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Trabajar para qué

25 noviembre 2009 por Yoriento - Modificado el 22 enero 2021 35 comentarios

El sentido de la vida tiene mucho que ver con el sentido del trabajo, con el “trabajar para qué”.

Parece evidente, pero nos lo explica mejor Henry Thoreau.

Si un hombre pasea por el bosque por placer todos los días, corre el riesgo de que le tomen por un haragán, pero si dedica el día entero a especular cortando bosques y dejando la tierra árida antes de tiempo, se le estima por ser un ciudadano trabajador y emprendedor. ¡Como si una ciudad no tuviera más interés en sus bosques que el de talarlos! Sería maravilloso ver a la humanidad descansando por una vez. No hay más que trabajo, trabajo, trabajo. No es fácil conseguir un simple cuaderno para escribir ideas; todos están rayados para los dólares y los centavos.

 

Viñeta de El Roto

Reflexión existencial sobre el trabajo de El Roto

Estas reflexiones me hicieron consciente de que últimamente le doy muchas vueltas al para qué, al contrario que el Rey Pirro, cuya historia introdujo mi intervención en el Evento Blog 2009.

Sin las ideas claras corremos el riesgo de que la productividad nos lleve a matarnos para conseguir lo que no queremos.

¿Tienes claros tus paraqués?

Y no estoy en plan coaching lanzando preguntas retóricas, ni haciendo necesariamente un elogio de la pereza.

Simplemente creo que tal vez deberíamos aprender a valorar nuestros logros pasados también por lo que dejamos en el camino, y nuestros éxitos futuros por lo que nos tocará dejar.

 

La viñeta, de El Roto.

Publicado en: Coaching para profesionales y equipos, Comic-Viñetas, Felicidad-Autoayuda-Optimismo, Productividad personal, trabajo-empleo Etiquetado como: Coaching, empleo, Felicidad, Productividad personal

Comentarios

  1. eraser dice

    25 noviembre 2009 a las 17:53

    @yoriento … esa es la clave de la pregunta ¿tienes claros tus paraqués? … pero aún, un poquito más import-ante … no sólo tus paraqués indiviales… sino cuanto de tu trabajo mejora, ,… o al menos, ayuda a mejorar no sólo tu vida y tus proyectos… sino la vida y los proyectos de los demás… de tus congéneres, de tu país, de tus espacios cercanos, del contexto en el que vivimos … nos contaron a preocuparnos sólo x nuestro bien-estar… pero no se pué tener, si lo q tenemos cerca lo excluimos de nuestros proyectos… en fin.. un placer saludarle en su estupendo blog… y una pena, habernos visto sólo 15 segundo en Sevilla… y queda hacer un posteito al a-limón… ;-) alibombombero… viva el mal, viva el capital, viva la vía profe-sion-al, viva el coaching radical !!!

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:30

      Buen apunte… La motivación vital de hacer la vida más fácil a los demás siempre revierte positivamente en uno mismo. Eso sí, disfrutar de esa motivación no es un privilegio que corresponda a todo el mundo y/o en todo momento ;) El ser humano es egoísta, no es un error, es un rasgo de supervivencia ;)

      Responder
  2. blpgirl dice

    25 noviembre 2009 a las 20:15

    Muy buena reflexión la que planteas Alfonso, creo que a mucha gente le pasa que se matan trabajando sin detenerse a pensar si realmente vale la pena.

    Me recuerda mucho el cuento de la productividad sobre el pescador y el industrial rico que mencionaste antes, muchos nos matamos trabajando para luego gozar la vida, cuando lo que debemos gozar es el viaje.

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:31

      Bueno, si no gozamos el viaje que sea al menos porque nos lleve a un sitio que nos guste ;)

      Responder
  3. anónimo dice

    25 noviembre 2009 a las 20:55

    También puede que tengas las ideas claras y que te mates,como dices, para conseguirlas, y aún así tengas paraqués “diarios” porque los objetivos a medio/largo plazo requieren pasar por el caminito. Por eso a veces me pasa que cuando consigo algo automáticamente me viene a la cabeza lo que he tenido que “sacrificar”, y al final acabo buscando otro reto lo que en ocasiones me lleva a no disfrutar del “éxito”.

    Cuando no se puede, en los períodos en los que la dichosa preguntilla me asalta tras sonar el despertador, intento focalizar mis paraqués fuera del trabajo, pero cada vez más, hay cosas que ya no “sacrifico”, además me encargo personalmente y durante cierto tiempo de recompensarme por lo conseguido e intento vivir el “aquí y ahora”. Y también aprender de las personas que viven tranquilamente sin hacerse este tipo de preguntas a pesar de no tenerlo fácil, ni un puñetero gen de esos me ha tocado :-)

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:39

      Una pena que lo hayas dicho de forma anónima porque tu comentario es de mucha enjundia y calidad ;)

      Importante ese balance entre el corto y el largo plazo, el autocontrol que se llama en psicología: esforzarse y sacrificarse cada día para obtener la recompensa en un futuro no lejano. Cada uno debe encontrar ese equilibrio y para eso se requiere evaluación: ¿mereció la pena el curro de la escalada que me llevó hasta esta cima?

      Y ojo cuando estamos subiendo una montaña y no disfrutamos del esfuerzo y tampoco somos conscientes que eso de llegar arriba nos motiva tanto como creíamos.

      Respecto a eso de “aprender de las personas que viven tranquilamente sin hacerse este tipo de preguntas a pesar de no tenerlo fácil”, creo que hay mucha mística. Las personas que no son muy verbales, existencialmente hablando, también se pierden el disfrute de “vivir con la mente” ;)

      No sé si fue Séneca quien dijo que pensar es vivir dos veces. Por otro lado, eso de que las personas que no se hacen preguntas viven tranquilamente es una hipótesis que hay que verificar ;) Tal vez simplemente también lo pasen mal pero no sean capaces de expresarlo y contarlo, a sí mismos, y a los demás.

      Responder
  4. Manuel Guisande dice

    26 noviembre 2009 a las 01:10

    Pero hombre, aún con estas dubidas (jaen) pues para no pensar que no por mucho pnsar mance más temprano

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:41

      Lo malo no es pensar sino no pensar con calidad ;) Ahí estamos…

      Responder
  5. Verónica Gran dice

    26 noviembre 2009 a las 08:49

    Uno no es un trabajo ni un trabajador, sino que somos profesionales con una carrera. Con lo cual, no querer trabajar en tan lícito como querer vivir de nuestra pasión y eso no es un trabajo propiamente dicho y como se considera al uso.

    Preguntar cosas es parte de las herramientas del coaching pero también de la esencia humana. Sigue preguntando!!!

    Gracias por compartir y enhorabuena por tu premio!!!

    Te veo por mi blog!!

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:43

      Seguiré preguntando y preguntándome… Pero como bien ha dicho Manuel antes, también hay que evaluar si el proceso de reflexión que cada uno lleva le ayuda a avanzar y estar más a gustito o es una fuente extra de ansiedad ;)

      Responder
  6. Formación y Talento dice

    26 noviembre 2009 a las 09:55

    Hola Alfonso. Yo siempre opto por el punto medio, como diría Aristóteles. Por un lado intentar no ser un workaholic pero por otro ser productivo y disfrutar con el trabajo. Pero por desgracia en la actualidad creo que sobre todo en ciertas áreas laborales muchas personas no saben utilizar su tiempo de ocio, se confunden las horas libres con horas de “voy a adelantar trabajo”. Deberíamos aprender de otros páises donde está mal visto quedarse más allá de la hora de salida, y no al contrario como ocurre en España.

    Saludos, Oliver

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:47

      Hola Oliver, gracias por pasar. El asunto no lo he centrado tanto en el equilibrio personal-profesional como en el hecho de elegir el camino correcto, la meta realmente valiosa. Veo que muchos nos esforzamos casi por inercia y a veces hay que pararse y analizar si realmente esto es lo que quiero hacer o como lo quiero hacer, y si me está llevando a los resultados que yo esperaba.

      En ocasiones este proceso sencillo de reflexión nos servirá para cambiar de objetivos, de métodos o simplemente para relativizar y seguir observando ;)

      Responder
  7. Senior Manager dice

    26 noviembre 2009 a las 10:31

    ¡Humm! a mi si que me suena a coaching… y no veo que tan malo pueda ser que nos des un poco de “eso”. Te aseguro que nadie se molestará :-)

    Para los que no lo sabían, Thoreau fue un anarquista anti-trabajo y anti-gobierno que estaba convencido de que la desobediencia civil era el camino a seguir. Así que, me parece que hay que tener “cuidado” con sus teorías, pues encierran un componente asocial con tintes ambientalistas que tal vez no todos comparten y que seguro muchos desaprueban. Pues leyendo los comments y los blogs de los comentaristas, observo incongruencias en donde al parecer se aceptan corrientes opuestas. Es decir; o se está con Thoreau o no se está. Recomiendo, antes de sacar conclusiones, leer en Internet sobre su tratado publicado en 1866.

    No obstante, reconozco que este pasaje suyo, es aplicable en la actualidad desde un punto de vista personal. Para preguntarnos si realmente estamos haciendo lo que nos gusta, y sobre todo, para reflexionar y cuestionarnos si no estaremos poniendo demasiado esfuerzo en nuestro trabajo y aún no tenemos claro para qué.

    ¡A Reflexionar pues!
    SM

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:53

      Ya sabes lo que opino de las etiquetas, así que calificar algo como “”asocial con tintes ambientalistas” es un mero prejuicio. Prefiero simplemente centrarme en ese párrafo en concreto. Creo que hay que tener cuidado con los apriorismos y con las criticas feroces contra otras formas de entender el sistema. La crisis económica nos cuenta que el capitalismo no funciona o si lo hace es a costa del sufrimiento de una gran parte de la población.

      La mejor herramienta antisistema, es decir, aquella que lucha contra la injusticia, es la educación que facilita que los ciudadanos sean críticos y reflexivos. Fíjate que a pesar de las dificultades por las que el mundo está pasando, cada vez hay menos revoluciones y más interés por el frumgol ;) Así que un poco de pensamiento anarquista no sólo no es malo sino que es imprescindible.

      Responder
  8. Paz Garde dice

    26 noviembre 2009 a las 11:08

    Hoy nos tocó estar de acuerdo. Si además de hacer piensas, mejor que mejor ;-)
    Un abrazo

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 18:57

      Pienses lo que pienses, haz lo que debas ;) Pero con este post ha tocado darle caña a eso precisamente, a lo que uno debe hacer, que no siempre está tan claro, sobre todo cuando uno va con la inercia del día a día sin pararse a pensar donde desemboca su actividad.

      Ya sabes, eso de que “si sigue así acabará precisamente en el lugar exacto al que se dirige” ;)

      Responder
  9. Gorka dice

    26 noviembre 2009 a las 18:16

    Hola Yoriento,

    La realidad es que la gran mayoría de las personas cuando empiezan su “carrera profesional” parten de unos ideales preconcebidos que no siempre coinciden ni con el tipo de trabajo que realmente quieren desempeñar ni con sus verdaderas motivaciones = Frustración a largo plazo.

    No obstante hay otro alto % de gente que un día se para y observa si realmente lo que está haciendo (trabajo) es lo que realmente le interesa hacer.
    La pregunta del paraqué es clave para saber si eso realmente te merece la pena o no. Pero más importante que eso es dedicir hacia donde ir una vez respondida la pregunta.

    Hace un tiempo hablaba con una de esas personas dedicadas en cuerpo y alma al trabajo (87 años, trayectoria profesional brillante y persona influyente) y me comentaba que al final todo el trabajo no vale para nada si tu vida no es plena.
    Decia que la vida hay que vivirla porqué tu trabajo seguirá estando ahí estes tu o no en ello.

    Saludos

    Responder
    • Ignacio Gómez Gascón dice

      26 noviembre 2009 a las 18:25

      Buenas tardes Alfonso,

      Los “para qué” de cada uno son un mundo en el que es facilismo perderse. Unos van al trabajo para pasar 7,8,9… horas para salir y disfrutar de sus verdaderas pasiones, para otros es un infierno salir de esas 12 horas de trabajo porque fuera no hay nada.

      Sobre lo que comenta Gorka de que el trabajo seguira estando ahi estes tu o no en ello, tengo mis serias dudas, esta mañana he atendido a dos “ex-autónomos” que creo no piensan lo mismo.

      Un saludo

      Responder
      • Yoriento dice

        29 noviembre 2009 a las 19:04

        Ignacio,
        efectivamente hay gente que es consciente de que el trabajo diario es un peaje que ha de pagar para disfrutar de un poco de tiempo libre haciendo otras cosas. Muchas de esas personas ya se han preguntado para qué y siguen con su vida. Podremos llamarlas clásicas o conservadoras, pero tomaron su decisión y seguramente duermen tranquilas.

        “Para qué” es una herramienta de evaluación que en ocasiones va a confirmar que el camino que llevamos es correcto, es el que queremos. No siempre cuestionarse implica cambiar de vida, no? A veces la reflexión existencial puede ayudarme a aceptar que aunque mi vida no sea perfecta es bastante razonable en función de las alternativas que tengo.

        Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 19:00

      Gorka,
      para qué es mi herramienta preferida pero, insisto, no sólo a nivel profesional. Habitualmente no nos dedicamos a hacer lo que tiene más sentido para nosotros sino simplemente aquello que nos resulta más cómodo. Como decía alguien, los hábitos pueden ser nuestros sirvientes o nuestros amos.

      Hay que conseguir perspectiva, y si uno no puede, habrá que pedirla ;)

      Gracias por pasar, norteño ;)

      Responder
  10. El Gachupas dice

    27 noviembre 2009 a las 14:02

    Me ha tocado ver cómo algunas personas aprenden una técnica perfecta de productividad personal (ya sea GTD o cualquiera de sus variantes), para darse cuenta más tarde de que estaban cumpliendo los objetivos de otros, no los suyos propios. La productividad por la productividad es una arma muy peligrosa; es como empezar la casa por el tejado.

    Antes de aprender la técnica hay que dedicar un tiempo a pensar con papel y lápiz en mano, escribiendo qué es lo que queremos en la vida, nuestros objetivos a medio y largo plazo, los valores que nos guiarán cuando tengamos que tomar decisiones difíciles… Como dice Stephen R. Covey en sus “7 hábitos de las personas altamente efectivas”, no vaya a ser que después de tanto esfuerzo hayamos subido la escalera del éxito a toda velocidad, pero sobre la pared equivocada.

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 19:07

      Estamos de acuerdo. A mi me gusta mucho el concepto “dirección valiosa”. A veces es difícil definir la meta que queremos, ¿cómo saberlo sin tener múltiples experiencias diversas? Es más que probable que invirtamos mucho esfuerzo, recursos y tiempo en recorrer un camino para luego abandonarlo por otro, es casi inevitable.

      Por eso me gusta utilizar esta metáfora o instrumento de la dirección valiosa: tras cada paso que das pregúntate si te estás acercando o alejando de tus valores más importantes. :-)

      Responder
  11. H.Á dice

    28 noviembre 2009 a las 11:35

    Leyendo el escrito y los comentario he revisado mentalmente un poco todo lo que he hecho hasta ahora. Estudiando secundaria me llegó “la pregunta” supongo que motivado por el fracaso que estaba teniendo culpa también de problemillas familiares, y yo no me concentro ni con una mosca al lado, menos iba a sacar buenas notas. pues entonces me dejé responder a esa pregunta por lo que en ese momento me gustaba realmente. Para no perder más el tiempo despues de haber repetido tres veces segundo de bachillerato, sacrifiqué todo a mediados de la tercera repetición y puse punto y final para estudiar fotografía. con miedo, pero era lo que me gustaba y por eso me guié. Terminé fotografía con sobresaliente, lo cual fue una sorpresa tanto el final como el transcurso de los años porque sabía que no me había equivocado. Trabajo en algo totalmente distinto ahora más bien por la necesidad del dinero, y por eso no me esfuerzo ni lo más minimo en este trabajo más que lo necesario para el cargo, porque ni me va a reportar nada, ni voy a ascender en nada, ni significará nada en mi vida personal, simplemente estoy pensando en el momento de saltar profesionalmente ahora a la fotografía, supongo a lo largo de todo este tiempo me he tenido muy en cuenta a mi mismo, me siento aludido en muchas cosas leyendo libros de coaching. Hasta cuando sigo una rutina empieza a entrarme miedo en el cuerpo porque siento como mi vida comienza a perder sentido, nunca repito la misma calle para ir a la misma librería. no tiene sentido hacer no hacer lo que te gusta, yo puedo renunciar a 2000 y 1.000.000 de eruos por hacer lo que me gusta, lo que me hace feliz día a día y con tranquilidad, desde que me noto estresado busco soluciones y toda esa coreografía personal me ha traido hasta aquí, donde soy feliz y lo seré poco a poco cada vez más mientras me vaya encontrando

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 19:12

      Hola H.A.,
      por tu comentario y por tu “lectura de libros de coaching” me da la impresión de que sobreanalizas tus decisiones y tu trayectoria vital y profesional, y eso genera ansiedad más que otra cosa. Tal vez te ayude terminar todo lo que empiezas, aunque no estés seguro de que sea lo que quieres, quién podría estarlo al cien por cien.

      Si emprendes un camino no te cuestiones tanto sobre su idoneidad, y simplemente ve avanzando sin hablar tanto con tus pasajeros. Tal vez te interese echar un vistazo a la metáfora del autobús:

      https://yoriento.com/2007/06/la-inutil-lucha-diaria-contra-los-pensamientos-negativos-metafora-del-autobus-y-los-pasajeros.html/

      Cuando uno tiene muy poco claro su destino, cualquier destino puede ser bueno. ;)

      Responder
  12. cumClavis dice

    29 noviembre 2009 a las 14:14

    Cierto, el para qué es fundamental ¿porqué entonces se evita y se frivoliza tanto el hallarlo? A veces da la sensación de que estamos en Matrix y de que hay un montón de agentes sueltos evitando que nadie nos invite a tomarnos la pastillita roja. Ya sabes que esta idea está en consonáncia con lo que he escrito recientemente…parece que el barrio está de reflexión existencial. Un saludo

    Responder
    • Yoriento dice

      29 noviembre 2009 a las 14:27

      Manel,
      la misma palabra “existencial” ya tiene tan mala prensa que si la utilizas en algún argumento automáticamente pasas a ser un trasnochado y un pesao. A mi me parece que esa peaso frase, “nos matamos por conseguir lo que no queremos”, hay que tenerla en la mesita de noche.

      No digo yo que podamos avanzar hacia lo que nos interesa tan fácilmente, pero sí que pequeñas microreflexiones diarias nos llevarían a no esforzarnos absurdamente y a dedicar tanto tiempo a lo que no nos interesa ;)

      Responder
      • José L. Castillo dice

        29 noviembre 2009 a las 15:04

        Esa es una pregunta relativamente reciente. Es normal que aún no haya respuesta. Nuestro cerebro está adaptado a un horizonte temporal más breve (el de la esperanza de vida de nuestros antepasados). Y de pronto, en el siglo XX, se nos duplica la vida. Y lo que podemos conseguir con ella. Pero no se nos duplica nuestra capacidad de análisis, nuestra capacidad de buscar la felicidad… No somos buenos (Punset dixit) alcanzando la felicidad (laboral, social, personal, afectiva…). Pero sí sómos buenos buscándola. Por eso estar en movimiento, a la búsqueda, se parece a la felicidad, aunque no sepamos dónde vamos. El activismo es un sucedáneo.

        A lo mejor cambiando el marco laboral… A lo mejor dándole a la gente servicios básicos gratuitos (a toda la gente en todo el planeta) y una renta básica por el simple hecho de ser persona…

        No creo que los que estemos rematadamente mal seamos nosotros (un poco más bien sí). A ver si va a ser el contexto…

        Responder
  13. Yoriento dice

    29 noviembre 2009 a las 19:19

    En “no somos buenos alcanzando la felicidad Pero sí somos buenos buscándola” hay una contradicción clara. No somos tan buenos buscándola, ya que no la encontramos, simplemente nos motiva estar ocupados haciéndolo.

    Está claro que el sistema es una generador de ansiedad, nos lleva al consumismo para que la rueda siga girando a la vez que nos dice que intentemos simplificar y ser lo más zen posible. Cada persona debe encontrar equilibrio en su microentorno, pensar de una forma demasiado global no ayuda demasiado.

    Muchos funcionarios no están satisfechos con sus vidas porque aunque creen que han tomado la decisión correcta, sufrir en trabajos matutinos que no les gustan para poder tener tiempo libre por las tardes, el desgaste es muy grande, no se trata de una regla algorítmica que permite hacer una media: la desmotivación laboral que sufren muchos empleados públicos afecta a su vida en general, no lo pueden evitar.

    Responder
    • José L. Castillo dice

      29 noviembre 2009 a las 19:52

      No, no… me debo haber explicado fatal, porque no hay contradicción. Neurobiológicamente preferimos la búsqueda (proceso) al logro (estado). Ahí no hay contradicción. Que seamos buenos buscadores no quiere decir que finalmente encontremos (porque la felicidad como estado permanente no existe, neurobiológicamente hablando). Y el sistema se aprovecha de esa tendencia cerebral, nos alimenta con continuos procesos. Para inducirnos a producir. Punset lo narra muy bien en alguno de sus programas de “Redes”.

      Pero a lo que iba realmente es a decir que esa pregunta es nueva porque nuestra esperanza de vida se ha doblado. Y al no aumentar el trabajo, sino reducirlo, han aparecido nuevos problemas. El de la reflexión sobre lo que hacemos es nuevo, socialmente hablando (tiene menos de un siglo en las sociedades más modernas, aún no ha llegado a muchas otras). Le falta horizonte temporal para tener una buena respuesta.

      No sería un acierto culpabilizarnos (no digo que ese sea el tono del post, ¿eh?) por no saber resolver un problema que lleva décadas sin resolverse, y que el contexto no favorece. El problema de qué hacer con ese excedente de tiempo de vida (comparado con nuestros antepasados; ¡bendito excedente!). Es cualquier cosa menos fácil. Mucho menos en este contexto hiperproductivo. No solemos tener preparación para el ocio. Al menos, no la equivalente a la que tenemos para el trabajo. Y sin buen ocio no puede haber buen trabajo. Eso es algo por descubrir por el sistema.

      Responder
  14. H.Á dice

    30 noviembre 2009 a las 12:12

    Si Yoriento, podríamos decir que lo analizo todo, en cualquier campo y en cualquier momento, analizo mi economía, analizo a mis amigos, analizo mi pasado, analizo el presente,estudio mi futuro, analizo donde me beneficio, analizo donde he perdido..la ansiedad no la noto, aunque puede que la tenga sin darme cuenta. Antes era peor, y consciente de ello dejé de preocuparme algo menos por TODO, pero lo sigo haciendo, y me gustaría vivir más tranquilo, sin pensar en nada, los elefantitos me han parido y ahora son muchos más jeje. con respecto a terminar lo que empiece, se me ocurren muchas cosas que hacer, y la mayoría ni las empiezo, puede que acumule cosas y ni siquiera las elimine de mi cabeza..

    No tenía claro mi destino, pero supuse que se trataba de guiarte por tu corazón y así lo hago, busco lo que me gusta sacrifique lo que tenga que sacrificar de mi presente.
    Bueno muchas gracias Yoriento, intentaré tener presente en mi día a día estas cosas y me cojeré un rifle para ir matando elefantitos malos jeje

    Responder
  15. Manuel Guisande dice

    1 diciembre 2009 a las 17:10

    Vamos a ver Yoriento, turientas elorienta; perdona es que me dio el punto, que no es por faltar, faltaría más. Eso de pensar es aun absurdo. Pensar sí, lo normal, lo habitual, pero qué pretende la gente ahora pensar en quiéns soy, qué hago… Ay, no hay como el María Moliner para irse a dormir.

    Responder
  16. Txarlie dice

    16 febrero 2014 a las 11:20

    Yo lo tengo claro, el trabajo tiene que valer para hacerte feliz, no trabajo por hacer “algo”. Y esto enlaza con una renta universal básica.
    Así lo escribí en mi blog (por si gustáis): No Queremos Trabajo, Queremos Dinero: http://www.amalababa.es/2013/09/05/no-queremos-trabajo-queremos-dinero/

    Responder

Trackbacks

  1. Bitacoras.com dice:
    25 noviembre 2009 a las 17:52

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: œSi un hombre pasea por el bosque por placer todos los días, corre el riesgo de que le tomen por un haragán, pero si dedica el día entero a especular cortando bosques y dejando la tierra árida antes de tiempo, se le estima po…..

    Responder
  2. ¿Trabajar para qué? dice:
    25 noviembre 2009 a las 23:11

    […] ¿Trabajar para qué?yoriento.com/2009/11/%C2%BFtrabajar-para-que-648.html/?utm_s… por mariano.blumenfeld hace pocos segundos […]

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  3. El huerto – El camino de Juan dice:
    22 enero 2021 a las 21:16

    […] Trabajar para qué […]

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