Hace un tiempo os trasladé 5 propuestas de psicología para aumentar la motivación en la empresa de profesionales y equipos.
Las primeras cinco ideas generaron un interesante debate, ¿cuál de estas propuestas te ha parecido más motivadora en tu caso?
Y si hablamos de motivación, tal vez quieras echar un vistazo a la Guía breve para la reinvención profesional.
6. La motivación no es lo que harías, es lo que haces
Cuando nos encontramos en contextos sociales como los laborales hay más posibilidades de que nuestras intenciones declaradas no tengan que ver con nuestra motivación real, como ejemplifica el relato de la anfitriona y el pianista.
No busques tu motivación en condicional, “si mi jefe fuera mejor seguro que…”; no dediques tiempo a lo que harías. Encontrarás fácilmente tus intereses indagando en lo que ya haces cotidianamente, todos los días. ¿Quieres estar más motivado? Entonces tal vez te interese esta idea:
Descubre qué te gusta hacer de lo que YA estás haciendo y dedícale más tiempo.
No malgastes tu vida profesional esperando que surja la motivación; organiza tu vida alrededor de lo que te apasiona ahora, aunque sea un poquito, y ponte con ello, hazlo crecer. No des por hecho que tus funciones actuales en la empresa serán las definitivas. Ni siquiera lo será la propia empresa.
7. La motivación no debe convertirse en una obsesión
¿Por qué se preocupa tanto la gente por la motivación? La motivación es algo que se tiene o no se tiene. Si no estás motivado, ¿por qué preocuparte? Si no estás motivado es porque no te importa lo suficiente para actuar.
Si no estás motivado para actuar, ¿por qué preocuparte? Es preferible aceptar quién eres y seguir así en vez de angustiarte.
Demasiadas personas están siempre pensando en dar giros totales a sus vidas, especialmente las laborales, fantaseando con grandes cambios radicales. A veces hay más razones para no reinventarse que para reinventarse.
Esa actitud generalmente les impide disfrutar de las ventajas de sus ocupaciones y sus relaciones actuales, y no les deja concentrarse en sus pequeñas pasiones e intereses cotidianos, cuyo desarrollo produciría gradualmente los verdaderos cambios. Podría decirse que deseando las cosas inciertas perdemos las ciertas.
Si no estás feliz con tu vida profesional pero no estás dispuesto a hacer nada para remediarlo, es probable que no seas tan infeliz como crees.
Deja de preocuparte por las cosas que deberías estar haciendo, pero para las que no tienes tiempo ni ganas suficientes, y enfócate sobre las que ya haces.
8. La motivación sale “de dentro” pero llegó “de fuera”
¿La motivación está dentro o está fuera? A la motivación le pasa como a esos barquitos metidos en botellas, que se percibe con cierta naturalidad verlos dentro pero se desconocen los procedimientos, experiencias, tiempo y esfuerzo que fueron necesarios para introducirlos. El manido debate del management sobre motivación intrínseca o extrínseca, motivación”interna” o “externa”, parece no tener mucho sentido.
Los empleadores dicen que prefieren a los trabajadores que ya vienen motivados de casa y con la sonrisa puesta. Pero esas personas adquirieron esa motivación laboral que “les sale de dentro de forma natural” gracias a experiencias profesionales y personales que tuvieron en el pasado en otras empresas o entorno laborales.
Pero no se le puede pedir a nadie que saque su “motivación intrínseca” si no la tiene, si nunca llegó a entrar. Las organizaciones y los centros educativos son los responsables de crear las condiciones apropiadas que estimulen la generación de esa motivación para que cada uno la interiorice de forma idiosincrásica.
También todos nosotros podemos cambiar nuestra motivación e introducir en la botellita, de forma gradual, el barquito que más nos interesa. ¿Cómo? La idea es fácil aunque conlleva tiempo, planificación y esfuerzo. Como todo lo bueno.
Si quieres estar motivado para llegar a hacer las cosas o conseguir los objetivos que te has propuesto, organiza tu vida y tus hábitos para aumentar tu motivación, especialmente en el contexto laboral.
9. La motivación es idiosincrásica: crítica a las “teorías de la motivación en recursos humanos”
Muchos supuestos expertos en recursos humanos que se declaran humanistas (¿quién podría definirse antihumanista?) y resaltan la “complejidad del ser humano” aceptan con comodidad la manida pirámide de Maslow y otras teorías de la motivación rígidas, parciales y confeccionadas con tópicos y lugares comunes que animan cualquier conversación de café.
Otros generalizan afirmando, por ejemplo, que “los incentivos económicos son motivadores poco importantes cuando se trata de comportamientos complejos”.
Y en un ejercicio de simpleza, intentan hacer creer que el reconocimiento y los motivadores sociales son meras palmaditas en la espalda y halagos burdos.
O muestran su mejor retórica cuando dicen que “la verdadera motivación está en el interior”, aunque luego todas sus recetas para “sacarla” sean medidas externas e instrumentalistas.
¿Realmente hay conocimiento científico suficiente que avale tanto brindis al sol sobre cómo funciona la motivación?
Al menos seamos coherentes con esos principios humanistas y aceptemos que la motivación es idiosincrásica y única, que depende en gran parte de las experiencias previas de cada individuo que conformaron sus intereses y sus motivadores, y de sus necesidades, situación y alternativas actuales.
Los que quieren encontrar modelos explicativos generales de la motivación y citan teóricas teorías X o Y, están buscando una forma barata de incentivar a sus recursos humanos y de justificar un concepto mercantilista y escalable de la productividad aplicado a todos por igual.
No existe una motivación de las personas, sino una motivación para cada persona en un momento y contexto determinados.
La genuina finalidad de un profesional de los recursos humanos es conocer la inclinación motivacional de cada uno de sus clientes internos en el ámbito de sus funciones y de la organización de que se trate.
Los “departamentos de personal” sólo tienen sentido si tratan la motivación de cada persona como un caso único.
10. La motivación como reto
Una de las actividades habituales en un proceso de motivación de profesionales y equipos es animar a que se definan o se encuentren objetivos retadores que realmente sean alcanzables.
Esta conversación tuvo lugar al final de día en una fábrica, poco antes de que entrara a trabajar el turno de noche:
—¿Cómo es -pregunta Schwab, jefe de fábrica- que un hombre de su capacidad no consigue que esta planta rinda lo que debe?
—No lo sé, he pedido a los obreros que trabajen más, les he dado ejemplo, les he amenazado con el despido, pero nada da resultado.
—Déme un trozo de tiza, dijo Schwab. Volviéndose al obrero que estaba más cerca:
—¿Cuántas cargas de horno ha hecho su turno hoy?
Sin decir palabra, Schwab trazó un gran número seis en el suelo y se alejó. Cuando entró el turno de noche preguntaron por el seis y le explicaron su significado. Cuando los obreros del turno de día entraron vieron un enorme 7 escrito en el suelo. Al poco, este taller que se había quedado atrás en producción, rendía más que cualquier otro. (Cómo ganar amigos, Dale Carnegie, p.228).
Una forma de conseguir que se hagan las cosas es estimular la competencia, el deseo de superarse.
Me quedo con la 6, por aquello de desarrollar lo que me gusta de lo que ya hago y, de nuevo vuelvo a elegir 2 opciones, con la motivación como reto que nos lleve a competir para superarnos. :-)
Eres un conector de ideas ¡ :-) Por cierto, no sale tu avatar? Supongo que estarás dado de alta aquí http://es.gravatar.com/
La motivación no es lo que harías, es lo que haces
Esta es la que mas se adapta a mi realidad actual!!! después de 8 años quejándome y quejándome con todos los trabajos, que si no me gustan, que si el sueldo es una mierda, que si mi jefe es un psicópata, y un largo etcétera, incluidas terapias de coaching porque no me soportaba ya, al final he ido internalizando lo aprendido (eso si: poco a poco, que esto no es llegar y besar el santo) y estoy en esa etapa justo, en buscar la motivación en lo que hago, en dejar de quejarme tanto y asumir la responsabilidad que tengo sobre mi vida laboral, en ver lo positivo de mi trabajo actual (y no solo lo negativo que todas las empresas tienen su lado oscuro), en apreciar lo que tengo y buscar constantemente los retos porque me encanta aprender… y chico, no sé cómo va a terminar la cosa (apenas llevo 4 meses en este trabajo) pero sí que te aseguro que me siento muchisisisisisimo mejor conmigo misma, y encima creo que lo proyecto, porque hasta ahora me está yendo bien, con lo cual resulta
Laura, supongo que con caracter general el mayor problema que tenemos todos es centrarnos en lo que no podemos o no queremos hacer, en lugar de en aquellos que sí podemos. En fin, como digo en el articulo, hacer más de lo que nos gusta y ya iremos viendo :-)
Pues sí, estoy dado de alta pero no sé por qué al escribir aquí no me lo utiliza. A ver si ahora. Buen Post!!
La motivación como reto me parece una idea muy interesante.
Como profesional de RRHH me ha hecho reflexionar sobre la responsabilidad que la empresa tiene a la hora de motivar a los empleados y eliminar la idea tan manida de “hay que venir motivado de casa” para orientarnos a una motivación personalizada basada en el conocimiento de intereses individuales.
El ayudar a encontrar motivos y retos con los que cada persona se encuentre estimulada, se divierta y quién sabe si con el tiempo, aumente su motivación.
Muy buen post!
Me quedo con la 10, aunque todas dicen verdades muy interesantes.
Yo me quedo con la 10, ya me conoces ;)
Me gusta que cuestiones las teorías humanistas y critiques la ‘malversación’ que desde los RRHH se hace de las teorías clásicas de la motivación. Acepto que Maslow, Herzberg y los Mc (Gregor y Clelland) sólo se aproximan, desde sus constructos teóricos, a una parcela de la realidad. ¡Pero que concluyas tu artículo con Dale Carnagie! Eso… no sé si aceptarlo :-)
Al menos podrías haber citado a McClelland y su ‘motivación del ogro’, que es lo más ret(r)o ;-)
Me quedo con la 9, claro
Es claro que al autor le falta documentación y estudio en el tema de la motivación según las afirmaciones realizadas en el el artículo, son juicios muy apresurados y que no proyectan todos los fundamentos de la psicología de la motivación.
Pero ahí que reconocer que el artículo sintetiza ideas muy valiosas, lo que se sugiere es que tengan mayor cuidado con las críticas.
¡Vaya! No me atrevería a decir “al autor le falta documentación y estudio en el tema de…” de nadie a partir de lo que opina en un post.
Respecto a la crítica, ahí hay mucho ¡ay, ay, ay! Es idiosincrásico al autor de este blog criticar y aceptar, o no, la crítica. Yo no pierdo la oportunidad de hacerlo, mientras se deje. :-)
Me quedo con la 10 , son todas interesantes , pero la 10 aplica a mi modo de trabajo e incentivo para el grupo , son casi 15 personas a mi cargo ,de un grupo de mas de 50 ,sin fomentar la envidia ..pero si la superacion encontramos los dias mas dificiles .. hasta divertidos ..
entiendo que las motivaciones son ciertamente retos que hay que ultimar con las aptitudes y con las actitudes, me parecen todos óptimos
Yoriento:
Pues me he acordado de ti y de tus propuestas porque estoy ello.
Por cierto, muy buena información, como siempre.
Saludos desde el campo.
Muy interesante.
La motivación es un tema clave.
Por mi experiencia personal si los trabajadores han de depender de la motivación que le ofrece la empresa lo llevan claro. Es muy típico escuchar en entrevistas de trabajo “aquí buscamos a alguien que venga a trabajar motivado”. Lo bueno es que el trabajo que ofrecen está mal pagado y es monótono y aburrido a más no poder.
Estoy de acuerdo con que la competencia y la superación personal son buenos motivadores.
Uno que nunca falla es el obtener finalmente buenos resultados por el trabajo bien hecho.
Saludos Alfonso, buena entrada.
hola
Sin duda alguna me quedo con la 6.
Es el punto de partida. Revisar que es lo que realmente me motiva en mi interior y darle espacio.
Saludos, Alfonso.
Es fascinante. Me encanta que te cargues las teorias 80eras de la motivación. Es verdad que no se puede categorizar y que es individual y única. Me interesa mucho la motivación en la educación. En este punto, tengo mis dudas de si el punto 7 que dice que la motivanción no hay que buscarla, serviria. Para los adultos es cierto que si no están motivados es señal de que ya son felices así. Quizá para los chicos sea diferente porque no están en situación de decidir lo que les interesa. La felicidad de muchos que yo conozco no pasa ni de lejos por el aprendizaje. Ahí, encontrar la motivación, para padres y educadores es una obsesión. En ese momento he pasado al punto 8 y lo he visto claro. La motivación está dentro pero ha venido de fuera. Ahí entra la creatividad y capacidad de educadores y padres.
He visto que este post es de agosto. La foto del soldado me suena mucho, pero estoy casi seguro que no lo había leído…
Me has dado mucho que pensar.
Gracias!!
P.S. No te han invitado a venir por Mallorca este invierno?
Y dos años y medio más tarde me veo releyendo un post tuyo, los comentarios de la gente y tropezando con uno que me gusta mucho…. miro el autor… Caray si soy yo!
Eres grande, Andreu! ;)
La motivación es y debe ser un reto, sin lugar a dudas. De hecho, entiendo que esta última de las cinco ideas que expones, Alfonso, es, en cierta manera, un epílogo del resto y de las que ya expusiste en su momento. Y es que, sin motivación personal, el trabajo, así como cualquier actividad o dedicación, se reducen al absurdo (excepto en el caso del trabajo, está claro, por ser el modus vivendi). Todo aquello que no nos motiva no recibirá nunca toda nuestra atención. Todo aquello que no nos motiva tenderá a ser secundario en nuestro orden de prioridades. Todo aquello que no nos motiva no generará lo más importante de la existencia, emociones, por lo que nunca estará a la altura del reto que supone emocionarse. Gracias.
Un saludo para todos y todas.
Durante muchos años estuve dando cursos de motivación para directivos. Uno se me quedó grabado. Un directivo me pidió que: “Les enseñase a hacer que la gente hiciera lo que ellos querían que hicieran aunque los ‘colaboradores’ – eso sí, cuidar el lenguaje es importante …- no quisieran”. ¿Es el lavado de cerebro “motivación”? A mí me “desmotivó” estar ante esa expectativa. Motivar es complejo y con ello quiero decir que son muchos los factores a tener en cuenta y eso lleva tiempo y trabajo y paciencia para un directivo.
Interesante los aportes, aunque el punto nueve crítica pero no innova ni aporta lo suficiente.
La aparente propuesta de que “No existe una motivación de las personas, sino una motivación para cada persona en un momento y contexto determinados”, evidencia que se desconocen los fundamentos de la psicología donde lo mencionado refleja uno de los principios básicos de esa disciplina: las emociones, pensamientos y comportamientos del ser humano son contextuales, históricos e individuales, lo que ocurre es que al estudiar una muestra o población significativa se pueden aceptar factores comunes a todos los individuos que permiten construir categorías para orientar las evaluaciones sin caer en el determinismo.
La pirámide de Maslow no pasa por alto ese principio y son teorías orientadoras más no deterministas, adicionalmente es una pirámide de necesidades NO de motivación.
Creo que la crítica es exagerada,que hay que conocer más antes de criticar y afirmar juicios que distorsionan el conocimiento.
Me ha encantado la entrada. Sobretodo la Motivación como reto
Comparto la visión sobre la limitación de las treorías científicas, que solo son piezas desconexas de un puzzle más grande. La verdad que durante muchos años defendí las teorías sobre motivación como buen “Psicólogo del Trabajo” salido de la programación que venden las universidades sobre la prevalencia del método científico sobre otras formas de conocimiento.
Pero las cosas han cambiado. La ciencia tiene límites. Y la ciencia actual más a´´un si cabe porque la gran mayoría de las investigaciones son financiadas por grandes lobbies para conseguir resultados concretos.
El límite de la ciencia se llama cons-ciencia que tiene el gran poder de cambiar toda previsión basada en conclusiones cientíificas anteriores. Al final lo que cuenta no es lo que diga la ciencia, sino lo que mande tu consciencia. Así los reflejo en lás páginas de mi libro. Cuyo fragmento pongo en este enlace que no sé si procede publicar en este lugar. No es para hacerme publicidad. Si no fuera de agrado, pueden eliminarlo del comentario o eliminar el comentario. http://robertocrobu.wordpress.com/2013/10/30/cientifico-no-es-sinonimo-de-mejor-ni-de-mas-eficaz/
La motivación sale “de dentro” pero llegó “de fuera”
Esta es la frase que me describe.
Creo que la motivación tiene más que ver con el valor que cada persona da a su capacidad para desarrollar y ejecutar determinadas habilidades y conocimientos. Lo que sucede es que en muchas ocasiones, se necesita del refuerzo de las personas con las que nos relacionamos, o el entorno en el que nos movemos. Cuando hay sintonía, se dan unas condiciones inmejorables para motivarnos. ¿Pero qué ocurre cuando no hay esa sintonía? Como muy bien dice el artículo, hay que echar mano de la experiencia.
Como leí en una ocasión hace ya tiempo, es bueno recordar los logros del pasado, que nos dan fuerza para los malos momentos del presente, y nos dejan una pequeña esperanza para el futuro,
Pero, y por encima de todo, la motivación va directamente relacionada al objetivo que nos marquemos, y es directamente proporcional a los resultados que se logran. Y para mí, una regla de oro: NUNCA HACER COMPARACIONES, NI SIQUIERA CON UNO MISMO. Todo instante que sucede en la vida es diferente del anterior y del siguiente que se vaya a producir. Hay que vivir el momento, y sacar el mejor partido para uno mismo, y compartirlo en la medida de lo posible. El trabajo es otra faceta más en la vida de cualquier ser humano. Y existen muchas habilidades que se nos dan bien y que son aplicables también en el trabajo.
Solamente hay que parar un momento, observar y reflexionar. Totalmente de acuerdo, con una lógica irrefutable: la motivación es personal, depende de las habilidades de cada persona y del entorno en el que se desenvuelve, y no siempre tenemos las mismas ganas de hacer las cosas, momento que hay que aprovechar para hacer balance. La motivación es personal y no se puede obligar. A veces es contraproducente estimularla. Pero siempre es bueno mostrar sus ventajas.
La motivación no es un estado de ánimo, pero sí lo condiciona, y viceversa. Es conveniente separarlos, para darles a cada uno su lugar, y avanzar. Sobretodo, en el mundo profesional.
Un saludo