Algo que constato con frecuencia es el elitismo de una gran parte de eso llamado recursos humanos, donde gurús-managers, seleccionadores de personal engominados de pelo y mente, consultores retóricos del sipuedesquieres y expertos del pensamiento positivo todo a cien juegan con conceptos y métodos grandilocuentes dirigidos a formar y coachingar a directivos y a trabajadores de alta cualificación o de alto nivel en la jerarquía de las empresas, que no siempre es lo mismo, y cuyas organizaciones generalmente están dispuestos a soltar la guita necesaria.
Hace poco me ha llegado un correo consultoril en el que me pedían difundir un seminario de dos días que tras la retórica de rigor escondía un programa de orientación profesional al módico precio de 700 euros. Para dejar las cosas claras, el folleto del cursillo informaba que estaba dirigido a profesionales con un salario no inferior a 30000 euros. Eso sí, las personas desempleadas tendrían un descuento.
En el polarizado mercado del asesoramiento profesional la “parte pobre de la demanda”, que supone la mayor parte de la población activa, no recibe ni se le ocurre solicitar servicios para el “desarrollo de la carrera” o de coaching laboral. Aunque lo hiciera no podría pagarlos y si pudiera asumir el gasto, ¿realmente merecería la pena la relación calidad-precio? Hablemos claro, gran parte del valor aparente de los servicios relacionados con el mundo más pijo de los recursos humanos, la dirección de personas, los emebeás y los top ten management varios, se basa en una entrada restringida en sus clubs y escuelas basada en una política de precios altos y en un networking endogámico. El coste invertido por los miembros para superar esas barreras elitistas se revierte luego a su vez sobre sus también inevitablemente “selectos clientes” cerrando así el “círculo del valor aparente añadido”.
Amigos/as, he comprobado como paciente alumno (bueno, no siempre) y como observador o “ponente invitado”, que no son mejores ni más efectivos los servicios de asesoramiento por el hecho de ser más caros. Obviamente tampoco dice mucho sobre su calidad el hecho de que la orientación profesional se preste de forma pública, accesible y gratuita. Ya se haga en barrios ricos o pobres cada práctica ha de demostrar su auténtica valía independientemente de su precio.
Ojo, no critico a los profesionales que se buscan la vida, que nos la buscamos como consideramos adecuado y como podemos, faltaría más. Pero ahora que sufrimos una crisis generada por el derrumbe de una economía artificial tal vez deberíamos reflexionar sobre la gurúburbuja de marcas vacías y retóricas de moda en que se está convirtiendo el mundo del management y del asesoramiento, ¿no?
Os dejo 10 casos de 10 personas desempleadas con ocupaciones modestas que he podido atender un día cualquiera, cuya intención es buscar trabajo y que nunca utilizarán los servicios de consultores externos ni de coachs para encontrarlo y para seguir mejorando su vida profesional. Pero tal vez otros profesionales de la orientación puedan ayudarles con al menos el mismo rigor y similar o mayor eficacia a un precio mucho más bajo porque éstos no están obligados a asumir tantos “costes asociados a una marca”.
Ya sé que el debate que planteo es complejo y no valen maniqueos sociales, pero de momento me contento con poder transmitiros la otra cara, la de un gran número de personas con cualificaciones medias y bajas que tienen una mala vida laboral y posiblemente la van a seguir teniendo, y que requieren buenos profesionales y servicios asequibles aunque no usen el sufijo -ing. Veamos, si os parece, un poco de realidad.
Pedro, 52 años. Conductor de camión y furgoneta para una cadena de supermercados de la ciudad en los últimos dos años. También ha trabajado de reponedor, y de peón en varias industrias.
Jaime, platero del precario sector de la joyería en Córdoba. Con más de 20 años de experiencia sólo ha cotizado uno a la Seguridad Social.
Rafael, con 20 años ya ha trabajado de mozo de almacén y tiene experiencia como carpintero metálico. Acude a la oficina de empleo a pedir cualquier tipo de ayuda o de trabajo porque no tiene “paro” y “de verdad que ha buscado”.
Rafael, sin estudios, herrero durante los últimos 3 años, conductor en agencia de transportes gran parte de su vida profesional, técnico de maquinaria de panaderia, ha sido mozo de almacen… “A ver si me llaman otra vez, porque si no…”
Carmen, 40 años, administrativa sin estudios de FP relacionados, lleva 15 años trabajando en una empresa de joyeria. No maneja gestión contable ni laboral, sólo “facturación, pedidos y esas cosas…” Encontró y mantuvo ese empleo por contactos y se muestra “desconcertada” ante la búsqueda de empleo.
Luisa, 38 años, peluquera durante los últimos 12 meses, y antes administrativa no cualificada algunos años. Acude a la oficina de empleo motivada por inscribirse en la ocupación de barrendero “por si los planes de Zapatero me dan un empleo”.
Pepita, 53 años, ha estado trabajando a tiempo parcial como asistenta a domicilio de personas mayores y con discapacidad. Viene además con su hija de 20 años, “que tiene bachiller” y que está inscrita como demandante de empleo en ocupaciones varias como administrativa, cuidadora de niños o limpiadora. Se le pasó “sellar en febrero” así que tiene que volverse a apuntar.
Manoli, 50 años, empleada textil con 10 de experiencia. Hace trabajillos y no ha cotizado más de 6 meses en los últimos tres años. “Trabajo pero no me quieren contratar” Dice que ya ha ido a orientadores y que no le han solucionado nada: qué le van a a decir a alguien con su experiencia. Además ella ya sabe hacer su curriculum.
Antonio, trabajador forestal de temporada, sobre todo en la prevención de incendios, camarero y peón de la construcción si hace falta. “Pero es que este año no hay empleo de ná, estoy desesperao”
Javier, 20 años, no tiene el graduado de la ESO, ha trabajado de mozo de almacén y dependiente de ferretería, ha sido padre recientemente. “¿Dónde puedo encontrar trabajo?”
La viñeta es de Eneko
Todas los profesionales que de alguna manera tenemos contacto con personas del llamado nivel medio bajo, creo que tenemos bien desarrollado el sentido de la necesidad. No puedes culpar amigo Alfonso a quien desde un punto de vista laboral y familiar tiene todo su enfoque puesto en los denominados niveles mas altos de la economia de nuestro pais y de nuestro mundo. Pero lo que si estoy absolutamente contigo es que, los que estamos codo con codo, todos los dias del año con gente real, tenemos una gran distancia abierta, con los que viven solo en su submundo elitista. Puedo hablar con toda mi experiencia, que la satisfacción de poder resolver un problema y dar ayuda a personas con un nivel economico menor no tiene precio, si lo comparo con la atención a personas de cierta clase social. Creo que la suma de muchos de nosotros, dando lo mejor que tenemnos para aportar valor a la gran mayoria de las personas, terminara por contribuir a que espabilemos. Pienso que nunca hemos tenido la oportunidad de ofrecer tanta información, como esta sociedad 2.0 esta dando. Lo importante es que los educadores y orientadores enseñeis la formula para que aprendamos a desenchufar la Tele.
Bere, gracias por tu aportación además desde un sector alejado del mundo de los RRHH, lo que también da perspectiva.
No digo que los servicios que se presten a personas que exigen más calidad no deban ser más caros, sino que en el ámbito del trabajo para el desarrollo de las personas y las organizaciones se ha generado una burbuja elitista en que los altos precios no necesariamente indican más calidad.
Por experiencia, he podido comprobar que las “consultoras industriales” trabajan con precios muy altos, por ejemplo, con las administraciones para trabajos que algunos “consultores artesanos” harían por mucho menos, siendo la calidad, personalización y dedicación incluso mayor en el segundo caso.
En estos temas tiendo a pensar que es una cuestión de mercado, y que en esas altas esferas todos los servicios personalizados son caros, porque los mismos clientes no confían en un servicio más económico (o ajustado a los costes reales), ya que las empresas (sobre todo en sus perfiles más altos) tienden a asociar motivación profesional con grandes beneficios, y lo hacen porque asumen que todos los profesionales tienen la misma motivación última que ellos, la que les hace “mover el culo” de verdad para que las cosas funcionen.
Yo estoy convencido de que muchos empresarios, pudiendo elegir, elegirían una de las opciones más caras si realmente tienen ganas de disponer de un servicio de asesoramiento-entrenamiento personal de calidad, precisamente por esta creencia.
Esto es incluso extensible al ser humano occidental en general, que desconfía de lo que es gratis, barato o más ajustado. Y a veces acierta, pero otras veces no, porque no se puede generalizar. Y estas cosas son, muchas veces, el ABC del mercado, del márketing y es lo que orienta el precio de salida de productos o servicios con independencia de su coste y margen razonable de beneficio a priori.
Otro ejemplo: Aquí en Valencia hay una tienda muy grande de productos ecológicos, herbolario y dietética; es la que más vende de todas las que hay, y sin embargo, es donde son más “cutres”, donde peor te atienden y, además, donde más caros tienen todos los productos (comprobado), en comparación a cualquier otra tienda similar más pequeña. Pero, sin embargo, se siguen llevando el gato al agua, y cada vez les va mejor. Es un claro ejemplo de aplicación de la política: “Pongo el precio que la gente está dispuesta a pagar” y de “si es caro, tiene que ser bueno”.
Luego también está el tema de la disponibilidad exclusiva, en algunos casos, que también encarece lo suyo.
Después, la calidad del servicio dependerá del profesional en cuestión, como siempre…
Un saludo.
Felipe, seguro que los que saben de marketing, que hay muchos y buenos en la blogosfera, podrían explicarnos muy bien eso del posicionamiento por el precio. En todo caso, desde mi perspectiva micro lo único que puedo decir es que debajo de tanta marca y tanta franquicia en recursos humanos no se esconde otra cosa, en el mejor de los casos, que metodologías sencillas tremendamente acicaladas, tanto que a veces cuesta diferenciar donde termina el espectáculo vendedor y donde empieza la intervención.
Insisto, no digo que los que se venden caros sean malos profesionales necesariamente, sino que no necesariamente son buenos, aunque hayan sabido adaptarse a las reglas del mercado donde la visibilidad, la “marca personal”, el networking y la publicidad son determinantes.
Y me consta que muchas de las actividades formativas son caras en parte porque todos los gastos indirectos y sumplementarios asociados que conlleva su organización relacionados con la imagen, la logística, traer ponentes de renombre…
En un mundo como éste donde no se evalúa con facilidad quién es bueno y quien no, parecerlo puede ser determinante. :-)
Muy buen reto Yoriento, estas historias reales que nos has detallado sí requieren de una eficacia y de una rapidez en sus “procesos” y como proclamaba un antiguo programa de t.v. :
!Ahí te quiero ver!
Es cierto que mirando “tan alto” los criterios sobre procesos de coaching, formación,asesoramiento, etc. y precio de los mismos,pueden producir verdadero vértigo, pero de alguna forma todos hemos participado en la construcción de “este sistema” y lo mejor de todo todos podemos participar para mejorarlo.
Te felicito, sabes energizar nuestras mentes!
Saludos
Saracobosb.
En el blog de Sara… ¿ENTRENADOR FAMILIAR?
Muy buen apunte, Sara, de verdad ¡
Entre todos hemos creado este “sistema de acreditación” del valor y a todos nos toca ir enmendando el entuerto. El reto es claro: ¿nos metemos en las escuelas de coaching o de management respectivas para cambiar la cosa “desde dentro”, o seguimos reivindicando otras formas de hacer y de vender más artesanas y menos estandarizadas?
Es en este último sentido, intento generar otras comunidades de profesionales fuera de los circuitos endogámicos de turno, pero con mucha tranquilidad y tiempo por delante.
http://www.facebook.com/group.php?gid=64923734583
Tu comentario si que ha energizado el debate ¡ ;-)
Me sumo a tu apreciación de que «no son mejores ni más efectivos ».
En el blog de josempelaez… Cambios y causas de nuestro paro
Y además manipulan utilizando la marca para atraer a la peña y luego hablar de lo que buenamente pueden…
http://twitter.com/ignacionacho/statuses/2002929891
Hola a todos.
Alfonso, me ha gustado esta “bajada a la tierra” que nos has propuesto, es cierto que en muchas ocasiones estamos pensando en elevadas metas, objetivos, misiones, visiones, planes estratégicos, posicionamientos y demás, y al final lo que importa son las historias reales.
Personas y cualificaciones hay de todos los tipos, no todos tenemos que ser ingenieros ni capitanes de barco, también hay obreros y marineros, personas de base con ganas de trabajar y aportar su granito de arena, y muchas veces con mucho más sentido común que los de la cúpula, aunque a lo mejor no tengan tanta formación.
En cuanto a lo que planteas de la “guruburbuja”, es cierto como comenta Felipe que muchas veces establecen el posicionamiento del producto, comentaba yo en un artículo de hace un tiempo que si vamos a comprar un vino al supermercado, poedemos encontrarlo desde un euro el litro hasta más de 30 euros por botella (de tres cuartos de litro). Instintivamente, los agrupamos en diversos intervalos (por ejemplo, menos de dos euros, de dos a cinco, de seis a doce, de trece a veinte, y más de veinte euros), y a cada uno de ellos le atribuimos una calidad. Y todo ello sin tener ni idea de vinos.
Con la consultoría, en algunos casos, pasa lo mismo, fijan precios elevados para dar imagen de calidad y buen servicio, que puede ser real o no.
Respecto a lo de las Administraciones Públicas, yo creo que es un poco timo, se aprovechan de que éstas no miran tanto el dinero, que no es suyo (de hecho, las consultoras realizan en muchas ocasiones el trabajo que deberían realizar funcionarios), y además, muchos concursos se consiguen mediante contactos.
Un saludo.
Pablo Rodríguez
En el blog de Pablo Rodríguez… De la Gillette al Nespresso
El verdadero problema no es que las metodologías y servicios especialmente dirigidos a personas cualificadas no funcionen con personas menos cualificadas, sino que es difícil comprobar si tienen el valor y la utilidad supuestas para las primeras.
Creo que luchar contra la presión de las marcas es complicado y todos nos sentimos obligados a hacer emebeás, a coachingarnos y a mentorizarnos, pero también forma parte del carácter emprendedor encontrar el valor y la propia marca personal más allá del sistema viciado de acreditación. No digo que sea fácil, en absoluto…
Hola Alfonso,
Tu entrada me ha recordado esta reciente consulta, donde -por cierto- se recomendaba tu blog: http://www.emprendedores.es/comunidad/asesoria/plan_de_negocio/plan_de_negocio_consultoria_trabajador
Y yo reenviaría la pregunta: ¿Habría mercado para la consultoría orientada a los trabajadores y desempleados? ¿Estarían dispuestos a pagar por un consejo profesional, de verdad?
Preguntas peliagudas, pero como siempre, un placer,
Saludos
En el blog de Luis… Los Dircom de la salud
Hola Luis, no sólo habría mercado sino que ya lo hay en el ámbito público desde hace mucho. Cientos de entidades no lucrativas y muchas empresas prestan servicios relacionados con la orientación, la formación y el empleo. Fíjate qué curioso que al no considerar estos servicios como “consultoría” parece que no lo son, pero igualmente todas estas organizaciones están cubriendo necesidades a clientes generalmente públicos.
Y a otro nivel, las personas siempre están dispuestas a pagar por servicios y productos que realmente tienen valor, por definición. En las acciones de formación de orientadores siempre pregunto a los participantes ” ¿cuánto pagarías por el mismo servicio que tú prestas?” De momento la pasta de la orientación profesional proviene de lo público y ahí está parte de su problema de infravaloración y baja eficacia.
Alfonso, ¿no sería más fácil si los esfuerzos se centraran en el origen del asunto?, que no es más que asegurarse de proporcionar una formación integral desde la infancia.
Tal vez la orientación laboral fuese más sencilla o innecesaria, si se hubiesen hecho las cosas bien en su origen
Por otro lado, y aunque concuerdo contigo en lo relativo a la injusticia social que revelan los precios de recibir una buena asesoría. Las personas que listas, tal vez no necesitan orientación laboral, sino orientación vocacional y cursos de formación; pues por mucho se pretenda orientarlos o por mucho que el INEM les de un empleo, estarán igual de expuestos toda su vida viviendo en esa precariedad laboral de tanto riesgo. Así que buscándoles un “orientador caro” no es la solución.
No creo que un orientador “pijo” pueda hacer algo diferente para orientar a estas personas, pues sus carencias van más allá de su condición económica, y lo más seguro es que no sea culpa de ellos tener esas carencias, pero si ha tenido mucho que ver en su condición actual.
Es cierto que los elitismos actuales y los círculos cerrados son la mejor característica de la asesoría de altura. Pero sigo pensando que hay más cosas en el medio que sólo riqueza y pobreza.
Slds
SM
En el blog de Senior Manager… Cuenta tus experiencias con œel miedo
El debate no he querido enfocarlo en la dificultad de acceso de gran parte de los trabajadores a servicios de orientación o coaching por su alto coste. No me parece preocupante que estas personas no puedan acceder a este tipo de actividades. De hecho la administración ya pone a disposición de la población activa todo tipo de programas de apoyo para la inserción, la búsqueda de empleo y e incluso el emprendimiento. Otra cosa es que su calidad sea muy variable, pero esto pasa en todas las familias ;-)
Mi crítica va dirigida a lo que vengo comentando anteriormente, y en lo que creo tú también coincides: al posicionamiento por precio de la mayor parte de los “servicios -ing” que parece conferirles un valor que está por demostrar respecto a otros tipos de servicios más convenciones y menos envueltos de mística tecnocrática.
¿Las metodologías habituales en orientación y psicología laboral son acaso peores que las de las “escuelas de coaching”, por poner un ejemplo, o es que esta última marca es la que se está imponiendo en los saraos exclusivos de turno al posicionarse en sectores y clientes con mucho más poder adquisitivo? ¿Es más profesional y eficiente un tío que ha hecho un supermaster en RRHH, o el que está montando su propia empresa a nivel local y con estrategias de autoformación?
Este es el debate que me interesa, el de la relación calidad-precio en el mundo del asesoramiento :-)
Hay un refrán que creo que refleja muy bien ésto: sólo el necio confunde valor con precio. Lo público, lo de todos o “lo gratuito” tiende a minusvalorarse, a depreciarse y a desvalorarse el trabajo de los muchos profesionales (sean funcionarios o laborales) que hay en la Administración. La pregunta es ¿a quién beneficia?
Un saludo.
Sí, en muchas ocasiones pareciera que gran parte de la administración hubiera sido objeto de un “despido interior”, una especie de harakiri organizativo asumido con normalidad, para que la consultoría industrial haga su desembarco.
Yo también pienso que se pagan y se piden precios desorbitados totalmente, sobre todo en el ámbito empresarial. Y estoy de acuerdo en que hay mucho pseudoguru que ha sabido montarse una buena campaña de marketing y lo que ofrece no vale lo que pide.
Los casos que tú comentas cuando quedan fuera de la administración pública son difíciles de llevar, ya que estas personas no pueden pagar ni tan siquiera un precio mínimo. Yo creo que deberían destinarse más recursos públicos a esos temas que son realmente importantes y menos a otras zarandajas.
En el blog de Mertxe… ¿Existe la Ley de Atracción?
Gracias Mertxe por este debate tuitero-bloguero que mantenemos. Fíjate que yo creo que muchas de estas personas sí están dispuestas a pagar por buenos servicios de orientación con una relación calidad-precio ajustada. Otra cosa es que no estén dispuestos a hacerlo con gran parte de los existentes actualmente, ya los conocen bien :-(
Muchas personas pagan a sus dentistas porque la Seguridad Social no los cubre, por poner un ejemplo, y esa puesta en valor automática que genera pagar aunque sea una parte genera un mundo competitivo entre clínicas en ese ámbito, y que los pacientes se preocupen más por mantener su estado bucodental :-)
Precisamente, como decía antes, le está haciendo mucho daño a las practicas orientadoras el hecho de que sean gratuitas y asociadas a lo público, lo que les resta mucho valor y limita la competitividad entre los profesionales, que tienen el cliente que paga asegurado.
Yo creo que un buen coach u orientador o psicologo laboral o mentor o asesor, depende del contexto y del nombre que elijamos, pueden ser una buena idea para toda la población activa, como los dentistas, o los psicologos clínicos. Pero en estos momentos yo no pagaría los precios que se piden, no me saldría rentable y más en un sector de calidad muy variable en el que habría que hacer muchas pruebas para encontrar un profesional razonable, no?
Mertxe,
Ya está bien de buenismo,voluntarismo,indefiniciones y partoloteo que no dice nada: ¿Qué pseudogurús? ¿Por qué pseudo? ¿Por qué hay que llamar siempre a papá estado para que nos socorra? ¿qué más recursos públicos deberían destinarse? ¿cuáles son “esos temas” realmente importantes? ¿Qué lista de cinco o seis “otras zarandajas” concretas descartarías de la asignación de recursos públicos?
La verdad, me gustaría que concretaras.
De acuerdo contigo, Alfonso.
En el blog de Mertxe… ¿Existe la Ley de Atracción?
Pseudo porqué no han inventado nada, ni han creado nada, sólo han hecho un “maxmix” de fórmulas más viejas que la tana. y porque no se evalúan resultados o ni se basa e una metodología mínimamente probada, que la hay y mucha. Y lo más importante no se realizan estudios longitudinales, que son los únicos que nos aseguran que los resultados obtenidos han permanecido en el tiempo. Y porque la mayoría (que no todos)tienen unos ” globos” en su cv que podían servir para reflotar el Titanic.
Y evidentemente el estado no ha de socorrernos siempre, pero ya que todos pagamos por una seguridad social, unos servicios sociales y unas ayudas en el caso de desempleo, éstas podrían organizarse y administrarse de un modo más efectivo.
En política se hace mucha cosmética con el reparto de recursos públicos, mucho recursos van allí donde más se ven o donde se puede conseguir más votantes.
Y si en países como Noruega o Suecia o Finlandia, el estado del bienestar puede funcionar, también podría hacerlo aqui.
En el blog de Mertxe… ¿Existe la Ley de Atracción?
Mertxe,
Gracias por tu buena intención y por el intento.
Antonio, estoy muy cercano a este último comentario de Mertxe. Es cierto que habría que concretar más pero eso no sería ya un comentario sino un plan estratégico.
Con caracter general creo que todos los servicios deben tener un coste para el cliente, bien con pago directo o indirecto, es la única forma de poner en valor tanto a profesionales como usuarios y generar la competencia necesaria.
Pero claro, aquí estamos mezclando temas que son todo un mundo: lo publico-privado, la calidad del asesoramiento, las marcas y el marketing… Mare mía :-)
Yoriento,
Hay principios universales que seguro que conoces bien del tipo “cada cual aporta según sus posibilidades y recibe según sus necesidades” que aunque sean difíciles de ponerles pies según qué ámbitos, son aplicables a muchas manifestaciones de la realidad, en este caso, laboral y sevir de guía para desbrozar la complejidad que apuntas y que tiene este asunto. A tí seguro que se te ocurren otros diez o doce principos rectores de este tipo que aporten luz sobre el asunto.
En relación con esto me guataría añadir que tan “realidad” es cualquiera de los diez casos que señalas como la “realidad” del profesional o del directivo que se encuentra en desemplo con cuarentaycinco o cincuenta años. Lo de anunciar un curso como “dirigido a profesionales con un salario no inferior a 30000 euros” es sencillamente ignorancia, cretinez, mala educación o las tres cosas a la vez.
Acuerdo total…
¡Por fin!.
Ha costado pero al final hemos llegado al suelo que pisamos todos.
Llevo años en esto de la orientación y salvo alguna mención de pasada, el grueso de la teoría de orientación siempre acababa “creando un espacio para la reflexión y el debate”.
Hablar, por ejemplo, de desarrollo de carrera en una oficina pública de empleo es como querer montar una clínica de cirujía estética en Burindi.
Nos pasamos la vida haciendo orientación estética.
Orientación rica, orientación pobre… ¿es posible su traducción a orientación de derechas y orientación de izquierdas?.
Saludos a todo el mundo.
Fíjate que yo creo que el mayor problema del mundo público de la orientación, y en particular de las oficinas de empleo, que no orientan mucho que digamos, es que enfocamos a las personas en el corto plazo, mientras que abandonamos el futuro porque lo dejamos por imposible, como tú dices. Sí a la búsqueda de empleo ya y a la solución de las urgencias, pero sí también al desarrollo de la carrera y la planificación, por poca carrera que uno tenga ;-)
FE DE ERRATAS.
Que conste que el garrafal error ortográfico del mensaje anterior ha sido culpa del cirujano que me cambió las manos y me puso la izquierda donde la derecha y así no hay manera de aclararse.
Se trata del mismo tema, hablando de una manera generalista, que el de las llamadas “marcas blancas”. Mientras las grandes marcas defienden, en algunos casos incluso con argumentos falsos, su precio en base a su calidad, las superficies defienden atacando la “artificialidad” de ese precio, justificando de esa manera la diferencia. Por un lado, es indudable que las grandes marcas han inflado sus precios en base a su “prestigio”, y que ese inflado la mayoría de las veces procede de planes financieros y de previsión de crecimiento, es decir, de un simple y llano “podemos ganar más”. Por otro lado, es ingenuo pensar que las “marcas blancas” no responden exactamente a un mismo criterio, si bien tienen la ventaja de jugar con el ahorro de costes que supone disponer de la red de distribución y, efectivamente, de obviar el porcentaje dedicado a la publicidad. El mercado y el consumidor debe ser quien influya en este debate, pero a través de la información bien entendida, haciendo que la gran marca justifique con calidad “real” su precio, y que la marca blanca no se atrinchere única y exclusivamente en el precio obviando la calidad. Lamento haberme ido pelín por las ramas, pero este tema si lo manejo, y creo que puede ser parecido. ¿Tu que crees?
Carpe Diem
En el blog de Cosechadel66… Aquellos chalados con sus viejos cacharros (y otras cosas)
Me parece tremendamente acertada la metáfora. La diferencia en el campo que nos atañe es que la calidad de las grandes marcas está mucho menos clara, su diferencia con respecto a las marcas blancas queda patente especialmente en el envase pero los contenidos son difíciles de comparar porque las metodologías de unas y otras, por diversos motivos que hemos mencionado, no siempre están tan explicitadas como debieran.
Si tomo leche condensada La lechera puedo apreciar claramente, al menos yo ;-), la diferencia de sabor respecto a la marca Hacendado. Pero si vas a una sesión de supergurús, por ejemplo, seguramente saldrás divertido e impresionado por la puesta en escena, pero otra cosa es que ese método te ayude a ser un tipo o un profesional mejor. Eso no está nada claro porque como alguien comentaba, creo que Mertxe, sin estudios longitudinales y sin una comunidad científica razonable, aquí ni dios se entera de lo que realmente funciona y es válido.
Alfonso, eres el niño que avisa de que el emperador en realidad está desnudo!!! :-) Pero me parece que los “super”coaches-consultores-gurús a los que te refieres son en realidad un número pequeño en comparación con la cantidad de ellos que ahora mismo están ofreciendo sus servicios. Yo soy psicóloga y coach hasta ahora personal, y mis honorarios en ambas facetas son muy parecidos. También he hecho consultoría en rrhh, he impartido formación ocupacional-muy, muy mal pagada por cierto: infravalorado mi trabajo? totalmente-, etc, no es que quiera exponer mi historial, sí decir que he trabajado en varios ámbitos familiares de los que se habla en esta conversación.
Es verdad, oigo a veces que acudir a un psicólogo es un lujo, y me parece que los beneficios de una terapia valen mucho más que lo que te puede costar. Se tiene visión cortoplacista también con la utilidad de una terapia, o con un proceso de coaching-en mi caso repito a precio similar al de terapia, porque lo he decidido así. Y por lo que a mí me toca, considero que debería haber un acceso más fácil a un psicólogo para la gente, promovido desde la administración, pero ese es otro tema.
Por cierto, hice el “cursillo” que mencionas y ha sido de gran utilidad para mi, que estoy emprendiendo mi propio proyecto para manejar a mi manera estas circunstancias: nuevas ideas, más ganas y sin victimismos. Y además,me sirve para enseñar, guiar a otros a hacer lo mismo, que es mi trabajo. La administración creo que no está bien articulada para enseñarme estos contenidos, no pasa nada, y quienes organizan este curso no son la administración, luego es su idea de negocio y le sacan partido y para mi, que tomo mis propias decisiones, ha sido una inversión más en formación de las que hago para llevar adelante ese proyecto y para trabajar lo mejor posible con las personas. Y ese es mi ámbito, como el de muchos de vosotros que os dedicáis a esto. No sé el de los emperadores… allá cada cual, no?
Le recuerdo a Santiago que “Lo público, lo de todos o œlo gratuito ” no sólo es el trabaja de funcionarios y laborales, sino de muchísima gente contratada en los distintos programas y servicios de distintas entidades, y sujetos a las políticas de “empleo público encubierto” que hace la administración.
Coincido con Senior, a más de un orientador pijo se le caeria la gomina con los casos que nos encontramos en la vida real (y los que has expuesto son suavecitos)
Efectivamente, la orientación de pobres como le llamas, no funciona, y no es por la profesionalidad, el buen hacer de muchos de los que estamos en este ámbito, y si alguno de tus consultores ha tenido de cliente a la Junta de Andalucía, como diría uno de mis usuariuos “que se vaya a su casa y se acueste boca abajo” porque lo ha hecho fatal, un engaño…
Y de tu club selecto no puedo opinar, porque sólo los conozco desde atrás. Hace años trabajé en un restaurante de clientela selecta para pagarme mis estudios. Políticos, profesores de universidad, empresarios, etc. Muy buenas comidas, buenos vinos y muchos de esos pijos pagando con firmas (y con el dinero de todos). La Universidad de Granada paga a los 4 meses, pero esos pijos tardan más de 8 meses en pagar…Mucha prepotencxia, mucha chulería, y aparentar…Un cordial saludo.
Si hay pobres y hay ricos, que los hay, aunque les llamemos con esa estupidez de “colectivos en riesgo de exclusión”, la lógica del nuestro sistema hace que reciban servicios adecuados a su posición. Ni comen lo mismo, ni visten igual, ni van al mismo médico… ¿porqué van a recibir la misma orientación?.
¿Orientación?, dirán. ¿Eso que es lo que es?
A mi ingenuo entender, creo que en todo esto hay un poco de lo de Felipe y Cosecha66. No obstante, existe un ejemplo de marketing directo en un caso de administración pública: el Hospital La Fe de Valencia.
Aviso a navegantes: no quiero dramatizar. Pero dejadme que os cuente un caso que me afecta (no, esto no va de storytelling).
Tengo un hijo con cáncer. Tiene 19 años y hace dos que se le descubrió. La cirugía no pudo contener la posterior reproducción y metástasis y hace 6 meses que está con quimio. Las previsiones eran que tras los seis meses de tratamiento, pudiera de nuevo actuarse con cirugía para extirpar… pero no ha podido ser. La extensión sigue ahí. Ahora seguirá durante un año con otro tipo distinto de quimio, más leve pero menos incisiva.
Habrían personas que se plantearían llevar a cabo un tratamiento en el Hospital Universitario de Navarra e incluso en Houston. En dos escalas de nivel económico, suelen ser referencias de garantía en los tratamientos. Pero existen dos importantes condicionantes que descartan nuestra intención (a mi mujer y a mí) de plantearnos ningún desplazamiento: uno es el económico -no nos lo podemos permitir- y otro es el siguiente: La Fe es considerado uno de los mejores hospitales españoles (incluso europeos) en el tratamiento de cáncer. Y atención al dato: ¡es público! Pero no por esto nuestra percepción es de infravaloración sobre los recursos privados. Nos consta que son buenos, que tienen gran experiencia… pero el servicio público, al menos en este caso, ha sabido posicionarse en su grado justo de eficiencia en materia de percepción ante el público (y lo que es más importante, ante nosotros, pues nos concede el justo grado de confianza). Cierto que no es tan cómodo y decorado que los privados, pero aquí lo determinante es el contenido y no el continente, lo que se podría aplicar al objeto de debate entre superguachiconsultoras y orientadores artesanos.
Con todo (y perdonad por la extensión) quiero decir que la administración, en el caso de la orientación laboral, no ha sabido explotar su capacidad en este ámbito. Existen profesionales buenos, como existen buenas marcas blancas sin necesidad de envoltorio. Pero estos buenos referentes no han sido comunicados, y la deficiencia de la administración ha quedado sin el contraste de la eficiencia, cuando esta realmente existe.
Repito, disculpad la extensión. Y permitidme que me niegue a que el comentario sea dotado de dramatismo, pues nuestra confianza es firme.
Saludos.