Reinventarse profesionalmente puede ser una elección, una obligación o un “accidente”. ¿Te has reinventado profesionalmente alguna vez?
La Guía para la reinvención profesional es uno de los contenidos más compartidos de Yoriento lo que me ha animado a seguir elaborando ideas y técnicas para reinventarte, tal vez te identifiques con algunas de las que detallo más abajo:
1) Reinvención por movilidad geográfica,
2) Reinvención por ocupación y
3) Intra-reinvención o reinvención en la propia empresa.
También podría ser interesante revisar reinventarse como emprendedor y reinventarse mediante networking.
La reinvención profesional como concepto
Entiendo el concepto “reinvención” como un cambio drástico en el estilo de vida que afecta a las relaciones personales, la dedicación profesional y la organización del día a día y que generalmente está originado por un cambio producido en la motivación y los valores de la persona o por un cambio que la persona quiere generar a medio o largo plazo. Como veremos, la reinvención “te puede pasar” o puedes hacer “que te pase”, y en general será una mezcla de ambos procesos. Desde mi punto de vista, existen cuatro tipos de reinvención profesional (y personal): la reinvención experiencial, la reinvención planificada, la reinvención por oportunidad y la reinvención impostora.
1. Reinvención experiencial
Entiendo el cambio provocado por situaciones o experiencias con gran influencia vital, como un despido, una separación de pareja, una enfermedad grave o un traslado de residencia habitual. Podríamos decir que estos tipos de reinvenciones son provocadas por inevitables.
A veces, la única forma de abandonar una guerra, en la que nos hemos acostumbrado a vivir, es perderla.
Una persona de 56 años que deja de trabajar en el sector profesional donde ha transcurrido toda su historia laboral, no decide reinventarse, es la vida la que le obliga a hacerlo. La mayoría de las personas no cambian cuando otras les recomiendan el cambio, solo lo hacen cuando la vida les obliga.
2. Reinvención planificada
Implica una decisión voluntaria y un cambio gradual de vida personal y profesional enmarcado en un plan. Hablamos de una persona que no espera a que le despidan de su empleo sino que es proactiva para diseñar nuevos caminos laborales a medio o largo plazos. Como suelo decir, el mejor momento para pensar en mejorar la vida profesional es cuando estás trabajando.
Cuando estamos en vacas gordas no planificamos porque estamos a gustito, cuando estamos en vacas flacas solo tenemos tiempo para sobrevivir.
Somos mejores profesionales y tenemos más posibilidades de vivir mejor si desarrollamos las competencias de planear el futuro y generar nuevas alternativas de forma continua. Si dejamos que la vida nos obligue a cambiar es improbable que tengamos la vida que queremos.
La reinvención experiencial da de comer a muchos gurús que convierten su necesidad en virtud para los demás pero es la reinvención planificada la que nos permite tener más control de nuestro futuro. Recuerda que ese directivo que fue despedido con 55 años y una buena pensión y que ahora se dedica a dar charlas motivacionales sobre la importancia de arriesgar y de salir de la zona de confort, se ha tirado 20 años en la suya.
No esperes a enfermar, a que te deje tu pareja o a que tu jefe te haga la vida imposible para cambiar de vida, intentar vivir mejor y tener experiencias; vive mejor y ten experiencias para que todas esas cosas te afecten menos cuando lleguen y tengas muchas alternativas.
3. Reinvención por oportunidad
Comenté que la “reinvención por oportunidad” es la reinvención soñada, es el deseo de que alguien o algo “nos saque” de una situación profesional desesperada, de un contexto laboral poco interesante, de un período de indecisión o de una carrera errática a ninguna parte.
En nuestra trayectoria profesional, de forma inopinada, pueden pasar muchos trenes a los que podríamos subir. Pero es muy arriesgado y muy ingenuo esperar que nuestra vida mejore solo gracias a las inesperadas e improbables llamadas en nuestra puerta.
Sin embargo, es cierto que determinadas actitudes y estrategias profesionales hacen más probable que surjan ocasiones ‘inesperadas’ de mejora y avance.
Por ejemplo, generar una marca personal especializada facilita que “estés en la mente” de los clientes o de las personas que quieres que te encuentren, que podrían acordarse de ti y ofrecerte esas oportunidades.
También, mantener una saludable red de contactos con los que te muestras amigable, colaborador y profesional puede llevarte a propuestas y sinergias imprevistas o no tan imprevistas. Esta guía de networking puede ayudar a generar esas conexiones. En síntesis, hay que esforzarse para obtener oportunidades pero no hay que esperarlas.
Mejora tu vida profesional aprovechando las oportunidades inesperadas, pero no esperes oportunidades para mejorar tu vida profesional, constrúyelas.
4. Reinvención impostora
Es la reinvención que no es tal, solo un truco de marketing o de “gestión de la marca personal” (ver la Guía de Marca Personal) con la que algunas personas intentan vender una imagen de cambio, innovación o mejora.
En síntesis, se trata de un sobreuso de la palabra reinvención para adornar la trayectoria, el curriculum o el contenido de artículos o ponencias. Siempre queda más elegante decir que uno se está reinventando que declarar que busca empleo o que está probando cosas nuevas a ver qué pasa.
Creo que pocos podríamos tirar la primera piedra para criticar el uso de “nuevos vocablos” y conceptos que ayudan a la comunicación y la generación de reputación o renombre, pero que son confusos y poco operativos: reinvención, talento, inteligencia emocional…
En esta misma línea podríamos decir que coaching es solo orientación con glamour.
Reinvención profesional por movilidad geográfica
Si no te gusta donde estás ¡muévete!, no eres un árbol.
Esta frase de Jim Rohn, como cualquier otra idea ingeniosa que impulsa la iniciativa personal, se comparte mucho en redes sociales. Y la teoría es aplastante pero en la práctica los humanos somos también como árboles, echamos muchas raíces y nos acomodamos en los climas adecuados.
La probabilidad e idoneidad de desplazar la residencia habitual en busca de nuevos mundos profesionales depende de muchos matices.
En el estudio Movilidad Laboral de Adecco e Infoempleo (Agosto 2012), el 60% de los españoles declararon que ‘se irían’ al extranjero para buscar empleo. Pero obviamente muy pocos de ellos lo hicieron. ¿De qué depende entonces que sólo unos pocos profesionales se “movilicen” aunque muchos más estén ‘dispuestos’ a hacerlo en teoría?
Entre los factores que propician la movilidad profesional destacaría estos tres. Seguro que se te ocurre alguno más.
1. Movilidad geográfica por motivación económica
Algunas personas necesitan o quieren más ingresos de los que obtienen y tienen la expectativa o la seguridad de conseguirlos en otros destinos.
Otros profesionales, sin embargo, han caído en la “trampa de la precariedad”, cuentan con los recursos suficientes o mínimos para seguir tirando y se conforman con esa situación, en parte porque pueden disfrutar de otras compensaciones, como poder vivir y disfrutar de la familia y del entorno habitual y evitar tener que realizar grandes esfuerzos o enfrentarse a nuevos retos.
La trampa de la precariedad tiene su continuidad y mayor expresión en la trampa de la pobreza: adaptar la vida a los escasos recursos con los que se cuenta (pero que no exigen demasiado esfuerzo) en lugar de buscar recursos para perseguir la vida que se quiere.
2. Movilidad geográfica por motivación profesional
Parece evidente que a las personas a quienes les apasiona o interesa desarrollar una vida profesional están más dispuestos a realizar esfuerzo por acceder a las oportunidades allá donde surjan.
3. Movilidad geográfica por “facilidades de entrada”
Determinados factores facilitan mucho el acceso de los profesionales a otros mercados de trabajo nacionales o extranjeros: la polivalencia y la especialización profesionales en empleos con alta oferta, el manejo de idiomas de los potenciales lugares de destino, las habilidades personales de relación y la autoconfianza, los recursos con los que se cuenta para dar el salto y los contactos de los que se dispone en el terreno.
Sobre este último aspecto, el programa televisivo Españoles en el mundo, podría redenominarse con ánimo jocoso como Braguetazos por el mundo: tener una o varias parejas o relaciones en el destino elegido parece facilitar el aterrizaje y la integración y aportar una dosis extra de motivación para reinventarse en ese destino.
Seamos o no árboles, si la vida que queremos no viene, habrá que mirar para ver dónde se ha metido.
La vida suele cambiar cuando cambiamos de lugar. Es tan simple que asusta, es tan sencillo que merece la pena probarlo.
Pero aunque cambiar de sitio es cambiar de vida, no siempre es para vivir mejor como le pasó a El Buscón, que tras irse a las Indias para mejorar sus oportunidades, declaró:
Y fuéme peor, como vuesa merced verá en la segunda parte, pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres.
Reinvención profesional por ocupación
En estos tiempos, conseguir un empleo ya es reinventarse
Dada la debilidad y precariedad sistemáticas de las que adolece nuestro mercado de trabajo, conseguir un empleo y mantenerlo pueden ser símbolos de reinvención profesional en sí mismos.
Obtener ingresos de forma regular, sentirse un profesional valioso y mantener unos hábitos laborales diarios tienen “efectos reinventadores” sobre cualquier persona que haya estado mucho tiempo sin poder ocuparse.
Si “sobrevivir es el nuevo triunfar”, como le escuché una vez a @ digitalmeteo, tener un empleo es la nueva reinvención profesional.
Hojeando los datos de la EPA (2T 2014), compruebo que de los 402.400 empleos que se crearon entre abril y junio, la mayor parte (38,6%) corresponden al sector del turismo. Es decir, que más de 214.000 empleos se han creado en los sectores de servicios, alojamientos y comercio al por menor.
Parece mucho más probable trabajar como camarero que como historiador del arte, así que la moraleja es clara: mejor ocuparse como sea y en lo que sea para mantenerse activo y en contacto con el mercado de trabajo mientras se persiguen otros objetivos profesionales más motivadores a la par que complicados.
Y mientras no se encuentran siquiera empleos remunerados, mejor ocuparse en prácticas formativas, actividades autodidactas, colaboraciones sociales, acciones de voluntariado… De la actividad surge más actividad y oportunidades. La inactividad solo lleva a más inactividad.
Ocúpate en lo que puedas pero no dejes de buscar lo que quieres. Aunque sea un minuto al día
Reinvención en la propia empresa
Conviértete en un profesional nuevo dentro de tu organización
A algunas personas no hace falta que les despidan, ya lo hacen ellas mismas por desánimo, acomodamiento, estrés o desesperación, es el llamado “despido interior” (El-Ghandouri Lotfi, 2007) del que ya hablamos en la Guía de Reinvención Profesional.
La mayor parte de los profesionales que se encuentran en situación de desempleo y requieren ingresos, suelen fantasear con la gran motivación que exhibirán en los puestos de trabajo que consigan, pero la realidad suele ser mucho más prosaica: una vez superadas las primeras semanas, puede aparecer la apatía y la falta de implicación en entornos que no cuidan el reconocimiento y la motivación de los empleados.
Pero en parte, esa falta de implicación profesional que puede llevar a una inercia improductiva y de mal rollo también es responsabilidad del propio trabajador. A pesar de todo y de todos, ¿cómo podrías reinventarte dentro de tu organización?
¿Te has despedido a ti mismo?
Es fácil reconocer si has entrado “en barrena profesional” en tu empresa cuando aparcas tus objetivos y te dejas llevar; cuando no actúas como quieres o como deberías y evitas dar tu verdadera opinión sino que te adaptas para no tener que afrontar nuevos retos o superar problemas endémicos que consideras imposibles de superar. Consideras que es inútil aprender algo nuevo dada la situación e incluso no disfrutas ni celebras los pequeños éxitos o los avances.
¿Te reconoces en algunas de estas actitudes? ¿Cómo resetearte en estas condiciones?
¿Cómo iniciar tu reinvención dentro de tu empresa?
1. Empieza conectando tus objetivos profesionales, conectando lo que te gustaría hacer con lo que estás haciendo ahora, aunque sea débilmente, solo para empezar. Pon en juego tus intereses entre tus obligaciones cotidianas.
2. Una segunda idea consiste en convertir tus tareas habituales en proyectos concretos para dar sentido a tu labor diaria. Encuentra el propósito en cada cosa que haces.
3. La tercera estrategia sería encontrar aliados: conecta con las personas de tu organización que comparten inquietudes y estilos similares para establecer formas de colaborar y perseguir objetivos comunes.
4. Por último, indaga otras alternativas profesionales: seguir buscando lo que quieres mientras haces lo que debes.
El agua que sabe mal en un vaso seguirá sabiendo mal en otro vaso.
Ojo con idealizar el cambio. Hace un tiempo vimos 7 razones por las que Andreu Buenafuente no quiere reinventarse.
Si quieres sentirte mejor en tu trabajo, cambia lo que haces antes de cambiar de empresa.
La reinvención del fontanero tenaz
Hace muchos años asesoré a un profesional de unos 30 años que tenía mucha experiencia como administrativo comercial. Su última empresa había quebrado recientemente y estaba a punto de recibir su primera paga de prestación por desempleo. Me dijo nada más empezar la sesión:
Alfonso, no quiero hacerte perder el tiempo ni perderlo yo. Te voy a hablar claramente: no quiero seguir trabajando como comercial y quiero hacer algo radicamente distinto, algo que no tenga que ver con la venta o la atención al cliente. ¿Puedes ayudarme?
Las personas con una motivación concreta son una bendición en cualquier proceso de orientación profesional porque se avanza más rápido y es más divertido. Y efectivo.
Tras una serie de acciones de “generación de alternativas”, el ex administrativo decidió realizar un curso de Fontanería de unos 5 meses de duración adscrito al programa público formación profesional para el empleo. Él declaraba no ser especialmente mañoso en las tareas del hogar, pero que le apetecía aprender una profesión manual y alejarse de las profesiones relacionales.
Siempre he comprobado cómo muchas personas realizan acciones de formación una detrás de otra porque es más fácil hacer cursos que planificar la carrera, más cuando son gratuitos. Este encadenamiento formativo lo único que consigue es convertir el ya habitual maltrecho curriculum en un rosario incoherente de experiencias que solo parece indicar falta de criterio y poca profesionalidad y que no darán respuesta a este interrogante: Ya he terminado el curso, ¿dónde está mi empleo?
Así que cuando nuestro ex comercial decidió emprender esta aventura apareció mi natural escepticismo basado en la estadística: tras hacer este curso esperará unas semanas o meses a ver si “le llaman” para trabajar como fontanero y cuando no lo hagan hará otro de diferente especialidad.
Sin embargo, esta vez la cosa iba a ser muy diferente.
Tras finalizar el curso volvió a solicitar una sesión conmigo para que le ayudara a planificar la estrategia que le llevara a emplearse como fontanero. Una de las medidas de búsqueda de oportunidades y de clientes fue ofrecer sus servicios y revisiones de forma gratuita a todos los familiares y contactos cercanos. ¡Y lo hizo durante meses! Esta táctica, por sí sola, generó clientes suficientes para ir creando una reputación como fontanero y una red de contactos que le llevó a conseguir un empleo estable por cuenta ajena sólo un año después de su “reinvención”. Era su objetivo, prefería trabajar en una empresa que hacerlo como autónomo, pero podría haber seguido desempeñando el oficio como freelance con relativo éxito.
¿Por qué recuerdo especialmente este caso de reinvención profesional?
Porque es muy poco frecuente que una persona planifique su carrera profesional de forma sistemática en lugar de dedicarse a seguir haciendo cursos y “esperar a ver qué pasa”. De hecho, no recuerdo otro caso similar en que la mera realización de un curso de FPE haya sido un instrumento utilizado con tanta habilidad para cambiar la propia vida profesional: reinventarse no es “hacer cursos”, es elegir un nuevo camino y especializarse, cambiar el estilo de vida y planificar la nueva carrera.
No importa en qué sector o en qué profesión, no importa de dónde vienes o a dónde quieres ir. Lo importante es tomártelo en serio, lo importante es tomarte tu vida profesional como algo personal y encuentra ideas para reinventarte profesionalmente.
[Hablé de reinventarse profesionalmente en mi sección Reinvéntate en agosto que presenté en el programa ideas para reinventarte profesionalmente con @JavierCapitan. Aquí ideas para reinventarte profesionalmente]
La reinvención no está en la profesión, la reinvención está en el profesional
Al igual que tu caso del fontanero, conozco el caso de una persona que he seguido de cerca, se trata de una genial profesional que dejó un buen día su estudio de arquitectura, por aquello de la reinvención experiencial tras la burbuja… y en lugar de marcharse a Arabia, Emiratos, Panamá, etc; decidió cambiar de tercio y pasarse al “lado oscuro de la informática y la programación”.
Si antes había sido un as de la arquitectura de edificios ahora podría serlo de la arquitectura de una web o de un programa informático.
Tras pasar dos años muy duros estudiando una FP de grado superior, Ana, que así se llama, consiguió su objetivo, hoy ya tiene un puesto de trabajo en una gran multinacional de consultoría informática, y donde antes había incertidumbre… hoy hay un futuro lleno de posibilidades.
Por cierto, Ana aprovechó de paso para hacer un Erasmus en Alemania.
Reinventarse es algo que como bien dices sale de uno/a, y es mejor que salga voluntariamente que no de manera traumática. El refrán lo clava: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”.
Pues eso.
Genial post Alfonso, impaciente por escucharte mañana en Radio Nacional junto a Jorge Arévalo.
Gracias por tu ayuda, Edu, siempre colaborador. Y muy interesante el caso, anotado queda.
El problema de estos perfiles de éxito es que muchas veces hablamos de personas muy cualificadas, incluso brillantes, que saben reinventarse porque tienen una enorme polivalencia y una gran motivación profesional. Y eso puede ser engañoso para los demás… Como tú dices, se trata de una “genial” profesional.
Los grandes escritores de motivación han encontrado casos reales para ilustrar lo que predican y en muchos casos (si no la mayoría) se los inventan, cosa por demás valida. Pero al inventar una historia hay que darle credibilidad; por ejemplo el comentario de Eduardo Moreno habla de la persona que hizo FP y un Erasmus (?¿) en la FP no hay Erasmus. Y de otra parte, Un arquitecto (el que hace edificios y demás) no tiene la formación para hacer Arquitectura web, cuya practica es otra cosa a pesar de que lleven la misma palabra.
Saludos!
Por alusión directa…
Primero…
La FP de Grado Superior que se cursa en centros de FP tiene acceso a programas Erasmus.
Puedes corroborarlo en la web http://www.todofp.es
Tiene acceso porque es Enseñanza Superior.
La FP de grado medio no tiene acceso ya que es Secundaria y no Superior.
Segundo…
El caso que comenta Alfonso es real, se trata de una alumna que desarrolló su carrera profesional como Arquitecto, montó su estudio, trabajó un tiempo de ello y con la crisis se recicló (que poco me gusta el término) haciendo una FP de Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma.
Muchas de las cosas aprendidas en la carrera de Arquitectura le sirvieron luego en los estudios de FP.
Y poco más que decir.
Gracias Alfonso por dejarme puntualizar.
Gracias, Eduardo por tomarte el esfuerzo de concretar aún más tu aportación.
Hay un momento en la historia del fontanero tenaz que me parece clave: cuando te dice que no quiere vender más y que quiere dedicarse a un oficio manual a pesar de no ser muy “manitas”. Lo importante, creo, es que sabe lo que no quiere y que quiere intentar hacer algo que sí quiere, aunque no lo domine. Probablemente porque le guste, probablemente porque se ha visto/imaginado a sí mismo rodeado de herramientas, de cobre, de pvc… y, por un momento, se ha visto feliz. Puede que ese nuevo “él” perciba menos ingresos que dedicándose a la venta. O puede que no, que sea todo lo contrario… pero en cualquier caso, esa imagen le ha devuelto una imagen de sí mismo feliz y ha decidido que aunque sea un “árbol” va a sacar sus raíces fuera, va a ponerse a andar y a luchar para que esa imagen, esa fantasía se convierta en una realidad. Ha decidido vivir intentando hacer algo que le gusta en lugar de hacer algo que no le gusta para vivir. Como siempre, me ha encantado tu post, Alfonso. ¡Enhorabuena!
Mi impresión es que el ex administrativo simplemente quería probar algo manual, experimentar algo nuevo y diferente sin una expectativa determinada. De hecho eligió un curso de fontanería pero podrían haber sido otros que se quedaron como finalistas y que eran diferentes, no tenía ideas o imágenes preconcecibas, quiero recordar.
A pesar de los tópicos, la vocación no surgen sino que se construye, y cuanto más sabes de algo y más profesional y hábil te sientes en un sector o en una ocupación más motivado y vinculado te sientes con ellos.
Un abrazo. Rafa.
Hola Alfonso, pues yo después de 5 años buscando y trabajando en buscar trabajo decidí hacerme networker.
Y aquí me tienes, promocionando tiendas online y negocios offline por Internet. Me encanta y ójala lo hubiera hecho antes!
Ahh y tengo Clientes y todo!
Saludos y gracias por tu trabajo.
Si quieres, cuéntanos más en qué consiste esa ocupación y tus funciones ;)
La formación profesional puede ser una salida inmediata a muchos titulados universitarios que por exceso de formación (y curriculum abultado por titulaciones) tienen demasiada base teórica, pero poca experiencia real de trabajo. En mi caso, opté por una FP
Y se nota, porque eres un profesional muy eficaz ;) Gracias por el apoyo 2.0 en el programa de hoy
http://www.rtve.es/alacarta/audios/las-mananas-de-rne/mananas-rne-seccion-reinventate-agosto-tu-curriculum-no-sabes-sino-haces/2691177/
Creo que ejemplos los hay de todo tipo y condicion, me alegro por los que lo han conseguido sea de la forma que sea, y brindo por los que se han quedado en el camino, pero tuvieron el coraje de intentarlo y les animo a que pronto vuelvan al campo de batalla de la vida y de sus circunstancias, por que al final son estas las que marcan un poco todo, ojala que todos y cada uno encuentren, encontremos nuestro sitio y nuestra lucha sea recompesanda de alguna manera, POR FAVOR NO RENDIRSE, SE PUEDE LLORAR UN RATITO, PERO PARA CARGAR LAS PILAS Y A SEGUIR CON UN PAR.
Buenas tardes Alfonso
Acabo de sufrir una “reinvencion experiencial” por despido a traves de un ERE en la que ha sido “mi” empresa los ultimos 26 años.
Tengo 49 años y muchas ganas de hacer cosas que no me atreví a hacer antes por un cierto conformismo, . Me encontraba en una situacion laboral acomodada, pero que no me llenaba profesionalmente. Siempre me rondaba el gusanillo de emprender algo propio, algo en lo que desarrollarme y sentirme bien.
Puede que este sea el momento,por lo menos lo voy a intentar.
Gracias por tus consejos
JV, ánimo!
Como comento en el artículo, a veces la única forma de abandonar una guerra, a la que incluso nos hemos acostumbrado, es perderla.
Muy interesante… aunque echo en falta la “reinvención por oportunidad”. Es decir, tu puedes estar en un puesto de trabajo cómodo en una empresa mediana, relativamente contento con tu vida profesional y personal. Todo muy medido y acomodado hasta que, de repente recibes una llamada de teléfono proponiéndote un trabajo en el extranjero que puede suponer un reto enorme en lo personal y profesional. En ti está la respuesta de dejarlo todo y arriesgarte. A mi me pasó. Dejé Madrid por Haití. Esa decisión cambió mi vida personal, profesional, provocando una reinvención por oportunidad. No buscada, pero si aprovechada. Ahora, personalmente y profesionalmente ya no soy el mismo…
Gracias, Enrique.
Efectivamente la “reinvención por oportunidad” es también una forma de cambiar a mejor la vida profesional, es la reinvención soñada, que alguien “nos saque” de una situación profesional desesperada o de un contexto laboral poco interesante.
Es tan poco frecuente que no la he mencionado en el artículo, pero gracias a tu comentario la acabo de incluir como una reinvención más ;)
Y, por cierto, si quieres contarme por correo (yoriento arroba gmail.com) qué estabas haciendo, por qué te ofrecieron esta oportunidad y cuáles son tus funciones actuales lo mismo te cita como un caso de éxito ;))
Un saludo cordial
Felicitaciones por este completo y educativo artículo. Bastante útil puesto que estoy pasando exactamente por la misma situacion. Soy comunicadora social y anteriormente me desempeñé como tal, pero debido a varias circunstancias y oportunidades, probé algo nuevo este año. Incursioné dando clases de inglés, algo que nunca imaginé haría o que tendría esa capacidad y habilidad, lo mejor fue que me sentí bien haciéndolo. Ahora quisiera continuar preparandome en esta área pero no se como planificarme adecuadamente. Le agradecería si pudiera darme un poco de coaching en este aspecto. De veras me ayudaría un mundo!…
Buenas,
mi caso es similar al que comenta Eduardo Moreno. Yo estudié Arquitectura Técnica y 6 meses antes de la suspensión de pagos de la empresa constructora en la que trabajé durante unos 8 años empecé a estudiar un Ciclo de grado superior de FP “Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web”. Tras dos años de estudio, practicas y una serie de cursos de especialización ahora estoy comenzando a trabajar por cuenta propia en el mundo del diseño web y diseño de tiendas online en Murcia.
El mundo del diseño web me gusta mucho más que el de la construcción, estoy encantado con el cambio. También es cierto que la situación del sector de la construcción fue el empujón que necesitaba para cambiar de aires.
Gracias
Joaquín, 8 años después te felicito por tu reinvención :) ¿Cómo vas ahora?
El caso os parecerá raro y fuera del standard, pero como dice Yoriento, la edad solo es un pretexto. ¿Creeis que se puede perseguir un sueño después de los 50 años, incluso a los 60?, Pues si se puede y no solamente se puede perseguir, sino que se puede alcanzar, y ¿sabeis por qué? porque antes no se alcanzó. Tuvo que llegar cuando tuvo que llegar y si llego a los 60 años, fue porque lo estuvisteis persiguiendo hasta que lo logasteis. ¿Que a los 60?, pues no pasa nada. A los 60 también podeis ser felices.
Te comento que parte de este artículo se encuentra en el blog de otra persona, la cual lo posteó después que usted:
http://activosyfelices.org/me-reinvente-como-fontanero/
PD: Realmente siento en mi interior que necesito ayuda para reorientar mi carrera profesional, pero no sé qué hacer.