“¿De qué sirven las raíces si no las puedes llevar contigo?” Gertrude Stein
Hace una semana publicaba ’28 ideas de El pequeño libro de las grandes decisiones’. Hoy os traigo una breve reseña de su gemelo, ‘El pequeño libro de los grandes CAMBIOS’, de los mismos autores, Mikael Krogerus y Roman Tschappeler.
En el blog hablamos de reinvención profesional en un artículo que fue muy popular: 7 razones por las que Buenafuente no quiere reinventarse, pero las 150 páginas de este libro no se posicionan sobre la necesidad o conveniencia de los cambios, simplemente tratan de explicar por qué ocurren, y para ello utilizan 50 modelos conceptuales y aplicados. Cómo muestra, os dejo con 17 ideas que me parecieron interesantes (¿con cuál te quedas?) y, a modo de ejemplo, un modelo para la toma decisiones basado en ocho estrategias que me pareció práctico. Tuitearé algunas de estas frases y contenidos con el hashtag #librocambios, por si lo has leído también y quieres aportar las tuyas ;-)
17 ideas de ‘El pequeño libro de los grandes cambios’
- “Si no quieres que algo que vas a hacer salga a la luz mejor que no lo hagas.” Eric Schmidt (Google)
- “La locomotora que nos transportó desde la sociedad prehistórica tribal, por la esclavitud, hasta la democracia es la lucha por el reconocimiento.” Hegel
- “¿De qué sirven las raíces si no las puedes llevar contigo?” Gertrude Stein
- “Los mercados financieros tienden a los excesos. No funcionan como un péndulo sino como una bola de demolición.” George Soros
- “El capitalismo ha salido airoso, la única pregunta es hacia dónde.” Volkers Pispers.
- ¿Quién debería gobernar? Los mejores, decía Platón. Popper le replicó: el sistema ideal es aquél que permite deshacerse de los malos gobernantes.
- “La democracia es la forma de Estado en la que uno dice lo que quiere y hace lo que le dicen.” Gerald Barry
- “Cuando era joven pensaba que el dinero era lo más importante en la vida. Ahora que soy viejo sé que es verdad.” Oscar Wilde
- “Si Dios existe espero que tenga una buena excusa.” Woody Allen
- “Antes las empresas determinaban las marcas, ahora las marcas determinan a las compañía.” Christoph Eschmann
- Los intentos de la contracultura de adoptar una posición fuera del sistema son integrados por el capitalismo para convertirlos en nuevos mercados
- Guay es alguien extraordinario que no se esfuerza por distinguirse, alguien que hace o dice lo correcto sin tener que reflexionar sobre ello
- “Cuando la dictadura es un hecho, la revolución es un derecho.” Victor Hugo
- “¿Por qué se sigue a la mayoría, porque tiene más razón? No, porque tiene más poder.” Blaise Pascal
- “Una pregunta que se hacen todos los empresarios: ¿cómo puedo ganar más dinero? Una pregunta que se plantean muy pocos empresarios: ¿he dejado escapar algún desarrollo?” Clayton Christensen (128)
- “No sé si será mejor cuando sea diferente, pero tiene que ser diferente para que sea bueno.” GC Lichtenberg
- Incluso después de grandes cambios, muchas cosas permanecen iguales
Modelo de toma de decisiones (72)
8 estrategias para tomar decisiones sacadas de laboratorios de neurobiólogos y psicólogos
- Diseña una estrategia de búsqueda. Ponte límites. Por ejemplo, para decidir comprar un coche, buscar una hora en internet, preguntar a 3 amigos, leer una revista, visitar dos concesionarios de automóviles.
- Limita tus opciones. Demasiadas alternativas implican mucho tiempo y/o complejida de análisis de manera que es posible que no tomemos la decisión.
- Acepta lo ‘suficientemente bueno’. Elija algo que cubra tus necesidades básica en lugar de ‘lo mejor’.
- No tengas miedo de las consecuencias. “Las consecuencias de la mayoría de las decisiones son menos duraderas de lo que la gente cree.” (Daniel Gilbert, psicólogo). Si consideras la eternidad, las decisiones se vuelven menos importantes
- Confía en tu primera impresión. Los estudios sobre la intuición revelan que parece que hay una parte de nosotros que sabe más de lo que creemos saber. Y que aceptamos mejor las opciones incorrecta tomadas por impulso que aquellas que hemos pensado más. Perdonamos antes a nuestro corazón que a nuestra cabeza.
- Deja que otra persona decida. Tendemos a creer que somos más felices cuando tomamos nuestros propias decisiones pero con éstas nos exponemos a la duda persistente de haber elegido mal. Si alguien elige por nosotros o bien estaremos agradecidos o no tendremos la carga de la culpa. (Simona Botti, Universidad Cornell).
- Deja de cuestionar tu decisión.
- Haz algo diferente como esto. Compórtate durante tres días como si te hubieras decidido por una opción y anota todos tus pensamientos, sentimientos, resultados, etc. A continuación, procede de igual manera con la otra opción. Compara y decide. Método propuesto por Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas en el XVI
Me quedo con la tercera idea me da que pensar….
Las ideas de estos dos libros que has “traído” al blog me han gustado mucho, especialmente éste segundo, tomo nota. No sé de donde sacas tantas cositas guays!!
Lo bueno de las redes es que hay muchas sugerencias de publicaciones y contenidos interesantes. Lo malo de las redes es que hay muchas sugerencias de publicaciones y contenidos interesantes ;-)
Hola a to2! Me gustaría comentar algo respecto al modelo de toma de decisiones, concretamente sobre el punto 6. “Deja que otra persona decida”. No puedo estar más en desacuerdo. Para mi, el hecho de elegir por uno mismo significa que te sientes dueño de tus decisiones, y asumes la responsabilidad de tus acciones! Dejar que otros tomen “mis” decisiones es como tirar balones fuera y poder tener a alguien a quien echar la culpa por los errores o felicitar por los aciertos. ¿Acaso no es mejor acertar o equivocarse uno mismo y aprender de cada paso?
En mi opinión, comenzar a tomar las riendas de la propia vida conduce a la libertad.
Un saludo, Virginia
Virginia, en decisiones importantes estoy de acuerdo con tu reflexión, pero luego hay otras numerosas decisiones que no lo son tanto y a las que tal vez les dedicamos demasiado tiempo: dónde ir de vacaciones, qué televisión comprar…
Gracias por la puntualización, Yoriento. Mi primera impresión ha sido exactamente la de Virginia, pero tras leer tu comentario resulta más fácil entender que delegar es también una forma de decidir. Y es todo un arte, desde luego!!!
Hacer las cosas por uno mismo está sobrevalorado :-)
“Confía en tu primera impresión. Los estudios sobre la intuición revelan que parece que hay una parte de nosotros que sabe más de lo que creemos saber. Y que aceptamos mejor las opciones incorrecta tomadas por impulso que aquellas que hemos pensado más. Perdonamos antes a nuestro corazón que a nuestra cabeza”
Me identifico mucho con esta idea, a menudo creo que sé menos de los qué; esto me hace ser muy dubitativa y darle mil vueltas a las cosas. Recuerdo épocas en las que las decisiones las tomabas más rápido y guiada por mis primeras impresiones. Toda me parecía más fluido. Ahora tardo en decidir, y si no es acertada la decisión, culpabilizo al razonamiento previo hecho.
La reflexión del libro no habla tanto de decidir correctamente sino de perdonarnos las malas decisiones. Cuando actuamos por impulso o por intuición y nos equivocamos, somos más benévolos con nosotros mismos.
Tras procesos más razonados y racionales, que supuestamente deberían llevar a mejores decisiones, somos más duros en caso de elegir una mala opción.
Existen las malas decisiones? Yo creo que no, simplemente son procesos de aprendizaje. Muchas gracias por tu artículo. Saludos!
¿Puede ser que querer hacer siempre lo correcto me lleve a esta situación?
En el modelo de toma de decisiones, me resultan especialmente interesantes las opciones 1 y 8. Tal y como las has expuesto, la primera estimula a la acción y búsqueda de resultados. La última, es como fabricar tu laboratorio de experiencias en que puedes llegar a obtener interesantes sorpresas. Me agrada especialmente la idea.
Ignacio tenía que llamarse Loyola…Desde luego me quedo con último paso como materialización de experimentar el cambio. Es el gran olvidado. El cambio es complicado, pero la simulación de un cambio, sin compromiso, puede precipitar los cambios reales.
Muy bien expresada: la simulación de un cambio, sin compromiso, puede precipitar los cambios reales. Especialmente añadiendo ese matiz de que uno puede hacer o probar cosas sin convencimiento y obtener el mismo resultado: acabar cambiando :)