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Cómo (no) elegir los estudios: el caso práctico de Martika

24 marzo 2013 por Yoriento - Modificado el 22 octubre 2015 33 comentarios

En la vida nos puede interesar casi todo si le damos una oportunidad. La ‘vocación’ no surge ni se espera, se construye.

¿Cómo elegir estudios? ¿Por qué la gente estudia lo que estudia? ¿Por qué seguimos haciendo masters que no nos llevan al empleo en lugar de ser más autodidactas y aplicados? ¿Por qué gastamos tan fácilmente miles de euros en cursos convencionales y nos cuesta tanto invertir en obtener experiencias y prácticas, gestionar el networking, aprender idiomas en el extranjero o montar nuestro blog con fines profesionales y de marca personal? Porque, como nos dice Tony Manero, es más facil estudiar que planificar la vida profesional.

travolta estudios tony manero

Las 10 formas más seguras de elegir mal los estudios una o más veces (las que hagan falta) es uno de los artículos más leídos y comentados de Yoriento. A pesar de estar publicado en 2007 y de que algunas ideas deben adaptarse a esta nueva crisis que apenas comenzaba en esa fecha, creo que el fondo de la reflexión sigue estando vigente: las decisiones sobre la carrera profesional no las tomamos sopesando los factores realmente importantes. Y con la perspectiva que siempre da el tiempo podríamos decir que no todo el mundo que está en crisis lo está por la crisis y que hay gente que siempre está ‘en crisis’ aunque no haya crisis. :-)

Cuando una persona desempleada me pide opinión sobre qué curso o master elegir para mejorar sus posibilidades de empleo suelo decirle ‘averigua si están trabajando los alumnos/as de las convocatorias anteriores’.

En este sentido, las empresas organizadoras de programas de formación deben hacer más esfuerzos para medir y comunicar los logros y ventajas de sus servicios, ¿no os parece? Lo más interesante del mencionado artículo sobre cómo elegir mal los estudios son los más de 100 comentarios. Por ejemplo, el más interesante el que publicó Martika321.

“Yo me he equivocado siempre, una y mil veces he hecho el tonto… ahora tengo 30 años y ninguna perspectiva de futuro.”

¿Te identificas con algunos de los ‘errores’ que dice haber cometido Martika?

¿Qué consejos le darías según tu experiencia? Te dejo su comentario completo a continuación y la respuesta que le he dado: ‘los dos mayores errores en la elección profesional’. Gracias, Martika321 por tu gran aportación.

A los 18 años no me llamaba demasiado ninguna carrera, pero claro, algo tenía que hacer. Sinceramente, en aquel entonces era una chica sin sueños, ni ganas de nada. Si no hubiera sido por mis padres y por mi gran inseguridad, me habría puesto a trabajar de cualquier cosa…pero mi madre me empujó a estudiar algo, una FP de administración. Y la verdad es que me fue bastante bien, me esforzaba mucho y saqué buenas notas. Luego vieron 6 meses de prácticas que no me aportaron absolutamente nada y en los que me daba cuenta de que la profesión que escogí no me gustaba en absoluto. Pero, claro ¿a quién le gusta estar 8 horas metida en una oficina entre 4 paredes rellenando solicitudes, sellando papeles y metiendo datos en un ordenador, cual autómata? la profesión en sí es aburrida y vacía. La odiaba tanto que se me daba fatal, era torpe, lenta..etc.

Sin embargo, empecé a cogerle el gusto a estudiar, no se me daba nada mal. Sobre todo me gustaban los idiomas. Entoncés dedicí estudiar más, meterme en la universidad y hacer algo que de verdad me gustase. Por supuesto, al no tener selectividad, las carreras a las que podía optar eran bastante limitadas. Lo verdad es que de las que se me ofrecían sólo dos o tres me parecían interesantes. Al final opté por sociología. Empecé la carrera con ilusión y convencimiento, pero la dejé al año por falta de motivación y malas notas. No era una carrera difícil, pero muchas de las asignaturas me resultaban demasiado aburrídas y teóricas, y lo peor, no veía ningún futuro. Todo el mundo me hablaba de oposiciones o el paro.

Cuando se enteraron de que dejé la carrera, mi familia se decepcionó bastante. Yo me sentía fatal, una fracasada sin futuro. No sabía qué hacer, así que cogí las maletas y me planté en Francia. Me quedé dos años en el país, aprendiendo el idioma y trabajando en lugares sumamente precarios. Esa experiencia me ayudó mucho. Me mostró el mundo real y su dureza. Volví a España arruinada y esta vez (creía) decidida a coger el toro por los cuernos y encaminar mi vida por la dirección correcta. De nuevo iba a estudiar.

Me matriculé en LADE bilingüe, pensando que con esa carrera al menos tendría un trabajo fijo asegurado y una buena base de inglés, además del francés que ya hablaba. Sin embargo las circustancias me pudieron una vez más. Cuando empecé ya no era una niña (tenía 25 años), por lo que no conectaba en absoluto con mis compañeros de 18. Por otra parte me independicé de mis padres, y no daba a basto entre la carrera y el trabajo. Los estudios los sacaba a duras penas, ni me gustaban ni se me daban bien. Total, que (milagrosamente) aguanté 3 años de angustia, ansiedad, penurias financieras…hasta que un verano, al quedarme sin trabajo, y harta de mi vida, decidí dejarlo.

Hoy en día trabajo de camarera en un hotel. Creo que mis mayores errores han sido:

1. En primer lugar, cuando tenía 18 años, mi inseguridad y falta de motivación.
2. La elección de unos estudios (FP), por los motivos erróneos: era fácil, estaba en mi ciudad, mi madre los escogió por mí.
3. Volver a escoger estudios (sociología) sin informarme bien, y teniendo en cuenta, una vez más, la cercanía respecto de mi casa, y la supuesta facilidad frente a otras carreras más exigentes.
4. Escoger estudios (Lade internacional) por lo prestigioso de su nombre, porque estaba cerca de casa y porque en principio era “una de las carreras básicas y con muchas salidas”.
5. Me he dado cuenta (aunque ya tarde) qué importante es informarse bien y ya, con una información completa, elegir aquello que más te guste, porque la motivación va a hacer que llegues a un lado u otro, casi seguro, y va a permitirte trabajar en algo, al menos, mínimamente relacionado con el campo de tu interés, lo cual te permitirá ir siempre en una dirección correcta.
6. En mi caso nunca tuve una vocación definida, lo cual ha hecho que fracase.

El caso de Martika revela algunos errores frecuentes en nuestra toma de decisiones profesionales relacionadas con la elección de grados, máster y estudios en general.

1. Autoconocimiento débil de nuestros intereses y competencias actuales y potenciales
2. Iniciativa baja para experimentar y conocer nuevas actividades y ocupaciones, y formas de especialización en el ámbito de una actividad u ocupación determinadas.
3. Dedicación insuficiente a profundizar y profesionalizarnos en lo que ya nos gusta hacer
4. Esperar la vocación en lugar de construirla: en la vida nos puede interesar casi todo si le damos una oportunidad.

Muchas vocaciones ‘surgen’ con la especialización: cuanto más sabes de algo más te gusta. Esperar la vocación puede ser baldío.

Publicado en: Coaching para profesionales y equipos, Decisiones, Educacion, Formacion, Orientación Profesional Etiquetado como: Formacion, Orientacion Profesional

Comentarios

  1. Manuela dice

    24 marzo 2013 a las 14:34

    Hola, Alfonso:

    Hace mucho tiempo que no escribo aquí, pero siempre leo tus interesantes artículos y me quedo con algo positivo.

    Por experiencia propia, doy fe de que la vocación no surge ni se espera, se construye. Esta frase y la final son muy acertadas. Con tu permiso, lo comparto con mis colegas de profesión y amigos.

    Saludos afectuosos desde el campo.

    Responder
    • Yoriento dice

      24 marzo 2013 a las 14:46

      Manuela, un gusto verte de nuevo por aquí. Y con blog propio!! Eso me alegra más aún :-)

      Responder
  2. @myriamposada dice

    24 marzo 2013 a las 15:28

    Me ha gustado mucho la visión, tomo nota !

    Responder
  3. Francisco dice

    24 marzo 2013 a las 16:39

    Hola Alfonso,

    Tu artículo está muy bien, pero visto que hay tantas personas que se equivocan de trayectoria profesional, estudios si hace falta trabajos ¿no podríamos decir que algo funciona realmente mal?

    Podemos coincidir en que que conocerse a uno mismo es complicado, pero echo en falta más medios en la ayuda a los jóvenes para elegir sus próximos pasos profesionales, y no vale con el típico formulario para conocerse o la típica charla, sino de algo más completo y de más tiempo para conocerse y conocer al asesorado. Con algo tan crítico para el avance de país no entiendo cómo no se ponen más medios en ello.

    Saludos y a seguir así.
    Francisco

    Responder
    • Yoriento dice

      24 marzo 2013 a las 18:08

      Hay dos tareas, la social, eso de cambiar el sistema y tal. Siempre una utopía, labor siempre pendiente en la que cada uno puede y debería poner su granito de arena.

      La otra, mientras el sistema cambia, es preocuparse de la propia vida profesional, a pesar de la situación y de la educación recibidas, o precisamente por ellas.

      Responder
    • Dolores Martín Colomino dice

      24 marzo 2013 a las 23:19

      Hola Francisco, en mi opinión se unen tres carencias:
      – Servicios de orientación vocacional, dónde puedan hacer uso las personas adultas.
      – Que los servicios de orientación, tanto vocacional como laboral sean de calidad. Lo cual implica que los y las profesionales sepan y puedan atender según las necesidades indiduales, y no según los programas de empleo que estén desarrollando en ese momento.
      – Mas práxis y confianza por parte de las personas demandantes de empleo o necesidad de reorientación laboral.

      Es importante conocer para tomar decisiones correctamente.

      Dolores

      Responder
  4. Emmanuel dice

    24 marzo 2013 a las 17:40

    Buenas tardes Francisco,

    En mi opinión “conocerse” uno no es complicado, lo que pasa que exige esfuerzo, concentración y estar con uno mismo. Como lo explica arriba Martika es que ella a dejado siempre a los demas elegir por ella, y siempre ha buscado la comodidad, estudiar cerca de casa, sabiendo que lo que hacía le iba a llevar a un callejón sin salida.
    Lo que deberíamos decir a los jóvenes es hacer caso a su intuición, emociones y lo que sienten cuando están estudiando o desarrollando una actividad. Hay situaciones que no podemos y no debemos dejar en manos de otras personas. Solo se puede ayudar a una persona si previamente ella ha haya hecho su parte. Y eso pasa por lo que he escrito arriba.
    Saludos,
    Emmanuel.

    pd: Me ha gustado mucho Alfonso, te has salido como siempre. Un abrazo

    Responder
    • Yoriento dice

      24 marzo 2013 a las 18:12

      Conocerse parece fácil pero creo que lo más complicado que hay, en gran parte porque no nos han educado para hacerlo, para observar nuestros intereses y las actividades que más tendemos a hacer. Nos educaron para valorarnos en abstracto con adjetivos y no con comportamientos y gustos concretos y cotidianos.

      Por otro lado, también hay una cultura de lo que se debe que predomina sobre la cultura de los que a uno le gusta hacer. No nos motivan para descubrir lo que nos interesa y perseguirlo sino para hacernos personas de provecho ;-)

      Responder
  5. Leonor Cabrera dice

    24 marzo 2013 a las 20:22

    Estoy muy de acuerdo contigo: el autoconocimiento es vital, pero desde los 18 años hasta que nos hacemos adultos pueden cambiar mucho nuestros intereses. Ése ha sido mi caso: a los 18 años me dedicaba a hacer atletismo que me apasionaba, después he estado 15 años trabajando como periodista y ahora he comenzado a emprender sin olvidar el periodismo, que también me apasiona. Eso sí, creo que tener una buena base y haberse formado en lo que te gusta es vital para poder construir tu propio futuro. Precisamente esta mañana he escrito sobre eso en mi blog con un enfoque, creo, similar al tuyo.

    http://leonorcabrera.com/2013/03/24/empresas-por-100-euros-si-pero-no/

    Responder
  6. aparejador dice

    24 marzo 2013 a las 21:05

    Yo voy a contar mi experiencia…

    Yo hice la carrera de Arquitectura Técnica por convencimiento y con motivación, “me gustaba la obra”… , antes de terminar estaba trabajando en una pequeña constructora local, luego monté mi propia empresa de construcción, un día reparando una fachada, me di cuenta de que no había estudiado para arreglar humedades y portales de vecinos… así que cogí las maletas y me cambié de ciudad, trabajaba para una constructora a nivel nacional como Jefe de Obra, eso me gustaba…. era el año 1999 y el boom del ladrillo empezaba a despuntar. Estuve gestionando obras grandes, me sentía cómodo trabajando de 10 a 14 horas diarias, estresado todo el día, reuniones, informes, viajes, números y más números, buenas comidas, ninguna comisión (mi conciencia no me lo permite), al final todo eso se reflejaba en mi cuenta corriente y era feliz.

    Pero claro, llegó el pinchazo de la construcción, corría el año 2008 y me despidieron, los buenos resultados no son nada al final eres un gasto para la cuenta de resultados de la empresa.

    El primer año pensaba que rápidamente encontraría trabajo, con mi experiencia y mis contactos estaba tranquilo, pero el tiempo pasaba y no salía nada, mis contactos estaban en mi misma situación, así que me puse a hacer cursos para completar mi formación, inglés, ventas y negociación, gestión financiera… pero el tiempo pasaba y no trabajaba.

    Un buen día, me enteré de una oferta para talleres de empleo, los eché sin gana, desmotivado.. al final pasé a las entrevistas y me cogieron en dos de ellos… renuncié a uno y estuve trabajando en el otro…

    Como era un campo que no conocía, el de la formación me dispuse a “formarme” así que hice el Máster de secundaria. Al siguiente año también trabajé y completé mi formación con un grado.. Ingeniería de Edificación… Luego me quise especializar e hice otro máster… Eficiencia energética … luego con los recortes se paralizaron un año los programas de talleres de empleo… monté una consultoría… con lo que sabía de construcción y la eficiencia energética algo saldría.. . y efectivamente… algo sale. Finalmente comienzan otra vez los talleres de empleo y tengo trabajo estable al menos durante un año, así que me he matriculado en otro master, esta vez de prevención de riesgos laborales, el único área del que no tenía formación y me es necesaria, en fin… y en ello estoy…

    Con esto me pregunto… ¿lo mío es titulitis o necesidad?, ¿hubiera sido mejor que el dinero invertido lo hubiese dedicado a mejorar mi marca personal?

    No se que hubiese ocurrido si me hubiese preocupado de mi marca personal, lo que si sé es que tengo que pagar una hipoteca.

    Aun así, tengo pendiente el blog, a ver si saco tiempo….

    Saludos y perdón por el tostón, pero me ha servido como desahogo…

    Responder
    • Yoriento dice

      1 abril 2013 a las 01:22

      En primer lugar, felicidades, porque de ‘la nada’ has generado una alternativa profesional a corto plazo :-)

      Por supuesto, has buscado y has tenido la suerte necesaria para ser seleccionado en este ambito de la formación pública a pesar de que no planificaste ese camino e incluso te presentaste con cierta desgana como tú mismo dices. Pero para llegar a esa oportunidad antes generaste los méritos y experiencias que te la brindaron.

      Ahora que tienes una mínima estabilidad tal vez merezca la pena plantearse más opciones profesionales a medio y largo plazos considerando el empleo actual como plataforma de despegue. La cuestión es cuánto tiempo dedicar a esas opciones futuras y cuánto al mantenimiento de las ocupaciones actuales que reportan ingresos hoy. La tentación viene de seguir dedicando demasiada atención a lo que ahora tienes entre las manos en lugar de invertir más a más largo plazo. En todo caso, si los títulos que consigues son necesarios para mantener esos ingresos actuales yo no le llamaría titulitis, no?

      Solo recordaría que en tiempos de vacas gordas estamos muy a gusto como para planificar el futuro y para tomar pequeños riesgos; y en tiempos de vacas flacas solo nos queda espacio y recursos para sobrevivir. Así que los momentos intermedios son ideales para pensar más alla.

      Gracias por tu comentario!

      Responder
  7. Dolores Martín Colomino dice

    24 marzo 2013 a las 23:13

    Hola a todos y todas, he leído el caso de Martika321 y me parece fascinante el autoanálisis que realiza y las conclusiones a las que llega. Es muy valiente por su parte detectar y listar cuales considera han sido sus fallos. Me parece que es una reflexión que debería hacer muchas mas personas adultas y que si ésto conlleva una toma de decisiones acertada, tiene efectos directamente positivos sobre la satisfacción personal y profesional.

    Búsqueda de la felicidad. Una buena receta.

    Dolores

    Responder
  8. Martin dice

    25 marzo 2013 a las 12:07

    Muy buen articulo, me encantó!

    Yo creo q al final, uno tiene q explorar y descubrir cuales son sus pasiones, y al hacer eso lograra destacarse y disfruta de lo que hace siendo exitoso.

    Un abrazo,
    .M

    http://www.ofertas-de-empleo-y-trabajo.com/

    Responder
  9. Gloria dice

    25 marzo 2013 a las 13:39

    Yo pienso que todos nos conocemos más profundamente y mejor de lo que creemos, sin embargo nos dejamos arrastrar por las convenciones sociales, por la presión del entorno, por las visiones y las opiniones de otros en lugar de escuchar a nuestro Yo Esencial y hacer lo que nos pide el cuerpo. ¡Haced la prueba! Un día sólo, un finde, una semana, un mes: prestadle atención a esa Voz Interior que tanto sabe, ésa que nos pone los pelos de punta, nos encamina al llanto, a la sonrisa, al enfado… Ésa, la de cada uno, es la que sabe realmente quiénes somos y qué venimos a hacer aquí.

    A lo de que la vocación se construye, amén, Alfonso.

    Responder
  10. David dice

    25 marzo 2013 a las 13:57

    Hola!!! desde mi experiencia quiero comentar que sin tener claro una vocación a los 18 años te puedes equivocar fácilmente a la hora de elegir estudios,yo en mi caso me apasionaba la Geografia y la Historia, pero a la hora de la verdad me decanté por una carrera de empresas, por miedo a las pocas salidas laborales de G ª e H ª, hice Relaciones LAborales, sin saber muy bien ni que para que servía, y al final me acabó gustando, lo malo es que no he podido ejercer de ello, pero sigo formándome, sobre todo en idiomas, yo pienso que nunca hay que tirar la toalla, y seguri esforzándose cada dia; teneis razón una gran carencia en la orientación laboral y profesional, se debería trabajar más en ese camino..1 saludo

    Responder
  11. Marta dice

    25 marzo 2013 a las 21:07

    Hola a todos, estoy de acuerdo con lo básico, conocerse y construir la vocación. Sucede que nos vemos obligados a escoger una dirección académica/profesional con 17/18 años e incluso antes, en mi caso, ya hace años plantee, que después de la selectividad a pesar de tener buenas notas y media, necesitaba un año sabático para pensar, viajar o trabajar…un espacio de reflexión porqué no veía nada clara la dirección, pero eso era imposible,plantear en esas épocas en mi país y a mi familia un gap year…vamos…después de vivir y trabajar 8 años en el Reino Unido- me marché ya con 25 años y con una licenciatura bajo el brazo que dicen que no sirve para nada-sabía que debía marcharme para poder beneficiarme de otros entornos culturales menos rígidos, acabar de aprender la lengua que me apasionaba e independizarme. Los servicios de orientación en el Reino Unido, Career Guidance están regulados y profesionalizados…y un punto que me gusta es que no por haber estudiado x debes encajar en un recuadro x, sino que puedes entrar en otras profesiones porqué tus competencias y habilidades son válidas…cuanta más experiencia de vida tengamos, más nos conozcamos… mejor elegiremos, más sabremos, hemos de ir construyendo nuestro camino y no dejarnos influenciar por aquél que realmente no sabe, aunque quiera lo mejor para nosotros..yo animo a tener una experiencia internacional, no sólo porqué aquí tenemos la situación que tenemos sino porqué realmente te aporta ese conocimiento de uno mismo y te abre la mente a otras formas de hacer y costumbres.

    Responder
  12. OscarSVQ dice

    27 marzo 2013 a las 02:57

    Muchos ánimos Martika también desde aquí

    Responder
  13. Guillermo dice

    27 marzo 2013 a las 13:18

    Hola Alfonso!
    Muchísimas gracias por la oportuna orientación, este como muchos otros post que he leído por aqui me han encantado.
    Desde que le conocí en el salón Mi empresa confirmé que leerle es casi lo mismo que tenerle en frente, me siento un privilegiado en tenerle en mis círculos sociales.

    Guillermo

    Responder
  14. Jonathan dice

    28 marzo 2013 a las 08:26

    Excelente post! me ha caído como anillo al dedo!

    Responder
  15. Laura Carvajal dice

    5 abril 2013 a las 17:43

    Hola Alfonso,

    Estuve ayer en tu conferencia en Barcelona, 04/04/2013. Excelente y lo que más me gustó, fue cuando te tomaste el tiempo para hablar sobre “titulitis” es cierto, todo lo que has expuesto en este artículo y en esa exposición. La gente cree que con más títulos y más estudios encontrará el trabajo de sus sueños o será un líder empresarial, incluso juran que serán emprendedores después de un curso o master. Lo primero que te dicen los empresarios de éxito, es que ellos hicieron mil intentos y no pararon de vender su idea, por cada no, estaban en la búsqueda de un si.
    Los líderes empresariales te cuentan, que aprendieron más en la empresa con e día a día, que en la universidad, que es la práctica constante lo que les enseña, que aprenden en seminarios, conferencias, convenciones, cursos especializados más que en cualquier Master. Eso nos puede dar una idea de lo que sucede con tantos años de estudio.
    Te puedo comentar un caso, cuando les digo a los ejecutivos y empresarios que es necesario mejorar las habilidades de hablar en público, muchos me dicen que si, pero ese fenómeno es mejor recibido en Latino América, pero en España no. Son muy pocos quienes quieren desarrollarlo y quienes lo hacen se hacen en poco tiempo mejores líderes. Ayer en tu intervención, cuando le preguntaste al chico, si quería los 5 euros o prefería presentarse y resumir en 30 segundos su CV para tener la oportunidad de ofertarse en ese momento; y él te dijo que prefería los 5 euros. Yo sólo pensaba en la magnífica oportunidad que perdió de promocionarse ante más de 500 personas en ese lugar.
    Como lo dijiste, eso pasa, cuando se creen más pocoyo, que muchoyo.

    Saludos :o)

    Responder
  16. Laura Vivas dice

    8 abril 2013 a las 16:15

    Hola! Normalmente tus posts los leo, los viralizo, y muy pocas veces los comento…. Pero este me ha gustado tanto y me parece tan interesante que tengo que comentarlo.
    Estoy muy de acuerdo con lo que dices a propósito del comentario de la chica, y creo que el problema de fondo es que vivimos en una sociedad que nos pide títulos y todos los reconocimientos posibles si queremos optar a buenas oportunidades de trabajo y sueldo; y en base a eso la familia, con la mejor intención del mundo, te presiona para que elijas tu futuro a una edad que por lo general uno no sabe “ni dónde está parado”. Pero bueno, el sistema es así y ya está, queda entonces el autoconocimiento como has dicho, y tomando en cuenta el contexto creo que es algo que cada uno debemos procurarnos si queremos hacer algo que nos haga felices.
    Yo llevo buscando 36 años, uffff, he hecho de todo, y creo que todo eso me ha servido de mucho, tengo título, que también me ha servido y me sirve… pero creo que lo básico es establecer lo que queremos, lo que nos gusta y cultivarlo, aunque a veces signifique tomar elecciones que a los demás no les guste.
    Cuando tenía 15 años veía los 30 muy muy lejos, como solo se ve a esa edad, pensaba, por lo que veía a mi alrededor, que cuando cumpliera 30, solo por tener esa edad ya tendría clariísisisisimo mi futuro, yo veía a la gente establecida y pensaba que era así, y que esa gente que veía había tomado SUS decisiones… ahora que pasé hace rato al “tercer piso” me doy cuenta de que no, que muchísima gente a mi edad no tiene nada claro lo que quiere, simplemente se han dejado llevar. Yo lo he hecho en varias ocasiones, pero me niego a quedarme en el dejarme llevar. Me da pánico
    Hay una personita muy querida para mí veinteañera que creo necesita leer tu post, se lo pasaré y ojalá que la ponga a pensar. Gracias Alfonso

    Responder
  17. cerebroalafuga dice

    9 abril 2013 a las 09:52

    Muy buen artículo. Yo que nací en el 1986 estoy viendo como en estos momentos, los amigos que estudiaron carreras de letras, están la mayoria sin trabajo y totalmente bloqueados. Su primera excusa es que nadie les avisó. Pero ahora que empiezan a saber de qué va la vida, siguen haciendo masters relacionados con ese tema, lo cual no les ayuda.
    Yo tuve la suerte/puntería de hacer una ingeniería, y la escogí mas que nada porque se me daban bien las ciencias, y socialmente era lo que me tocaba. Ahora que vivo en Alemania, la verdad es que me gusta ver como consiguen tener gente en todos los niveles, y ver que aunque seas un electricista o un mecánico, eres igual de importante que un ingeniero. Así que creo que deberían fomentarse los estudios de FP, darles buena prensa, y dar números claros en las carreras de que % de salida profesional tienen cada carrera. Así quizá se mejoraría la situación actual donde la titulitis y las altas expectativas de los jóvenes llevan a su bloqueo

    Responder
  18. Marta94 dice

    9 abril 2013 a las 10:18

    Tienes toda la razón, ese es mi problema precisamente, tengo 19 años y no encuentro ninguna carrera o profesión que me llame la atención, ya comienza el estrés y la preocupación, la pregunta de que hago con mi vida.
    Como bien dices se trata de buscar tu vocación, pero claro, como se supone que encontrare mi vocación si no tengo ninguna mínima idea de que podría hacer, de cual sería la carrera adecuada, que tenga salidas en un futuro…
    Mi pregunta es esa, como puedo encontrar algo a lo que dedicarme?? Necesito ayuda, ya he perdido un año y sigo perdidisima.
    Gracias y un saludo!

    Responder
    • Ana dice

      26 abril 2013 a las 12:17

      Hola Marta,
      Yo creo que lo primero que hay que hacer es pensar en lo que a uno le gustaría hacer, no pensar en carreras ni estudios, sinó centrarse primero qué le gusta a uno y cuántas habilidades tiene. A veces los demás nos dan pistas: eres buena en esto o lo otro. Lo ideal sería que tu hobby se convierta en tu trabajo. Tampoco hay trabajos mejores ni peores. De todos se puede vivir con dignidad si uno es bueno en lo que hace. Si no sabes lo que te gusta, haz una lista con lo que no te gusta. Inútil estudiar secretariado si no te gusta el orden o hacer pinitos en política si odias o no te motiva hablar en público y te dan igual los problemas sociales.
      Infórmate de diferentes estudios. Los centros mismos te darán toda la información que necesites.
      Un saludo a todos.

      Responder
  19. Virginia dice

    24 junio 2013 a las 23:22

    Buenas, Siento no estar de acuerdo contigo. Y mi experiencia me avala. Tengo 39 años, 2 titulaciones universitarias, la última (Licenciatura en Marketing), la acabé en septiembre de 2012, tras empezarla en septiembre de 2010. Decidí hacer la licenciatura tras un despido improcedente en el 2010, y la necesidad de ponerme a trabajar. Hasta entonces había estado trabajando en el campo del Marketing, como técnico. Así que, estudié el mercado laboral y la oferta de empleos para lic. en Marketing era más que suficiente para animarme a realizar los estudios (el paro era nulo, o pongamos casi nulo, siempre hay alguien que no encuentra no?), pues bien. Tras acabar mis estudios, curso por año, y con buena notas, a pesar de mis responsabilidades familiares,(tengo dos pequeñas), lo cual ha supuesto algo más de esfuerzo que el resto de mis compañeros, 15 años menores que yo, lo cual no ha sido impedimento para relacionarme con ellos…EN ABSOLUTO!!, me encuentro que realmente AHORA.. no hay NADA. Estoy en la fase de “AUTOCANDIDATURA” y todos los directivos terminan diciendome lo mismo.. mi CV está genial.. pero.. NO HAY DINERO PARA CONTRATACIONES. y el estado tampoco ayuda, siendo recien licenciada, NO PUEDO OPTAR A NADA!! ya que el requisito que SE EXIGE, es el de SER MENOR DE 35 AÑOS!! como si los que fuesemos mayores de 35 y recien LICENCIADOS no fuesemos más válidos o menos que los menores de 35!! REALMENTE INJUSTO Y DIRIA..ANTICONSTITUCIONAL!! Y no, no es problema de una mala elección…. Estudié porque me gustaba, y con la cabeza, sabiendo a donde me metia, y porqué lo hacía… y no es problema ni mio por una mala decesión…. el problema es la situación actual y los políticos no ayudan mucho.. por no decir que hacen completamente lo contrario. Con esto espero ANIMAR A TODOS AQUELLOS QUE QUIERAN ESTUDIAR POR QUE LES GUSTE… EL SABER NO OCUPA LUGAR…. Y la situación económica actual del pais no debe influir en la decisión de si estudiar SI O NO, o el qué. Un@ no se equivoca cuando decide ESTUDIAR…. todo lo contrario.
    Saludos a tod@s

    Responder
  20. Pilar Inn dice

    12 agosto 2013 a las 18:31

    Hola Alfonso y “comentaristas”:
    Yo de niña no daba palo al agua en el colegio y como era tímida y no daba problemas nadie se preocupo de llevarme a algún orientador para saber porque. Mi madre me puso a trabajar en el negocio familiar y, como imaginareis, fue un desastre. Me quede en paro con 34 años y sin oficio ni beneficio.

    Me puse a estudiar bachillerato y espero terminar en septiembre. Intento contactar con gente que haya estudiado el grado superior de FP de comercio y marketing y nadie responde.Agradecería cualquier ayuda porque ya no soy una cría para estudiar cosas que no son para mí. He aprendido mucho con el artículo y los comentarios de la gente y quiero ponerlo en práctica.

    Os pongo también un enlace a mi blog, donde relato mis experiencias como estudiante mayor.

    Gracias a todos.

    Responder
  21. Elena dice

    9 enero 2014 a las 23:29

    Mi caso es el contrario: tengo tres carreras, he dedicado los últimos 10 años de mi vida en formarme en lo que siempre había sido mi vocación: Educación especial, Trabajo social y Psicopedagogía. Sin embargo, la sensación que tengo ahora es de no haber dejado de tomar decisiones equivocadas.
    Primero escogí Ed. Especial porque estaba en mi ciudad, cuando lo que quería hacer era Trabajo Social. Acabé y me dieron una beca de prácticas como monitora en un aula de integración. No hice mucho por mantener aquello y al acabar, aunque me había gustado y estaban muy contentos conmigo, decidí irme a otra ciudad a estudiar Trabajo Social. Segundo premio al mejor expediente de mi promoción. ¡Qué gran futuro le espera a esta niña! Hice las prácticas en un Centro de educación especial, me encantó, quería dedicarme a ello… Pero también hacer un máster. “Aún soy muy joven (24 años, año 2010)”, pensaba. Me propusieron quedarme como voluntaria y más adelante ya se vería. Me decanté por el máster… en el que no me aceptaron, así que me metí en Psicopedagogía. Una carrera que prometía mucho más de lo que fue en realidad.
    Quienes cogieron la opción del voluntariado están hoy trabajando.
    Y así llegamos a la actualidad, 28 años, mucha formación y casi ninguna experiencia. Mucha inseguridad y poca valentía. Siento que he desperdiciado 10 años de mi vida en hacer lo que me gustaba. Que he elegido mal muchas veces. Que no sé hacer nada. Y que no sé por dónde tirar. Porque trabajo de lo mío no encuentro y tampoco tengo confianza en mí para moverme sola.
    Necesito reinventarme y no sé cómo.

    Responder
    • Carly dice

      17 abril 2014 a las 01:25

      Hola Elena,

      He decidido escribir en este blog porque me siento muy identificada con tu historia.

      Hace casi 10 años, cuando terminé 2º de Bachillerato, pensé en estudiar el FP en Educación Infantil. Me gustan mucho los chiquillos, pensaba que se me daría bien y además, no me veía estudiando una carrera, porque mis notas habían sido mediocres e incluso había repetido 1º de Bachillerato. Había aprobado 2º de Bachillerato en la convocatoria de septiembre, por lo que me quedaba poco tiempo para elegir y pocas opciones, pues ya estaban todas las plazas muy escogidas por quienes habían aprobado en junio. En aquélla época Jardín de Infancia, era una profesión muy demandada y no pude entrar. En cambio, me dieron plaza en un FP de Imagen Personal, pero ésta era mi última opción y no me hacía mucha ilusión.

      Finalmente, animada por una amiga y por tal de no malgastar un año sin hacer nada, decidí presentarme a selectividad para ver si con suerte aprobaba y podía meterme en alguna carrera. En poco tiempo, me preparé los exámenes y aprobé. La solicitud de preinscripción a la universidad, estaba encabezada por Turismo, Filología Inglesa, Magisterio de Educación Infantil, Psicología y Derecho. Me decanté por estas dos relegando a Educación Infantil a un 3er plano porque se me daban bien los idiomas y me imaginaba viajando por el mundo haciendo de guía turístico. En realidad, no me visualizaba cuidando niños, ya que soy una persona con poca paciencia con los críos.

      Terminé la carrera también con notas mediocres, no sin antes haberme visto celeste para aprobar Contabilidad y Economía. Yo venía del Bachiller de Humanidades así que imaginaros… Me fui un año a Francia de Erasmus y además de aprender el idioma, allí tuve la mejor experiencia laboral que he tenido en mi vida (tampoco es que hayan sido muchas como para comparar, pero le guardo un cariño especial), trabajando como guía turística en un museo, pues aproveché para hacer mi Practicum allí. De regreso a España, estuve trabajando un verano como recepcionista en una oficina de turismo, pero en septiembre se acabó y tuve que volver a decidir qué hacer con mi futuro. Así que me metí en un Máster de Turismo, del cuál salí con buenas calificaciones y con el Premio al Mejor Trabajo Fin de Máster de mi promoción. Este Trabajo Fin de Máster fue mi primer contacto con la investigación de mercados, una experiencia que llegó realmente a calarme muy hondo…

      Durante el tiempo que estuve realizando este trabajo de investigación, encontré un trabajo como recepcionista de hotel. Al principio estaba muy entusiasmada, me gustaba interactuar con los clientes y atender sus necesidades, pero poco a poco me fueron cargando con turnos de noche y me empecé a quemar. Apenas dormía, comencé a perder mucho peso y a tener problemas con mi novio, a quién comencé a dedicar muy poco tiempo. Al final no pude más y le dí portazo al trabajo, no me encontraba bien y decidí que ya era hora de priorizar mi salud.

      A los 25 años, me dí cuenta de que con la Diplomatura de Turismo nunca llegaría lejos, y acabaría siendo explotada una y otra vez en trabajos donde nunca podría llegar a desarrollarme profesionalmente. Además, comencé a tener ganas de estudiar y contraje “Titulitis”, llegando a hacer todos los cursillos de formación que caían en mis manos (redes sociales, inglés, prevención de riesgos laborales, etc.), a veces incluso 3 o 4 simultáneamente. Así mismo, llegué a pensar que iba siendo hora de cambiar radicalmente de profesión, tirar por otros derroteros y optar por una carrera con más y mejores salidas profesionales. En estas que me decidí por estudiar ADE.

      Como siempre había sido un 0 a la izquierda con las mates y todo lo relacionado con números, llegué a pensar que me costaría la vida aprobar. Sin embargo, esta creencia no me echó para atrás, es más me armé de valor y pensé que si me esforzaba mucho y ponía voluntad y empeño, finalmente lo conseguiría. Así fue como el primer curso lo saqué con notables y algún sobresaliente que otro, aunque me quedaron 2 asignaturas. El segundo curso, fue aún mejor pues conseguí aprobar las 2 de primero y todo segundo (ojo, también he de reconocer que si para algo me ha servido Turismo es para convalidar algunas asignaturas en ADE!!). El caso es que ahora me encuentro en tercero de ADE, y estoy muy desmotivada, pues cada vez que pienso en mi futuro, no me visualizo trabajando en nada que esté relacionado con números, a lo sumo en algo relacionado con Marketing. De este modo, tengo una sensación de vacío y de frustración porque pienso que he perdido el tiempo durante estos 10 años, y que nunca voy a llegar a ser una experta en finanzas o en contabilidad, porque realmente no es lo mío, no se me da bien, no tengo vocación para estas profesiones, ni motivación. Es más me da la sensación de que voy a terminar siendo una profesional de todo y de nada, una persona polivalente, que en realidad no se encuentra especializada en ningún campo.

      Si en algo considero que destaco es en el campo de la investigación social, porque tengo una personalidad analítica y curiosa, y me encanta estudiar el comportamiento humano, probar teorías y llevarlas a la práctica, cuantificar datos, entrevistar a la gente y que me cuenten sus experiencias, etc. Por otro lado, desde hace un año y pico, que empecé a dar charlas como voluntaria de Cruz Roja, he descubierto que también me interesa la docencia.

      Por cierto, estoy Doctorando en Marketing, más concretamente realizando una tesina, pero últimamente estoy estancada, no consigo motivarme ni concentrarme lo suficiente como para escribir, a pesar de que ya me queda poquito para terminar…No hago más que perder el tiempo y procrastinar, y estoy comenzando a desesperarme pues no sé si aguantar el tirón y terminar las dos cosas o dejarlo todo y hacer lo que realmente me apetece.

      Últimamente he pensado en estudiar Psicología, porque por un lado se trata de una profesión que te posibilita el montarte por tu cuenta y por otro lado, tiene esa rama de investigación que me parece tan interesante.

      Sin embargo, otras veces pienso que llevo prácticamente toda la vida estudiando y es como si mi cabeza no diera para más, a veces me planteo que debería dedicarme a algo más físico. Veréis, últimamente estoy aprendiendo a bailar y he descubierto que no se me da nada mal, incluso he pensado en hacerme monitora de baile o algo así. La verdad es que es una actividad con la que me divierto mucho y que me ayuda a descargar energía.

      En fín, que tengo 28 años y que no tengo nada claro, y realmente me aterra entrar en los 30 sin apenas experiencia laboral y verme con la puerta en las narices. Pero a su vez, me da verguenza poner fin a mis estudios actuales, porque mis padres me han ayudado en parte a sufragar estos gastos y no quiero decepcionarles.

      Saludos y perdonad la parrafada!!

      Responder
  22. Javier dice

    7 abril 2014 a las 01:05

    Saludos sr. Alfonso

    Mi nombre es Javier y tengo 21 años. Le escribo porque he leído varios artículos en esta página y me gustaría que, si fuera posible, me indicase tras la exposición de mi caso, si las decisiones que llevo tomadas y la planificación sobre mi futuro laboral que he elaborado son las que usted recomendaría a cualquiera en mi situación.

    Estoy en mi tercer año de estudios en un Grado de Educación Primaria y en mi primer año de estudios de una formación profesional de grado superior en Administración y finanzas. Tras obtener mi título de bachiller, el cual estudié simultáneamente mientras trabajaba en una Escuela Taller de Energías Renovables impartida por el ayuntamiento de mi ciudad, decidí escoger esta carrera por varios motivos: mi vocación, descubierta a traves del voluntariado, de trabajo con los niños, la entonces aparente seguridad del futuro puesto docente y por último, la posibilidad de acceder, según los planes estudios previos a Bolonia, a la licenciatura en periodismo posteriormente. Tras empezar estos estudios gracias a becas y ahorros familiares, el año pasado suspendí un par de asignaturas, lo que me llevó, dado que mi media no era muy brillante, a perder, con la nueva reforma educativa, el acceso a la beca. Como mi plan inicial era terminar mi grado en otra ciudad en una especialidad muy diferente, pero por motivos económicos no era ay viable esa opción, opté pro terminarlos aquí y empezar a su vez, una formación oficial que me ayudase no solo a rellenar el tiempo, pues me considero una persona muy activa, si no ademas a favorecer mis posibles opciones laborales. De ahí que, siendo un estudiante de “letras” puro y duro, decidiera ampliar aún mas mi curriculum metiendome en una formación de grado superior basada en las ciencias económicas. Actualmente no estoy muy contento con estos estudios, aunque pretendo terminarlos porque estoy aprendiendo cosas útiles y además la titulación me servirá para aumentar mi puntuación de cara a unas futuras oposiciones para el cuerpo docente, futuro al que me veo dirigido. En mi calendario también se incluye la obtención de un título oficial de ingles, lengua que eh ido dominando tras muchos años de práctica y gracias a mi hobbie, las series extranjeras. También en este tiempo he sido capaz de obtener una titulación extra como monitor de ocio y tiempo libre, y el año pasado concretamente, empecé una asociación dedicada a la educación (la cuál se ha visto frenada por motivos imprevistos pero volverá a estar operativa en breve).

    Discúlpeme de antemano por la parrafada y lectura “tostón” a la que le he podido someter, pero no dejo de pensar en mis ratos libres en mi futuro económico y sobretodo, laboral, por lo que me veo recurriendo a expertos como usted.

    Muchas gracias de antemano por su tiempo y un cordial saludo

    Javier.

    Responder

Trackbacks

  1. Bitacoras.com dice:
    24 marzo 2013 a las 18:21

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: {lang: ‘es’} En la vida nos puede interesar casi todo si le damos una oportunidad. La ˜vocación ™ no surge ni se espera, se construye. ¿QUÉ ESTUDIAR? ¿Por qué la gente estudia lo que estudia? ¿Por qué seguimos hacie……

    Responder
  2. Principales Páginas webs de Networking | Networking dice:
    1 septiembre 2013 a las 20:51

    […] https://yoriento.com/2013/03/como-no-elegir-los-estudios-el-caso-practico-de-martika-770.html/ […]

    Responder
  3. ¿Equivocarme en mi formación es definitivo? Hay vida después de los 30. | OscarSVQ - #DespertandoMentes dice:
    9 septiembre 2013 a las 09:43

    […] contestaron y aportaron puntos de vista distintas personas. Una de ellas fue Martika, que exponía su pena por haber fallado en todos sus intentos académicos anteriores y que se sentía vacía a sus 30 años de edad debido a esa […]

    Responder
  4. 7 claves para desarrollar tu talento y tu empleabilidad. Cap2 - Yoriento dice:
    22 octubre 2015 a las 20:51

    […] también las malas elecciones profesionales de Martika: “Yo me he equivocado siempre, una y mil veces he hecho el tonto… ahora tengo 30 años […]

    Responder

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