posgrado o master que vas a hacer.
Cuanto mayor es la focalización profesional más fácil es definir y encontrar la formación que se requiere.

Competencias: No aprendas profesiones, aprende a ser profesional
3 Reinvención. Reinventarse no es cursillear, es elegir un camino, cambiar el estilo de vida y especializarse
Uno de los principios más importantes de cualquier guía para la reinvención profesional es éste: la formación es un medio, no es un fin.
Cuidado con querer reinventarse o cambiar la trayectoria profesional solo a golpe de master o posgrado. Es una mala idea intentar sobornar al destino profesional a base de títulos y talonario. Pagar 4000 euros por cursar un master no necesariamente te hace un profesional mejor ni con más oportunidades si no se acompaña del conocimiento de las competencias implicadas y su relación con ocupaciones actuales del mercado de trabajo y con una actitud suficiente de especialización y focalización. Cursar un grado, posgrado o master implica mucha inversión y dedicación: elegir titularse debe ser el resultado final de un proceso de decisión de mejora profesional, no su inicio.
Por otro lado, la vocación no siempre se espera, también puede construirse, pero cada uno de nosotros debe conocer los grupos de competencias que es capaz de desarrollar y aplicar con más naturalidad o facilidad. Todo se puede aprender pero a un pavo siempre le supondrá mucho más esfuerzo subirse a un árbol que a una ardilla. Valora el coste de oportunidad que supondrá para ti intentar desarrollar aquellas competencias que no se te dan tan bien y en las que competirás en desventaja.
Y no tengas tan presente alcanzar un estatus universitario como mejor opción de cambio. Si quieres reinventarte profesionalmente puede ser una buena opción estudiar una FP: en dos años serás un profesional nuevo.
4 Toma de decisiones. Antes de elegir una titulación aumenta tus opciones
Una de las 10 claves para tomar buenas decisiones es aumentar las opciones, es decir, sopesar el mayor número de alternativas posibles. Elegir una titulación antes de informarse y revisar un número suficiente de opciones es un error habitual que condiciona el futuro. Y elegir cursar un grado, posgrado o master SOLO utilizando criterios de facilidad o coste es un decisión por amor de cercanías que no nos deberíamos permitir.
Nuevos grados, posgrados, masters y especialidades de FP se suman cada año a la oferta formativa a la vez que existen buscadores online que compiten por ofrecer la mayor calidad a sus clientes. Entre esos buscadores suelo usar Tumaster que ofrece un catálogo de miles de cursos de formación no reglada, de estudios universitarios y de alternativas de formación profesional. Comparar entre los diferentes cursos y titulaciones disponibles ofrece perspectiva para decidir y puede ayudarnos a ahorrar.
Me interesará mucho conocer cómo elegiste la última formación que has hecho o estás haciendo: ¿qué criterios tuviste en cuenta? Si quieres, deja tu comentario más abajo.
Elola, buenos tardes.
La verdad esque ha sido difícil.
Difícil y a la vez se podría decir que fácil o es fácil elegir unos estudios.
Pero sólo el paso de la vida te enseña lo que realmente quieres hacer.
Lo que a mi siempre me decían es que uno, haciendo lo que quisiera, y esforzandose llegaría donde quisiera.
Como he leído en alguna publicación que has hecho, en la que la empleabilidad de ciencias es mejor que cualquier otra, decidí que con esfuerzo podría dedicarme a la investigación en un laboratorio biológico.
Asique durante mucho tiempo,desde siempre, pero más desde la eso, me mentalicé para ello.
Y todo siempre iba bien, pero con más esfuerzo en ciencias que en otras asignaturas.
Realmente sentí un triunfo acabar un bachillerato de ciencias con una media de notable,un triunfo que acababa ahí.
Es posible que en estos años de universidad desaprovechados, bajo mi punto de vista, en los que he decidido mantener mi nivel de idiomas pero cursando primero una, y luego otra, carrera universitaria halla aprendido a valorar lo que he hecho.
No por fallar en la nota de selectividad te olvides de tirar tu esfuerzo por la borda, aunque he de confesar que duele.
Tú post sobre 10 formas de equivocarse en los estudios me ha ayudado.
Quería descartar todas las posibilidades que no miré por falta de tiempo en el instituto y que ahora si tenía.
Desterrar todo prejuicio hacia un futuro que parecía que no existiría.
Esforzarse,luchar, trabajar pero también admitir el fracaso de una muerte anunciada, que por fuerza terminó.
Cuidado con la arrogancia, si quieres, no siempre puedes; realmente conmuchas de tus palabras me identifico.
Seguir un criterio que te indican a pasar a concienciarme y vivir realmente lo que debía resulta gratificante.
Tu reflexión-comentario es otro artículo. Gracias, África.
Perdona.
Nada que perdonar, al contrario. Me has hecho pensar tanto que no he sabido dónde meter el hilo en los numerosos e interesantes temas que planteas. Ojalá todos los comentarios fuesen tan elaborados :)
Con retraso: Gracias :))
Gracias por este articulo tan fabuloso. En 2012 hice el acceso para mayores de 25 en la UNED, luego estuve tentado de meterme alguna carrera de química, informática, o ingeniería. En la realidad no sabía por cual decidirme porque me veía capaz de poder meterme en cualquier de esas opciones. Después de un tiempo de reflexión y con la ayuda de mi novia me di cuenta de que lo que necesitaba no era un título de prestigio sino una fortaleza profesional, algo más relacionado directamente con tema laboral así que me metí en FP 2 de Laboratorio Químico y Control de Calidad. Ahora lo he terminado y estoy buscando trabajo. Aunque todavía no haya encontrado nada, me siento más fuerza a la hora de presentar mi cv y postular por algún puesto.
Paul, espectacular reflexión la tuya:
“me di cuenta de que lo que necesitaba no era un título de prestigio sino una fortaleza profesional”.
Un gran resumen para destacar la importancia de las competencias.
Por cierto, cómo te va un año y medio después?
Hola Alfonso! cuánto tiempo! Desde luego decirte que tu post es interesantísimo y comentarte mi última conversación con una alumna interesada en nuestros cursos de postgrado cuya duda me llamó poderosamente la atención.
Esta chica, profesional trabajadora de una empresa cuyo sector nada tenía que ver con el contenido del curso de nuestra escuela en el que estaba interesada, me comentó que estaba pensando en su salida y cambio laboral en un año aproximadamente. Y esta era la pregunta: si realizaba el curso ahora, ese aprendizaje sería válido para dentro de un año cuando decidiera cambiarse de sector? o se habría quedado obsoleto?
En este mundo tan cambiante, donde hoy se pregona que tal estrategia empresarial es válida y mañana llega el gurú de turno y dice lo contrario, los formadores tenemos que empeñarnos más que nunca en enseñar a las personas que llegan a nuestras aulas no sólo que dos más dos son cuatro, si no que tienen que aprender a abrir sus mentes, investigar por su cuenta, no dejar que el tren pase a su lado sin pararse y más hablando de formación en nuevas tecnologías (por poner un ejemplo). No solo el aprendizaje está en las aulas, sino que está en uno mismo.
Esa es mi reflexión desde el otro lado de la mesa.
Un abrazo
Elena,
tu excelente frase “no solo el aprendizaje está en las aulas, sino que está en uno mismo”, la complementaría con esta otra idea: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las competencias.
No aprendas profesiones, aprende a ser profesional :)
Wow!!! Gran reflexión, en los 10 años que llevo impartiendo cátedra universitaria, he notado que los jóvenes eligen una profesión por dar gusto a sus padres, por la duración de la misma o porque tenga o no matemáticas, entre otros.
Creo que deben de considerar su talento natural (qué es lo que haces bien) tu pasión (qué amas hacer) y lo que el mundo real necesita y por qué te pagarían por hacer eso que sabes hacer. Desafortunadamente no se conocen, no saben cuál es su pasión y algunos están muy preocupados por salir a buscarla, en lugar de conocerse a sí mismos, esa respuesta está en su interior, y sólo la descubrirán caminando un camino, tal y como lo mencionas en el blog en el punto 2.
Y por último, no sólo preocuparse por ser un PROFESIONISTA, sino un PROFESIONAL y claro que alguien profesional, puede no ser un profesionista, para ser profesional debes de:
Tener disciplina.
Cumplir tus compromisos.
Resuelve problemas, no esperes a que te den la solución.
Auto motívate, no esperes el aplauso externo.
Innova, busca nuevas soluciones a los mismos problemas.
Continúa preparándote, los logros de ayer, ya fueron, no tienes garantizado nada.
Ve al límite, ve por más.
Acciona y no reacciones.
Sé competitivo.
No te conformes, ni te quedes en la mediocridad.
No temas del fracaso, mejor aprende de él.