En un artículo de Manel, en su CUMCLAVIS BLOG:
Hace poco tuve una conversación donde el interlocutor invirtió el 90% de su tiempo en dejar por los suelos a la organización donde trabaja: que si sólo explican mentiras, que si fulanito es un enchufado, que si las cosas se hacen mal, que si por lo que pagan…
-Si estás tan harto… ¿Porqué no te vas? Ante lo cual, me miró con los mismos ojos con los que se mira a un alienígena y me contestó:
– No es tan fácil…
– ¿Por qué no?… dices me voy y ¡ya está!
– ¡Hombre! Si ya… pero ¡claro! [la misma mirada] y… ¿a dónde me voy?
– Qué importa, aquí no estás bien… Mira, entiendo que quizás te interesa la estabilidad del trabajo, por la hipoteca y demás, pero entonces, te quedas y mojas como el que más, ¿no?
– Bueno… dejémoslo…
Afirmaciones de este tipo comparten el espacio con autovaloraciones sobre el alto grado de profesionalidad y, normalmente, este absurdo pasa inadvertido.
Las quejas siempre cumplen una función que normalmente no está relacionada con intentar cambiar las cosas, sino con justificar ante los demás y ante nosotros mismos nuestro pereza o conformismo para cambiarlas, o para esforzarnos en encontrar otras alternativas. Pensar que las quejas de una persona implican que sufre un verdadero problema y que tiene, por ejemplo, gran motivación para buscar trabajo o para cambiar de empresa, es un error frecuente en el que caemos como compañeros de conversación.
Como muestra esta viñeta de Mauro Entrialgo en Publico.es, los lamentos sobre nuestra vida personal y profesional suelen complementarse con el famoso mal de muchos. Como bien propone Manel, si no te planteas dejar tu trabajo, ¿por qué no ponerse a currar lo mejor posible? Seguramente haciendo lo que debes tal vez te sorprendas de estar más cerca de lo que quieres, o no tan lejos. Y qué conste que también lo digo por mí. Nunca estará de más recordar que la satisfacción no depende de la parte de la herencia que nos toque, sino del estilo de vida diario que elegimos. ¿Que fue primero, que no te gustaba el trabajo o que al trabajo le dejó de gustar tu actitud ?

Viñeta de Maurio Entrialgo en Publico.es
No existen las decisiones perfectas, o más bien no existe la vida perfecta.
Cuando tomamos una decisión laboral debemos ser conscientes de a qué renunciamos, por eso creo que es algo muy personal y que nadie puede decidir por nosotros mismos.
Sólo si somos conscientes de lo que comporta nuestra decisión, lo aceptamos y asumimos nuestra responsabilidad, podremos vivir plenamente. Pues si sabemos cuál es nuestra decisión y nuestros objetivos, lo siguiente es “hacer lo que debemos” para conseguirlo.
Ayer leía un artículo que decía algo parecido a que si alguien te dice que tiene la vida perfecta, no le escuches, te está mintiendo.
Por cierto, buenísima la viñeta!
eso si me gusta jjejjeejej
Como en Matrix, también podemos escoger entre la pastilla azul y la roja.
Muy buena la viñeta y el post Alfonso.
A mi me de la impresión que la clave para “sentir” una vida relativamente equilibrada es “poder elegir”, y para eso hace falta generar y estar al tanto de otras alternativas. Quiero decir que nunca es tan malo el trabajo que tenemos o la vida que llevamos como cuando parece que es impuesta o que es la única posible.
Quejarse de nuestro sino es normal y hasta saludable emocionalmente, pero la queja producto de la sensación de estar atrapados es autodestructiva y limitante.
Hacer una lista de posibles opciones y comprobar de forma explícita que ninguna es mejor que la que tenemos, o que la inversión para cambiar es demasiado alta, es una forma de refrendar la opción actual, de volver a elegir seguir quedándonos con lo que tenemos y hacemos ahora.
Generar alternativas es uno de los objetivos más importantes (pero menos valorados) en orientación.
Carme, ¿para cuándo tu primer artículo en Yoriento? Ya ves que cuando no tengo ganas de escribir utilizo a los que lo hacen tan bien como Manel ;-)
Como le dije ya a Manel…Vivimos en un mundo de inconformismo y “quejadera” con las cosas que nos rodean, y muchas veces no somos conscientes del verdadero valor de lo que tenemos hasta que lo perdemos o hasta que vemos al de al lado perderlo.
Prácticamente vivo rodeado de ejemplos como los que señalas y lo que es peor, debo asentir con la cabeza en muchos casos para no parecer marciano, sólo cuando ya pierdo la paciencia, o se ha dicho alguna falacia, entro a la conversación y los exhorto a dejar la empresa, si les parece tan mala o el país, si les parece peor…
Luego… miradas de indiferencia y todo a la normalidad, ¿será que lo están considerando o están pensando que soy marciano?
Estoy de acuerdo con lo de quejaderos, nos encanta quejarnos y tirar pelotas fuera pero cuando alguien nos planta la realidad delante de la cara y nos incita a hacer algo para cambiar la cosa cambia, no creeis?
Cambiar es complicado y da miedo pero una vez tomada la decisión descubrimos un bastísimo abanico de oportunidades
Yoriento, ¿poco valorado? Me sorprende mucho ¡Con lo difícil que me parece a mí! Y creo que tienes toda la razón, lo de poder elegir y ser conscientes de que la decisión ha sido nuestra es importantísimo.
cumClavis, lo de las pastillas de Matrix me ha gustado mucho, me lo apunto.
Senior Manager, puede que algunos lo estén considerando. Lo que hablamos sobre las personas también vale para las empresas. Algunas parece que no se hayan enterado de que no pueden pedirlo todo. Entonces, en cuanto a la persona le aparece una alternativa, ni se lo piensa.
Fantástica la viñeta y totalmente de acuerdo en lo expresado. La frase de entrada de mi blog dice: “Los ganadores buscan soluciones; los perdedores buscan excusas”.
Salu2… y tb muy bueno el video del día anterior.
Hola Carme… Si es cierto que hay empresas así, pero también hay buenas empresas y la gente se queja igual, de hecho la gente nunca está conforme y se queja y se queja sin parar, incluso en el paraíso se seguirían quejando, es el problema que tiene haber vivido tantos años en el reino de la felicidad, en comparación con otros países queiro decir…, ya que no se han dado cuenta de que viven en el cielo y por eso se siguen quejando. Es bueno un poco de infierno de vez en cuando para aprender a valorar lo que se tiene.
SM
Buena reflexion.
Cuanta gente “traga” con todo y “hecha cubos de mierda” por la boca sobre el trabajo, los compañeros…. Un monton. Generalmente este tipo de personas no hacen nada por cambiar su situacion.
Es correcto oir y aceptar la critica pero siempre sobre una accion.
Si tu buscas un cambio…hazlo. El problema es seguir en tu sillon mientras despotricas de todo el mundo.
Hoy mismo comentaba una persona cercana un tema similar, la respuesta es clara, busca otro empleo o mientras tanto haz algo para cambiar la situacion.
Saludos
Gorka
@ Alfonso, yo creo que manteniendo el espíritu le has dado una vuelta más… humana al asunto. Al menos no le has cortado la cabeza a nadie!! ;-)
@ Carme, te envío un link donde está la escenita de la pastilla. Una passssada. La ves con otros ojos, digamos… más actuales.
http://cumclavisblog.blogspot.com/2008/11/decisiones.html
Trabajo para una administración pública y os puedo asegurar que las quejas sobre el trabajo son muy, muy, habituales.
Pero es cierto que la inmensa mayoría no hace nada para mejorar, muy pocos se esfuerzan para obtener mejores trabajos (sea dentro de la administración o fuera, en la empresa privada).
Pero también es cierto que a menudo esforzarse en una administración pública no sirve para nada… o incluso quién no se esfuerza es quién obtiene ‘premio’ (con una ‘ascensión en diagonal’).
Personalmente prefiero ser de los que se esfuerzan (aunque no obtengan resultado); creo que debe ser enfermizo pasarse toda la vida quejándose…
Quejarse es no asumir las responsabilidades, nadie nos obliga a nada. Los obstáculos estan ahí y somos nosotros los que debemos esquivarlos.
No busquéis la felicidad pues no la encontraréis, pero si tenemos algo hermoso y maravilloso llamado presente, el aquí y ahora.
Cuida tu presente y habrás encontrado el camino hacia un precioso futuro.
Más del 90 por ciento de nuestros pensamientos son repeticones de éstos. Vivimos anclados en el pasado y en el futuro y nos olvidámos del único instante presente. Todo un desperdicio para la creatividad.
Saludos.
Hola a todos/as, está el debate animado ¡ :-)
Hay consenso en que las quejas no aportan demasiado a la mejora personal y profesional, pero creo que tampoco hay que “demonizar” la queja y a los quejosos, puesto que todos caemos de forma directa o indirecta en esta práctica, y tendemos a ver más la paja en el ojo ajeno, o no? De hecho, las quejas se alimentan de la atención social, y si existen es porque nos escuchan y las escuchamos, generalmente siempre más tiempo de la cuenta.
La queja, algunas veces, también es una forma de expresarse y de relajarse ante los problemas, no tanto con afán de resolverlos o enfrentarlos, como de aceptarlos o de empezar a tomar contacto con ellos. Sea como fuere, como ya hemos dicho, quejémonos lo que queramos, que se quejen lo que quieran, y conversemos sobre quejas. No pasa nada, siempre que todos sepamos que te sientas como te sientas, y digas lo que digas lo mejor es hacer lo que debes :-)
Por cierto, MARC, no puedo estar más de acuerdo con tu frase: “es cierto que a menudo esforzarse en una administración pública no sirve para nada ¦ o incluso quién no se esfuerza es quién obtiene ˜premio ™”.
No se deben potenciar o reforzar las quejas, pero tampoco caer en el buenismo y en el activismo. Tener iniciativa, intentar cambiar las cosas o “trabajar más” no siempre será la mejor opción. A veces habrá que aceptar que en algunas cosas no podemos influir, y que otras habrá que abandonarlas, no?
Y LOBO, gracias por abandonar tu soledad y compartir con esta otra manada ;-)
Yo trabajo en una de las principales empresas del Pais, las quejas son continuas por algunos de los compañeros. y a veces les he respondido que podrian darse con un canto en los diente, estamos en una posicion muy comoda respecto a la mayoria de la gente que esta afuera, que fuera, por el mismo sueldo que estamos cobrando… nos tendriamos que dejar la piel en el trabajo.
¿que podemos hacer en el trabajo ? dar el 100%? como buscar la motivacion para ello, porque a veces la burocracia que tenemos que tratar, nos dejan pocas posibilidades. que hagamos bien el trabajo significa… que el jefe te de mas trabajo todavia, el del compañero que no pega palo al agua en gran parte de la jornada, y al que es incapaz de hacerlo trabajar, que realmente te entre poco trabajo y estes parte del dia de brazos cruzados ( un dia o unos pocos pueden venir bien, pero muchos dias asi… al menos para mi , es estresante)…
uy….. me estoy quejando, es claro que es algo que viene con nosotros..
Ay, el mundo de la motivación es muy amplio, no se pueden generalizar recetas y modelos. Hay que analizar cada contexto y cada caso para encontrar las variables motivacionales funcionales, es decir, los factores que realmente influyen en esa situación, incentivando o desincentivando la actividad.
Dicho así queda un tanto teórico pero se refiere a lo que tu estás diciendo: si trabajar mejor implica un castigo y no un reconocimiento, por poner un ejemplo, no hace falta ser “psicólogo de los buenos” para saber que ese modelo es perverso y va a generar un desastre motivacional, de resultados, de clima laboral, de satisfacción, etc. en la organización, en el departamento o donde sea.
¿Por qué no se aplican cosas tan básicas como castigar a los malos y dar cancha a los buenos? Porque para empezar, algunas organizaciones están tan esclerotizadas en su funcionamiento que son incapaces de cambiar o adaptar su modelo motivacional para recoger estas particularidades, y sobre todo en la administración pública. Así de simple, no hay más.
Uf, todo un tema éste. ;-)
La falta de aceptación de las cosas es tan dañina como el conformismo. Las cosas y las circunstancias suelen empeñarse en ser como son y no como nos gustaría que fueran y nosotros nos empeñamos en querer cambiarlas a base de quejarnos, con lo que solo conseguimos cansarnos y agotar nuestra energía tratando de justificar nuestro inmovilismo. Se de lo que hablo, ¡soy una quejosa en fase de deshabituación! y es que ¡es tan gratificante que te pasen la mano por el lomo que engancha!; cuando he conseguido coger aire y tomar el toro por los cuernos me ha sorprendido todo lo que he sido capaz de hacer; ¡Y es que el autoboicot es muy malo!. Aunque resulte demasiado espiritual para algunos, me resulta muy útil recordar la oración de la serenidad, que dice así:
“Señor dame serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que tenga que ser cambiado y sabiduría para distinguir lo uno de lo otro” (Reinhold Niebuhr)
Un abrazo!
Me ha gustado mucho tu artículo, Alfonso. La pregunta que haces de ¿y por qué no te vas? es clave. A mí me pasó algo parecido, y digamos que tuve un “momento de luz” e inicié el camino para el cambio, en el cuál estoy todavía. Lo explico en un artículo que escribí en mi blog, titulado “Quiero que mi vida mejore”. Si tienes un rato para leerlo, me gustaría que me dieras feedback.
Muchas gracias por tus artículos.
Alucino con el artículo.
Vamos me parece que el que lo ha escrito y los que lo valoran positivamente viven el “los Mundos de Yupi”.
Claro, que fácil si te quejas de que en tu trabajo ves constantes injusticias ¿por qué no te vas?.
Por ejemplo: Un persona que se queje trabaja 45 horas a la semana y le pagan 600 euros. (que las hay)
Solución: en vez de quejarte vete.
¿Pensais que esa persona tiene otra opción?
Claro, es que lo hace por conformismo. Si se esforzase tendría un trabajo decente con un sueldo decente. Es que no está motivada. (modo irónico off)
Venga va, a ver si bajais a la realidad. Que fácil es orientar así, viviendo en las nubes.