«Un rico industrial del norte se molestó al encontrar a un pescador del sur tranquilamente recostado en su barca y fumando pipa.
– ¿Por qué no has salido a pescar?, preguntó el industrial.
– Porque ya he pescado bastante por hoy, respondió el pescador.
– ¿Y por qué no pescas más?, insistió el industrial.
– ¿Y qué iba a hacer con los peces?, preguntó a su vez el pescador.
– Ganarás más dinero –fue la respuesta–. De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon. Pronto ganarías para tener dos barcas… y hasta una verdadera flota. Entonces sería rico como yo.
– ¿Y qué podría hacer entonces?, preguntó de nuevo el pescador.
– Podrías sentarte y disfrutar de la vida, respondió el industrial.
– ¿Y que estoy haciendo en este preciso momento?, respondió satisfecho el pescador».
¿No os recuerda este cuento la archicomentada historia del Rey Pirro? Me ha resultado muy pertinente en estas semanas que estoy bastante liado y pensando si no debería desliarme y dejar de aceptar más compromisos por motivantes que puedan ser. ¿Vosotros cómo lo véis?
El cuento del pescador, de Anthony Mello, lo leí en el recomendable blog de Francisco Alcaide.
Artículo relacionado: 10 historias y 10 preguntas para tu mejor año nueve
Artículos relacionados con productividad
:-) Es muy bueno, lo entiendo perfectamente, por temas laborales se a que te refieres. Y sí, a veces hay que parar, parar; es sano para el cuerpo y mente :-) Pero es difícil a veces. Tenemos la tendencia, o me parece a mi que nos educaron para pensar que bajar el ritmo de vez en cuando y apartar tiempo de ‘reposo’ para uno, es malo y egoísta.
Saludos!
En el blog de Tomas Pardellas… Me motivo , motívate , motívame , muéveme, muévete, me muevo
A veces no bajamos el ritmo por temor a que en un futuro no nos quede ritmo que poder bajar.
Pero la verdad es que o tienes un trabajo que realmente te llena o es mejor disfrutar de al vida y trabajar lo suficiente para poder vivir cómodamente el tiempo que puedas acaudalar.
En el blog de Adrián García… CincoDías desde Google Reader
Cierto Tomás, parece que parar tiene mala prensa… Creo que aquí el asunto importante no es tanto el nivel de actividad en sí como saber a dónde te lleva. No digo que esté mal pero la alta actividad se autoalimenta y a veces perdemos la perspectiva y acaba gustándonos la actividad en sí. Lo que, ya digo, no está mal siempre que uno sea consciente del coste de oportunidad y de las alternativas que está dejando atrás, no?
Adrián, la filosofía de la hormiga está bien como metáfora, pero al entrar en particularidades tal vez veamos no mereció la pena tanto ahorro. ;-)
Seguro que sabes cuándo hay que parar. Cuando falla la motivación y el interés; cuando ya, a fuerza de abarcar, ni aprietas ni ná (ni una pequeña presión, oye).
Eso sí, si tienes que soltar algo, que no sea el blog. Sigue siendo muy interesante y se agradece…Mucho.
El problema entonces es el contrario, cuando la motivación es tan alta que te pasas todo el día pescando ;-)
Quizás una de las consecuencias de este tipo de problemas, es que por muy motivado que uno esté para una tarea, cuando nos centramos excesivamente en ella, inevitablemente estamos dejando de lado otra serie de actividades que pueden ser tb muy enriquecedoras. Puede que no disfrutemos de nuestra familia o de nuestra pareja tanto como nos gustaría, o de nuestros amigos, o de otras aficiones…
Siempre pagamos un precio por aquello que hacemos, y supongo que lo interesante es saber parar de vez en cuando a plantearnos si realmente estamos dispuestos a pagar ese precio.
En ese sentido pienso que tú haces lo correcto Alfonso, pararte y valorar la situación. Sólo tú puedes tener el criterio para tomar una decisión correcta.
Es importante recordar que la motivación no lo es todo, y que el famoso patrón de personalidad tipo A, caracterizado por la adicción al trabajo, no tiene ningún problema de motivación sino que el problema consiste en no saber desconectar.
Personalmente pienso que es una gran suerte disfrutar del trabajo, pero también importante saber disfrutar de otras muchas cosas y no jugarlo todo a una sola carta.
saludos y enhorabuena por el blog!
Muy cierto eso que comentas, Javi…Suena a equilibrio.
Aunque la verdad, pensar en la propia vida en términos de coste de oportunidad me parece nefasto. Casi siempre lo he visto asociado a estimaciones económicas (el coste de oportunidad de un ama de casa al no desempeñar trabajos remunerados, el de un estudiante que invierte en un futuro improbable sin ponerse a trabajar ¡ya! en lo que sea, el de una persona con discapacidad o con una enfermedad crónica), y me ha parecido siempre que muy pocas personas -en realidad, nadie-, aguantaría una evaluación de su propia trayectoria vital con esta perspectiva. Más bien me inclino por compartir eso de que todo tiene un precio (figurado), y que cuando te da la impresión de estar pagando demasiado caro algo que ni siquiera estás seguro de que te haga falta, es hora de dar el giro. No me parece que haya una situación ideal de equilibrio perfecto… Toda situación y toda forma de vida tiene siempre sus pros y sus contras. No te canses mucho y cuídate.
Es importante tener claro cuales son tus metas es qué es tu visión de la vida. Solo si has definido cómo quieres vivir sabes que debes hacer para lograrlo, y a veces notas que no hay que hacer tanto como pensaba al principio.
En el blog de Jeroen Sangers… Métodos de productividad
Yo también siento bastante agobio últimamente. Muchas veces paro un ratito y pienso si esta vorágine me hace sentir bien o no (no en vano tener muchos proyectos es un indicador de éxito). Pero, cada vez me resulta más difícil responder a la pregunta ¿qué quiero hacer en mi vida? ¿Es posible sentir bloqueo ante esa pregunta? Qué significado tiene ese bloqueo? Yoriento, yo como siempre preguntando en lugar de aportando ideas, I ´m sorry!!
En el blog de David Sánchez Bote… Herramientas 2.0 para un nuevo entorno de trabajo
Las preguntas nos llevan al auto conocimiento ,por lo tanto buscas en el inconsciente esa respuesta que esta en ti y n muchos de los que leemos y que aveces no dejamos salir.
Hay que ser rico en tiempo y dinero. Y no hacerse preguntas existenciales. La unica respuesta es el día a día. Mimarlo y todo estará hecho.
¿Quién rinde 12 horas? Más vale 6 de calidad. Y descansar para las próximas 6.
Un abrazo.
En el blog de LoboEstepario… Tantra, aprovechando las fuerzas internas.
Si te encanta pescar y tus decisiones anteriores han sido tan acertadas que te han llevado a disponer del equipo necesario y de tantas posibilidades abiertas que te pasarías el día pescando, ¡enhorabuena!.
Si además de pescar te gustaría sacar algún ratillo para otras actividades agradables, como, por ejemplo, no hacer nada, tal vez lo único que tienes que hacer ahora es pensar si disfrutas/te interesa/te conviene más la pesca del atún o la del camarón.
Puedes reducir el foco y concentrarte en lo que prefieras.
En el blog de arati… Sorolla a lo bestia
La dimension, la excesiva separación de papeles y otros factores distancian y hacen perder la perspectiva a ambos extremos. Si la información esencial no fluye se pierde la conexión, la motivación. La pescadilla se muerde la cola, así que ni come ni avanza hacia ningun destino util.
Pasa a ser una pirámide de los esclavos que ni al humano faraon hace dios, ni al esclavo hace libre. Dos sueños perdidos y una obra bana.
Un saludo
No merece la pena vivir con peor calidad de vida para mejorar la vida en el futuro, sobre todo porque si se hace en base a la posesión de cosas, nunca se para de desear. Hay que buscar un equilibrio entre la vida privada y la profesional, sobre todo si tienes una familia. También me h arecordado el cuento a ese otro de que el niño le pregunta al padre cuanto cuesta una hora de su trabajo para pagársela y que la pase con él.
Saludos
En el blog de Cosechadel66… Es lo que pasa cuando ves Mazinger Z de pequeño
La mayoría de nuestros problemas, por definición, no son lógicos, sino psicológicos. La teoría, como dice @Javi, es que la motivación no debe serlo todo, pero en realidad sí lo es, y su ausencia o su presencia determinan en gran parte lo que hacemos y dejamos de hacer, y su diversidad facilita que no seamos dependientes de unas pocas fuentes de placer.
Reducir o ampliar el foco, como propone @Arati, no siempre es tan fácil y conlleva también autocontrol y planificación. Por ejemplo, cuando una persona es buena haciendo lo que hace, y especialmente sólo una o dos cosas por las que recibe mucho reconocimiento y atención, salirse del ojo de este huracán motivacional es un proceso largo.
En el otro lado, las personas no especialmente motivadas tal vez llevan una vida más tranquila pero también más anodina. Sí, seguro que todos pensamos que el punto medio es lo suyo, pero, lo dicho, reducir o ampliar el foco a voluntad no es tan fácil, no elegimos ni decidimos tanto como queremos creer.
Hola Alfonso !
El año pasado me llamó la atención una encuesta que reflejaba que los latinoamericanos éramos más felices que los europeos a pesar de nuestra economía (http://www.elmercuriodelosestudiantes.cl/imagenes/Default/salud_emocional.pdf)…Será así ?
Cada uno debe buscar su equlibrio…sin embargo el querer tener más se ha convertido en una especie de paradigma en el que se basa nuestra forma de vida (o de “no vida”). Préstamos y consumo hacen que gire la rueda nuestra de cada día. Qué vendrá después ? Con qué reemplazaremos este materialismo, como tu lo llamas ?
Estaremos empezando la ruptura ? Esta crisis será un síntoma de cambio ?
En el blog de Gabriel Schwartz… El termómetro – semana del 16 al 20 de marzo –
Hola Gabriel,
supongo que lo importante es tener perspectiva y alternativas diferentes para “disfrutar de la vida”, no depender de uno o pocos motivadores sino tener un estilo de vida diversificado, no?
Gracias yoriento por citarme. Un honor viniendo de ti. Dos reflexiones a la luz de tu pregunta:
1. La vida tiende al caos. El equilibrio no existe. La vida es el difícil duelo entre “reto” y “comodidad”. El problema es que el “reto” nos desborda (vamos con la lengua fuera) o es la “comodidad” quien nos domina (la vida se vuelve insípida). Hay que tender a un equilibrio razonable. Cuando uno tiene dudas de si está demasiado ocupado, es porque probablemente lo esté.
2. Hay una frase de Baltasar Gracián que me gusta. Dice así: “Los sabios suelen pecar de lentos, pues una mirada atenta obliga a detenerse”. En cierto modo, las cosas para saborearlas hay que pedalear con cierta calma. Si uno cumple objetivos pero sin profudizar y saborear se pierde algo. Está ponderando más la meta que el camino. No es sencillo nuevamente.
no me extiendo más. abrazo.
En el blog de Francisco Alcaide Hernández… La amistad en tiempos difíciles
Francisco, siempre instructivas tus visitas :-)
Me quedo con ese “cuando uno tiene dudas de si está demasiado ocupado, es porque probablemente lo esté”, que mezclado con “la mirada atenta que obliga a detenerse”, me hace pensar que el único camino es decir NO a algunas ofertas ;-)
Hombre, si el único objetivo de darse a paliza a pescar es ganar mucho dinero para seguir pescando recurrentemente hasta ser rico y poder disponer de tiempo para vivir la vida, pues lo que nos enseña el pescador es una lección magistral sobre cómo ver el trabajo y la vida.
Ahora bien, hay personas para las cuales “el pescar” es lo que les hace “disfrutar de la vida”. Es el hambre de sentirse útil, crear, aprender, estar activo… lo que sea, pero es tan duro como genial.
En el blog de Asier… With or without you
Asier, totalmente de acuerdo ¡ No se pueden conocer las motivaciones a priori, hay que ver cada caso. Para algunas personas, el objetivo final puede ser “dejar de trabajar”, pero para otras precisamente el camino y los hábitos ya se ha convertido en la meta.
Como comenté acerca de el rey Pirro, aunque declare que guerrea y conquista para finalmente descansar y poderobservar su obra, lo que realmente está manteniendo su conducta guerrera es la propia vida cotidiana de guerrero.
La motivación es muy importante pero la serenidad, el pararse de vez en cuando y mirar el camino recorrido y el camino que te queda por recorrer, ver las desviaciones y cambiar de perspectiva para mirar nuevos caminos más motivadores. No puedes caminar por varios caminos al mismo tiempo, hay que conocer los límites de uno mismo y eso es lo más difícil.