Décimo octavo artículo de sharismo sincronizado que publicamos conjuntamente Carme Pla y un servidor. La novedad de esta edición es que me ha gustado tanto la reflexión personal de la versión que Carme ha publicado en su blog que también la he traído aquí.
Me quedo con esta frase del artículo de hoy que tiene relación con la productividad: a veces hay que confíar en que la motivación llegará después. La cosa tiene que ver con aquello de haz lo que debas y luego ya veremos.
Es que los caminos de la motivación son inescrutables, como en la viñeta. Os dejo ahora con la Pla. Y si estáis muy motivados por el tema de la motivación, en Yoriento hay 65 artículos relacionados.
El año pasado decidí darme un respiro en la carrera de turismo. El penúltimo semestre había ido bastante agobiada con las entregas y para el último semestre decidí matricularme sólo de dos asignaturas, para poder bajar un poco el ritmo… pero resultaron dos asignaturas de mucho trabajo con lo que en realidad me agobié igual. Decidí parar y darme un poco de tiempo antes de continuar.
Pero un año después me encuentro con un bajón y sin suficiente motivación para reanudar los estudios. ¿Será que mi ritmo natural es así de lento? ¿O quizá será mejor que pase directamente a la acción confiando en que la motivación llegará después?
A decir verdad, casi ni me acordaba cuando ayer contactó conmigo mi tutora Sole, que es estupenda, un encanto, y todos los alumnos la adoramos. Me invitó a entrar en el aula, me informó del periodo de matrícula y me comentó que la diplomatura está a punto de extinguirse. Esto último me ha parecido un motivo importante, así que me he decidido, no voy a esperar más energía y voy a matricularme a partir del próximo 9 de julio :-)
Me he terminado de decidir del todo tras traducir un artículo que Jonathan Mead ha publicado en Zen Habits sobre la necesidad de relativizar la importancia de la motivación y cuya traducción comparto con Yoriento.
Why motivation doesn’t really matter
¿Alguna vez habéis querido hacer algo, pero simplemente no estabais suficientemente motivados para hacerlo? Este es siempre mi primer motivo para no pasar a la acción, y estoy seguro de que probablemente también será el vuestro. Si no estáis motivados, simplemente no tenéis la energía o el impulso para hacer lo que tenéis que hacer, ¿verdad? Bastante simple.
Pero aquí hay tres de los mayores problemas que surgen por pretender estar altamente motivados todo el tiempo:
- Quizá no te importa realmente lo que estás haciendo. Quizá no importa en realidad y te estás forzando a hacer algo que no quieres hacer. En este caso, tu falta de motivación es tu subconsciente que te dice “esto no es importante” o “esto no se alinea con mis valores.”
- La energía llega en oleadas. Y del mismo modo que cada ola tiene su cresta, también tiene una depresión. A veces tu nivel de motivación será como un tsunami arrollador. En otras ocasiones, será un flujo estable. Son ritmos naturales y seguir estos ritmos es importante, porque si no lo haces, te quemarás.
- A veces no te animarás antes de pasar a la acción, pero te sentirás bien después de haberlo hecho. Pongamos por ejemplo hacer ejercicio. Mucha gente teme o aborrece hacer el esfuerzo de sudar la camiseta. No están motivados a priori, al menos no lo suficiente para romper la resistencia mental ante el trabajo. Pero se sienten sensacionales cuando han terminado el ejercicio. Por lo tanto, a veces no puedes confiar en tener una alta motivación a priori, a veces hay que confiar en que la motivación llegará después.
¿Quiere esto decir que la motivación no es importante? No, sigue siendo importante y juega su papel. Pero demasiado a menudo resulta fácil caer en la trampa de pensar que hay que estar totalmente entusiasmados por algo antes de hacerlo. No vas a tener siempre un entusiasmo total. Y está bien. Es lo que se llama seguir tu ritmo natural.
El motivo por el cual empecé a considerar este modo diferente de abordar mis objetivos fue porque las soluciones típicas de motivación no funcionaban para mí. A veces funcionaban y otras no. A veces visualizar el éxito era muy motivante y otras simplemente fracasaba tontamente. Sólo cuando me permití dejarme ir, el éxito me llegó de forma más fácil. Lo admito, esto puede parecer difícil al principio, pero es cuestión de confianza. Tienes que confiar en tu auténtico ser para decirte cuando es hora de pasar a la acción y cuando lo es para sólo estar.
Aquí tenemos algunos ejemplos para practicar este modo no-competitivo de manifestar tus deseos:
- Practica escuchar tu intuición. Muchos de nosotros tendemos a cuestionar la validez de nuestra intuición. Favorecemos nuestra mente racional y su método de explicación seguro y lógico. Nuestra mente intuitiva, sin embargo es igual de válida. Tal como dijo Einstein una vez “La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional es un sirviente fiel. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el don.” Aprende a honrar tu don intuitivo practicando el hacerte preguntas y escuchando la respuesta que te das sin intentar deducir la respuesta lógicamente.
- Tómate el tiempo de preguntarte qué quieres realmente. A menudo queremos adherirnos a la consecución de nuestros objetivos y olvidamos escuchar lo que realmente queremos. En lugar de crear objetivos como medio de satisfacer nuestros deseos, nos convertimos en esclavos de ellos. Siempre que sientas que tu objetivo te está frenando, pregúntate “¿Qué quiero en realidad?” y escucha en silencio la respuesta que recibes.
- Acepta que no estarás siempre locamente motivado. Si esperas a estar increíblemente motivado para pasar a la acción estás poniendo mucha presión en ti mismo. Es mejor aligerar la presión permitiéndote estar medianamente interesado o incluso en un estado de temor. Al permitirte estar en este estado haces que sea más fácil moverte y continuar porque ya no te estás resistiendo. Cuando te resistes al estado en que estás, lo perpetúas.
- Conéctate a tu flujo. Todos tenemos momentos en que somos más creativos o tenemos más energía, y todos tenemos momentos en que nos apetece descansar o recargar. Para algunos de nosotros, esos recesos y flujos pueden darse en ciertos momentos del día, para otros se darán de forma totalmente aleatoria. La clave está en poner atención y explotar esos flujos de energía. Cuando pasas a la acción volcándote totalmente estás lleno de energía y al permitirte relajarte cuando estás en un estado de calma, te respetas y te honras a ti mismo. Cumplirás más cosas siguiendo tus ritmos naturales que tratando de forzarte a ti mismo.
Hay un momento para ser productivo y hay un momento para descansar. Del mismo modo que en la naturaleza hay un momento para la actividad y la vida nueva en primavera, y hay un momento para descansar y retraerse al interior en invierno. Igual que la naturaleza sabe que su crecimiento perpetuo es insostenible, nosotros tenemos que darnos cuenta de que esperar ser productivos todo el tiempo nos puede llevar a quemarnos o a ser menos productivos.
Puede que sea hora de que empecemos a escuchar nuestros cuerpos. Pienso que cuanto más seguimos el modo de actuar de la naturaleza, más inteligentemente vivimos.
Está bien, estoy de acuerdo en casi todo. Yo creo que mi productividad depende del día, del cansancio, del clima, etc.
Yo que trato de ser escritor además de consultor, lo noto especialemnte cuando llego a casa después de horas de trabajo y a veces no soy capaz de escribir una página y otras escribo 3, 4 o 5 y ya me paro porque he de ir a dormir.
Me parece interesante eso de la motivación ya llegará, no puedo pararme, a veces te vas motivando sobre los resultados del esfuerzo realizado.
Un saludo y gracias por el artículo, muy interesante.
.-= Último post de Adrián García… blog ..Con el calor baja la productividad =-.
Lo bueno de pensar que la motivación ya llegará es que al menos lo intentas, al menos te pones.
Pues eso..La motivación no puede ser imitada ni enlatada como si se tratara de algo “standard”, pues al igual que somos diferentes por el sólo hecho de ser humanos, también tenemos ritmos y flujos de motivación diferentes. Creo que mucho tiene que ver con encontrarnos a nosotros mismos mientras dejamos de fijarnos en lo que hacen los demás, y cuando digo encontrarnos me refiero a encontrar esos pequeños detonadores que estimulan nuestra motivación, sólo hay que analizar “qué” nos ha motivado en el pasado y ya podemos empezar a descubrir nuestros motivantes interiores. Al menos a mí me ha funcionado así.
SM
.-= Último post de Senior Manager… blog ..Empleo 2.0 – La nueva forma de encontrar empleo en Internet =-.
“En busca de la motivación interior”, por Senior Manager.
“Me quedo con esta frase del artículo de hoy que tiene relación con la productividad: a veces hay que confíar en que la motivación llegará después. La cosa tiene que ver con aquello de haz lo que debas y luego ya veremos.”
Vaya, esto me suena a un anuncio de Coca-Cola que alguien puso en un blog. Resulta que un niño le daba al balón, y este iba reimpulsado en una cadena de acciones y… (“tú haz, niño, haz… que luego ya veremos lo que ocurre; el balón no hace nada ahí parado, y tampoco tú sentado en el banco de piedra”).
Muchas veces, la motivación no es suficiente porque se confunden deseos con objetivos reales -véase la viñeta, o la historia que contaste sobre el pianista a la señora: “usted lo que quiere es llenar la sala como yo, pero no está dispuesta a practicar durante 20 años”. De modo que, independientemente al verdadero sentido de aquel anuncio, yo voto por empezar, por dar el primer paso o el primer chut… porque luego, como alguien también dijo, cuesta menos mantener la iniciativa una vez comenzada. Esto es algo que he tenido que decir muchas veces a los comerciales, vendedores o representantes, obviando la parte que corresponde a obligación.
Saludos, Alfonso.
.-= Último post de Germán… blog ..Nuevos paradigmas sociales corporativos =-.
German, qué buen recorrido por artículos del blog. :-)
Lo más importante es empezar, que tiene que ver con dejar de pensar tanto. Siempre habrá tiempo después para el análisis :-)
Genial el ejemplo del ejercicio, lo pero que puedo hacer cuando no estoy motivado es dejar las cosas para otro momento en el que tenga mayor empuje. No sólo no las hago, si no que me quedo con un mal cuerpo de narices.
Lo que mejor resultado me da es ponerme con lo que sea, antes o después la cosa cuaja y viene esa sensación de euforia, ese bienestar del que habláis, sin el que me resulta complicado conseguir motivarme ;)
Un saludo.
.-= Último post de Jose M. Cestero… blog ..Antivirus, protégete de los riesgos =-.
Esa es la clave, no utilizar la motivación como excusa para hacer o dejar de hacer. Yo miro mi lista de tareas en el Task de Google, y la primera de ellas es la que tendrá mi atención, aunque tenga ganas de otras cosas, que suele ser lo habitual :-)
Por supuesto no siempre venceré a la tentación de procrastinar, pero lo importante es tender a no hacerlo.
Muy bueno, enhorabuena, Alfonso y Carme!
Habiendo tratado ya unas cuantas veces el tema en esta página, ¡65 veces!, cada artículo y cada viñeta que los ilustra nos motiva también un poquito.
A veces nos dejamos llevar, y por lo que parece, tampoco nos debemos agobiar o sentir culpables por ello, que será peor, hay que escuchar nuestros “ritmos”, yo creo que si nos analizamos bien sí que es posible discernir entre el momento en el que simplemente sería contraproducente intentarlo, y el momento en que no nos apetece mucho, pero si nos ponemos, al final estaremos muy satisfechos.
P.D. Me gusta mucho la reflexión de Einstein, realmente un tipo genial.
Un saludo
Pablo Rodríguez
Es cierto, Pablo, que hay que escuchar nuestros ritmos pero con cuidado que no deja de ser un argumento un tanto ad hoc: como no estoy en mi pico adecuado de motivación dejo de currar, no? Lo mejor: ponerse a currar, aunque sean 5 minutos y ya veremos si me concentro o no.
Pues desde leugo, me quedo con la última frase, la de segir el ritmo natural de las cosas… Muy acertado.
Carpe Diem
.-= Último post de Cosechadel66… blog ..Hoy es el viernes que esperabas =-.
Adolfo, lo que le comento a Pablo: basar decisiones en el ritmo natural de las cosas te lleva a un circulo vicioso. Por supuesto, una persona que se conozca bien puede tener una idea aproximada de sus ciclos motivacionales pero, insisto, en caso de duda mejor ponerse y ya veremos.
Si son las 16 h. y no voy a ponerme a currar porque “por las tardes suelo dormir siesta y no estoy en mi mejor momento” puede ser un escape procrastinador como otro cualquiera. Mejor ponerse delante del PC y si a los 15 minutos se te cierran los ojos, pues para el sillón orejero. Pero tal vez te sorprendas de que algunas veces encontrarás el ritmo aunque no lo esperes.
Según la biblia el hombre pecó por comer del árbol del conocimiento. Parece absurdo. Pero esta parábola es maravillosa, insuperable; El hombre que sólo es racional, se perderá muchas cosas de la vida. Como la intuición o los mensajes de nuestro cuerpo, como muy bien dice el artículo.
El conocimiento es ciego, prestado, pura teoría;es la vivencia y experiencia de otro. Pero conocer va más allá. Es vivir tu propia experiencia.
Forzar la máquina es peligroso. Hay que conocer nuestra naturaleza. Y ahí está el problema, que no la conocemos.
Y las empresas se empeñan en seguir unos patrones fijos, etiquetan a todo bicho viviente y destruyen todo acercamiento a la naturaleza individual, castrando cualquier tipo de sensibilidad,creatividad e intuición. Aburrido,triste y poco enriquecedor…una lástima. Productividad envasada.
Buen sharismo,
un cordial saludo y abrazo.
Cierto, hay que ajustarse a los ritmos propios, pero también hay que dominarlos y crearlos mediante hábitos. No conozco a muchas personas que tengan el “impulso natural” de levantarse a las 7 de la mañana para aprovechar el día, a menos que tengan que hacerlo. Aunque luego se alegren de haber aprovechado el día.
En fin, una vida más productiva y satisfactoria también parte de no dejarse llevar por lo que a uno le pide el cuerpo :-)
Cierto, por eso de lo absurdo de las rigideces. Yo personalmente rindo más si madrugo. Pero si otra persona rinde más con otro horario, creo que abría que permitírselo…sentido común.
El equilibrio empieza por uno mismo.
Como todo, tiene su equilibrio. Forzarte en un momento inadecuado, no sirve y sólo puede llevarte a sentirte agobiado. Relajarte demasiado te puede llevar a no hacer nada. Por tanto, hay que encontrar ese equilibrio entre ni demasiado mucho ni demasiado poco. Pon un poco de equilibrio Zen en tu vida…
.-= Último post de Mertxe… blog ..El Dr. House y la autoayuda =-.
Mertxe, es difícil definir el propio equilibrio salvo a toro pasao. Creo que lo importante es establecer lo que se quiere conseguir, lo que a su vez determinará los esfuerzos y hábitos necesarios, naturales o autoimpuestos. Y si las metas marcadas eras demasié pal cuerpo pues a rebajar se ha dicho.
Suena poco zen, lo zé, pero es mucho más concreto, no? :-)
Qué gracia que me hayas llamado “la Pla”, Alfonso. Me ha traído recuerdos del colegio, en primaria, pues fue el único lugar donde me llamaban así :-)
Un auténtico placer compartir, maestro.
Lo hice a posta. Me gusta mucho tu apellido. Te da mucho estilo :-)
Estupendo, me ha interesado mucho. No me había parado a reflexionar sobre ello pero es cierto que muchas veces empiezas un trabajo con muchas reticencias y una pereza infinita, y cuando has hecho el soberano esfuerzo de remangarte, y te has metido en faena, has encontrado los motivos para hacerlo, la recompensa e incluso, la diversión…es que romper las propias limitaciones, los miedos y sacudirse la vaguería es el mayor esfuerzo. Ponerse es la mitad del trabajo que decía Cervantes…
.-= Último post de M… blog ..Mirar con ojos nuevos =-.
Ponerse es casi todo :-)
Me he reido mucho con la viñeta!
.-= Último post de Martín… blog ..10 motivos para odiar las listas de 10 motivos =-.
Como decía nuestro genio Picasso, “cuando llegue la inspiración que te coja trabajando”.
Supongo que algo parecido debe de ocurrir con la motivación. En el caso de que pase una larga temporada sin asomarse tan siquiera por la ventana, quizás sea bueno plantearse si realmente queremos seguir con eso…
Besos
Muy buena la metáfora de asomarse por la ventana. Suelo utilizar ese símil en orientación. No digas que no quieres, no digas que no puedes: simplemente asómate a todas las ventanas que pilles y ya veremos.
Yo trabajo horas y horas sin motivación, el despido interior que se llama, lo que me obliga son las necesidades económicas, no la motivación, el flujo natural sencillamente existe en función de nuestras necesidades…
Rafael, en psicología a ese trabajar sin motivación se le llama “motivación negativa”,hacer las cosas no porque te gusten o te interesen sino por necesidad o para no perder determinados recursos. Es el caso de muchas personas, no? :)
La cuestión importante es si te interesa ir planificando un cambio de situación, aunque sea a medio o largo plazo, o es aceptable continuar así.
Gracias por comentar.