Nuestros followers dicen quiénes somos; nuestros followings, lo que queremos ser
¿Cómo se define y mide el éxito en las redes sociales en general y en Twitter en particular? Desde mi punto de vista, éxito es alcanzar los objetivos que te propones, y no somos los demás quienes debemos valorar la pertinencia o no de los objetivos de otras personas. Medir los logros en redes es por tanto medir los indicadores asociados a las metas concretas propuestas. ¿Alcanzar muchos seguidores en Twitter es una muestra de éxito? ¿Si utilizas técnicas o estrategias comerciales para obtener followers ese éxito es menos legítimo? ¿Si te siguen muchos pero no sigues a nadie, pareces mejor profesional? Pues eso, que depende de los objetivos. Y de saber gestionar el carácter asimétrico de Twitter para llegar a buen puerto profesional en lugar de acabar tuiteando sin pena ni gloria:
“Lo normal en Twitter es ser completamente asimétrico, seguir a quien te interesa independientemente de que te siga o no, mientras que practicar la simetría siguiendo a todo aquel que te sigue a ti suele ser una práctica identificada con el spam o con el uso por parte de agencias y medios de comunicación.”
Este artículo está motivado por el análisis de Enrique Dans @edans en su blog, Entendiendo Twitter: sobre la asimetría, la información y el número de retweets. En mi opinión hay tres factores relevantes que determinan el carácter y ‘eficacia’ de una cuenta Twitter profesional y, en general, de cualquier cuenta en redes sociales: contenidos, networking y reputación.
El peso de cada factor y la interacción entre los tres, marcan el perfil, alcance y éxito profesional 2.0, siempre en función de los objetivos propuestos, y determinan las 10 verdades del barquero sobre Twitter, como podréis leer más abajo.
3 factores para el ‘éxito’ en las redes sociales
Las redes sociales aumentan tu visibilidad pero no tu ‘interesantibilidad’
Twitter es un medio de comunicación, y como tal es asimétrico, como la televisión. En este sentido, la red del pajarito y en general, las redes sociales, se articulan en torno a unos (pocos) nodos especialmente emisores y a otros (muchos) especialmente receptores.
La diferencia entre los medios sociales y los convencionales es que los primeros son abiertos, ofrecen la posibilidad de que cualquier persona, profesional u organización se convierta en emisor. Ahora bien, la capacidad de congregración alrededor de sus mensajes dependerá de la calidad de sus contenidos, de su inteligencia para segmentar temas, de su habilidad para crear una comunidad alrededor y, por supuesto, de su relevancia previa o actual en contextos convencionales fuera de las redes.
Hay cuentas interesantes por sus contenidos propios, por ejemplo, muchas relacionadas con el mundo del humor y la actualidad, como @elbaronrojo; otras que lo son por los buenos contenidos que seleccionan y comparten de otras fuentes, ya sabéis, lo de ‘content curation’; y muchas otras cuentas que resultan atractivas precisamente porque son una mezcla, permiten seguir contenidos originales de un profesional u organización alrededor de una temática, pero también acceder a la información ajena que este profesional u organización considera valiosa en ese ámbito, lo que facilita mucho el conocimiento de un sector.
Los demás no tienen tanto interés en leernos como el que nosotros tenemos en tuitear
2. Networking
Seguir a alguien puede ser una cuestión de empatía, decidir leerle es una cuestión de interés.
Twitter es un medio de comunicación pero también es una red social. Seguir a una parte importante de las personas y profesionales que te siguen puede tener como objetivo mostrar una actitud abierta y conversadora, no necesariamente ser una estrategia de obtención de followers. El mero hecho de poder enviar un DM a una persona la hace más cercana y accesible, especialmente cuando el destinatario es muy popular.
Es cierto que mantener muchos followings hace difícil el seguimiento en timeline de los que consideras más interesantes, de los que realmente quieres leer con continuidad. Pero para ello se pueden utilizar listas en las que incluir cuentas por temas y/o por prioridad.
-Mamá, en Twitter me dicen interesado
-¿Y eso por qué, hijo mío?
-Si me haces RT te lo digo
3. Marca personal y reputación online
Twitter mejora la autoestima: podemos parecer interesantes sin el riesgo de tener que demostrarlo en una conversación
El tamaño no importa… si ya eres grande. El número de seguidores puede ser importante profesionalmente hablando porque ese indicador afecta a la reputación digital pero también por otras cuestiones más prácticas: los resultados de las búsquedas de cuentas se ordenan en función de ese número, por ejemplo, en aplicaciones especializadas como @socialbro.
Muchas cuentas y profesionales del mundo del marketing y del socialmedia se plantean como objetivo alcanzar un gran número de seguidores. Su lógica es razonable: si quiero prestar servicios ‘socialmedia’ para ayudar a mis potenciales clientes a conseguir influencia y relevancia en las redes, debo conseguir yo mismo influencia y relevancia ‘lo antes posible’, y tener más seguidores que la competencia es una forma de aparentar esa influencia. Podría decirse que muchos profesionales y agencias de comunicación y de marketing intentan seguir la estrategia ‘para parecer experto en socialmedia, también tendrás que ser experto en parecerlo.’
No digo que justifique esta estrategia ni, por supuesto, las malas prácticas que en ocasiones pueden acompañarla, por ejemplo, hacer following a muchas cuentas de forma automática para posteriormente dejar de seguir a aquellas que no ‘devolvieron’ el follow. No las justifico, pero pongo en evidencia que la necesidad de posicionamiento y de reputación profesional rápidas motivan este tipo de prácticas por parte de algunas cuentas que son fácilmente identificables.
La reputación genera oportunidades y la profesionalidad las aprovecha. O no.
Las 10 verdades del barquero sobre Twitter
- Las redes sociales aumentan tu visibilidad pero no tu ‘interesantibilidad’. Parafraseando a @edans.
- El tamaño no importa si eres grande. Dicho de otra forma, el tamaño siempre importa, lo difícil es determinar para qué.
- Un buen profesional tiene el perfil de followers que ha decidido tener, no necesariamente el número de followers que merece tener. Tener más seguidores no te hace mejor profesional, pero sí un profesional con más recursos potenciales. Otra cosa es qué haces con ellos.
- Si tu objetivo en Twitter es profesional, lo importante son los clientes que consigues, no los seguidores y las estadísticas. En palabras de @alfonsoromay, “quien se obliga a mantener Klout no tiene influencia, es influenciable.”
- Si quieres tener más seguidores, dale cariñito a los que ya tienes. La calidad y el prestigio a medio y largo plazos tienen que ver mucho más con los contenidos y la conversación que con el marketing.
- Las redes sociales son meritocráticas pero sobrevaloran dos habilidades: la gestión de contenidos y el networking online. Los grandes profesionales son ‘penalizados’ en la Web 2.0 si no saben seleccionar y compartir información de interés y/o no cuentan con apoyos en las redes.
- Sin un blog eres un sin techo digital, todo el día tirado en las redes sociales. Aunque elijamos Twitter para estar al día, sin
Google ReaderFeedly (u otro lector de feeds) eres un indocumentado 2.0 ;-) - Seguir a alguien puede ser una cuestión de empatía, decidir leerle es una cuestión de interés. Y son dos objetivos diferentes, relacionados por un lado con el networking y las relaciones, y por el otro, con los contenidos y la relevancia.
- Nuestros followers dicen quiénes somos; nuestros followings, lo que queremos ser. O, dicho de otra forma, las personas a quienes seguimos muestran lo que queremos; aquellas que nos siguen, lo que damos.
- Muchas personas que dicen que en Twitter no hay normas, son las mismas que critican qué y cómo tuitean los demás. Un pringao no es quien persigue metas (supuestamente) inalcanzables o absurdas sino quien critica los objetivos ajenos en lugar de perseguir los propios. También en las redes. Vive y deja vivir, tuitea y comprueba si tu vida mejora por ello.
¿Cuál es la undécima verdad sobre Twitter que tú añadirías? Yo añado esta idea de @serafincuidando:
“En Twitter te lee más gente de la que crees e influyes menos de lo que piensas.”
Twitter es la plaza del pueblo a donde acudes a ver qué está pasando, qué se cuentan tus vecinos. La actitud debe ser la de interactuar, participar, aportar, escuchar y responder.
Juanjo, la metáfora de la plaza del pueblo nunca me pareció muy ajustada para definir Twitter, porque no implica dos importantes conceptos: la globalidad y la asimetría, la posibilidad de no hablar ni escuchar a quien no queremos ;-)
Lo más complejo de las redes sociales no es conectar si no desenchufar.
Hablando la semana pasada con Dolors Reig llegábamos a esta conclusión. Las redes nos proporcionan mucha información y conexiones al precio de ruido y tiempo invertido.
Aportar silencio y tiempo de calidad para nosotros mismos y nuestros seres queridos es imprescindible para no perderse.
En realidad dedicar tiempo a las redes es dedicárselo a contenidos y relaciones. La familia siempre tiene que perder antes tan serios enemigos porque ofrece menos ‘interesantibilidad’.
En definitiva, Twitter es lo que tú quieres que sea. Como todo en la vida.
O lo que puedes que sea. Hay demasiada gente centrada en criticar cómo lo hacen los demás en lugar de buscar modelos a los que seguir.
Alfonso estoy de acuerdo con que a los seguidores hay que tratarlos con cariño, pero sin excesos, y aplicando contenidos frescos y novedosos.
Y es que como dice el refranero “Tanto cariño, mato al niño.”
Pues eso, con cariño significa con buenos contenidos, no con buenas intenciones :-)
Alfonso: Me han gustado tus reflexiones. Es un buen resumen, equilibrado, respetuoso con la diversidad y cargado de sentido. Me han interesando especialmente los puntos 8 y 9. Lo que explicas de la diferencia entre “seguir” por empatía (networking) y leer por interés (contenidos), ayuda mucho a resolver algunos conflictos que se nos dan a veces con la famosa asimetría. Y lo de que “nuestros followers dicen quiénes somos” es realmente cierto, tanto en cantidad como en calidad, aunque esto último sea también difícil de juzgar porque algo relativo a cada persona.Yo sigo, efectivamente, a gente de la que quiero aprender, por la que siento afecto o que admiro por alguna razón. Pues nada, enhorabuena por la entrada, que es muy buena.
Un abrazo, networker… :-)
Gracias, Amalio. Un abrazo hoy desde #ebe12 con mucha intensidad http://eventoblog.com/programa-ebe12
Pues no aporta clientes, pero la “interesantibilidad” que da acudir el martes por la mañana con el niño de cuatro meses colgando del pecho o pasear los miércoles al sol con la abuela no te los da twitter ni con cientos de followers (con miles todavía no lo he probado)
Como tantas veces, muy buenas reflexiones.
Otras redes sociales tienen piloto automático y vuelo seguro. Twitter es un viaje a lo desconocido en el que uno conoce el lugar de origen y nunca el destino. Twitter consigue hacer amigos en veinte tuits y enemigos en un solo tuit. Twitter es una enfermedad adictiva, twitter es una mujer en un mal día o una mujer loca y enamorada, twitter es el salto de Félix Baumgardner con muchos testigos. Twitter es pilotar una avioneta sin muchos medios y escapar por la ventana sin paracaídas
Buen artículo y buenas reflexiones, aunque algunas sean discutibles porque no es lo mismo empezar de cero que tener una reputación online ya consolidada y lo segundo evidentemente no se consigue estando presente sólo en Twitter.
En cuanto a las prácticas de conseguir seguidores hablas de los que dejan de seguir si no te devuelven el follow. Normalmente son las cuentas con mayor influencia las que no dan Follow Back y en algunas se aprecia una obsesión por alimentar el ego incrementando el Ratio seguidores vs seguidos. Por último no hablas de la práctica que cada vez es más habitual y es precisamente seguir para conseguir Follow Back y en cuanto lo hacen dar Unfollow, algo que me parece estúpido y que va contra la esencia de Twitter.
José Luis, no tengo tan claro que el comportamiento en Twitter y, en general, en las redes sociales deba ser diferente para el que empieza respecto del que ya tiene una ‘reputación consolidada’. En esencia, los valores son los mismos: aportar valor.
La estrategia de ‘seguir para que te sigan’ que comentas, solo se basa en obtener números. No la sigo, obviamente, pero entiendo que algunas personas y empresas que intentan vender sus servicios en el socialmedia caigan en la tentación de intentar aparentar tener influencia, y lo que tienen más a mano es intentar parecerlo aumentando el número seguidores, que es muy diferente. Cada uno hace lo que puede, allá ellos.
Para mi es una herramienta de desarrollo personal sin límites. También una forma de expresión creativa.
Para mí, la gran ventaja de twitter son las listas, que te permiten filtrar el ruido y seleccionar solo a aquellos a los que quieres oír en el momento en el que quieres oírlos, algo que no tienen el resto de las redes (ni siquiera los círculos de Google plus, a pesar de que es lo más parecido).
Twitter no deja de ser un microblog. Si no eres un buen bloguero, tampoco serás un buen tuitero.