¿El pensamiento positivo mejora la vida profesional? ¿Es positivo pensar de vez en cuando que se puede perder el empleo?
En el ámbito de la orientación laboral o profesional, ¿aconsejarías a las personas que acuden a una entrevista de selección de personal, que se presentan a unas oposiciones, o que envían sus curriculum como candidatos a ofertas de empleo, que esperen lo peor para que así no se sientan tan mal en el caso de no tener éxito o de no alcanzar sus objetivos? Pesimismo y Optimismo, dos herramientas de intervención en orientación y coaching. ¿Cuál eliges?
El pesimismo es negativo para las emociones, pero positivo para los resultados.

Despido elegante
Esperar lo peor no nos hace sentirnos mejor cuando nos enfrentamos a una decepción.
Mucha gente cree que la preparación mental para el peor resultado en un examen o prueba amortiguará la decepción si finalmente el individuo falla, pero esta idea denominada “almohada emocional” nunca se había puesto a prueba en un experimento científico.
Los psicólogos comprobaron la “teoría de la almohada emocional” con resultados opuestos a los esperados: los estudiantes que no esperaban pasar bien un examen se sienten más desdichados que aquellos que esperaban hacerlo bien, aunque ambos fracasen.
A pesar de que la Ley de Murphy de No reciprocidad de las expectativas dice que “las expectativas pesimistas producirán resultados negativos y las expectativas optimistas también”, la relación entre expectativas y eficacia podría ser inversa, es decir, a peores expectativas, mejor rendimiento.
Margaret Marshall, de Seattle Pacific University, y Jonathan Brown, de University of Washington en Seattle, realizaron una serie de experimentos para estudiar esta idea. Primero solicitaron a 80 estudiantes que rellenaran un cuestionario que medía la perspectiva emocional general en la vida de cada uno. Después los estudiantes tenían que resolver un rompecabezas basado en la asociación de palabras con un programa informático. Basándose en esto puntuaron cómo de bien esperaban realizar una segunda tanda de este tipo de pruebas.
A un 50% de los estudiantes se les dio un segundo grupo de rompecabezas que eran un poco más fáciles que los primeros y a la otra mitad más difíciles. Una vez concluida la prueba los estudiantes rellenaban un cuestionario para medir la reacción emocional de frustración que sentían.
Los investigadores encontraron que los estudiantes que esperaban hacerlo mal se sentían peor que aquellos que también fallaron pero que predijeron que lo harían bien. Las expectativas pesimistas podrían exacerbar la desdicha cuando una persona fracasa. Por tanto, el “efecto almohada” de prepararse para lo peor no funcionaría y simplemente te hará más desdichado cuando el fracaso llegue.
El estudio también sugiere que la reacción de una persona a una decepción o fracaso está determinada principalmente por la perspectiva que ofrece la vida que tiene. Aquellos que esperan el éxito y fracasan tienden a tener en cuenta el lado positivo de las cosas y a pensar que lo han hecho razonablemente bien a pesar de todo. Pero también tienden además a negar su responsabilidad por el bajo rendimiento mostrado.
En esta segunda parte del estudio, en la que los estudiantes eran preguntados sobre si los resultados de la prueba era un reflejo de su habilidad o no, se comprobó que aquellos que veían la vida de color rosa y fracasaban decían que el test no reflejaba su habilidad.
Por tanto las personas que tienen bajas expectativas tienden a estar abatidos en la vida y quizás menos preparados para lidiar emocionalmente con las decepciones. Y si no consiguen la meta propuesta tienden a culparse a sí mismos. Y por otro lado, los optimistas tienen a echar la culpa de su bajo rendimiento a los demás o a factores externos negando gran parte de su responsabilidad.
Basándose en estos experimentos y en otros anteriores, Brown afirma que el mejor modo en el que una persona puede soportar las decepciones es darse cuenta que no tiene tanta importancia y que la persona necesita ser lo suficientemente fuerte para aprender que el fracaso no es tan malo.
Algunas veces, el pensamiento pesimista puede suponer una ventaja.
Anticiparse al fracaso en un examen o en una charla pública puede motivar a ciertas personas a estudiar más o a prepararse mejor para así contrarrestar el pronóstico. Los psicólogos llaman a estos individuos “pesimistas defensivos”.
Según Julie Norem (Wellesley Collage), que estudia las estrategias usadas por la gente para perseguir sus metas, tender a esperar lo mejor tiene consecuencias negativas. Aquellos que continuamente rechazan o ignoran sus fracasos, por ejemplo en el trabajo, deberían de tener la suficiente perspectiva para darse cuentan de que pueden ser despedidos. La moraleja es que no hay un consejo simple sobre la mejor opción en estos casos, si esperar lo mejor o lo peor.
Las expectativas pesimistas producen desdicha, pero las optimistas, fracaso e irresponsabilidad.
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Pues que quieres que te diga (a parte de que tengas un PRECIOSO AÑO NUEVO”). A mí lo que me gusta es el EQUILIBRIO!!!!
Un guerrero no acude al combate pensando en ganar ni pensando en perder, sino pensando sólo en combatir (proverbio oriental que acabo de inventarme)
@Carme, equilibrado y precioso año también para ti ¡ Un abrazo :-)
@Carlos, esa gran frase ha llegado desde el oriente de tu celebro. Cierto, esa idea de pienses lo que pienses, haz lo que debas es defendida habitualmente por estas bloguerías. En todo caso, luchar contra el optimismo ingenuo y la venta de la felicidad si-quieres-puedes me parece una obligación moral ;-)
El exceso de optimismo es perjudicial, al igual que su defecto. Pero creo que un optimismo moderado produce mejores resultados que un pesimismo moderado. Lo realmente importante es saber que quitando la muerte y un par de cosillas más todo es reversible, así que no hay que dramatizar cuando nos equivocamos.
JM
Optimista es aquel que vive en el mejor de los mundos posibles mientras que el pesimista teme que ésa se a la verdad.
Prefiero ser siempre optimista y si los resultados no son los inicialmente esperado entonces te toca resilienciar.
Hola Yoriento!!
he disfrutado mucho leyendo el artículo, aunque he de decir que no estoy totalmente de acuerdo con la ultima frase.
Me considero una persona bastante optimista (o al menos eso me dicen) y en mi opinion ni el fracaso ni la irresponsabilidad van ligadas a la primera caracteristica; es mas en mi caso el propio optimismo me hace una persona entusiasta con aquello que hago lo cual acaba haciendome disfrutar de mi trabajo, lo cual se traduce en resultados positivos.
Si bien es cierto que el optimismo extremo puede alejarnos de la realidad y hacernos perder el objetivo a alcanzar, la mezcla de unas gotas de optimismo, actitud positiva acompañados de unas gotas de sentido critico seran la combiancion optima para afrontar y disfrutar cualquier reto que se nos presente.
enohabuena por el articulo
Un abrazo.
Si , señor
Me ha encantado tu articulo. Que gran verdad la de sentirse “imprescindible” para ser la oveja mas “prescindible” del rebaño.
Al final con tanta crisis lo importante en Malos tiempos son las buenas ideas.
Optimismo moderado pero consciente
Salu2
Gorka
Carmen me ha gustado tu conclusión…aunque yo no lo tengo claro, pues me parece demasiado complicado para llegar a las conclusiones del estudio. Pienso que la personalidad del optimista o pesimista (a veces somos ambos) esta llena de diferentes matices que desembocan en situaciones no tan evidentes, como este Feliz año nuevo que os deseo.
¿Hay alguna relación con lo que comentabas en el post sobre la psicología paradójica Yoriento?
Quizás sea porque esperar lo peor sea esperar lo más probable, como pasa con la lotería, de esta manera si no te toca te afecta menos ¦
Quien sabe, a lo mejor, el saltador de pértiga, al concentrase, se imagina estampándose contra la barra, de esa manera si no lo logra ¦
Quizás sea este el mecanismo para llegar a ser afortunad@: cuando consigues algún éxito es gracias a Fortuna!!
Que intenso aroma medieval me trae: lo mejor amurallarse y no salir a saludar. Cerrad puertas!! Puede tratarse de enemigos ¦
Por mi parte, sostengo que, en orientación, hay que ser realista y exponer todas las variables y posibilidades, las negativas también, por supuesto. Como decía Sherlock Holmes en otro contexto: œes tan estúpida la falsa modestia como la exageración respecto a los valores de uno mismo
Gracias por el post. Lo he encontrado francamente interesante.
Mi impresión es que la conducta de mostrarse e incluso sentirse optimista en todo momento que nos quieren vender, es una cosa; y el optimismo producto de la buena planificación y de una actitud atenta ante el futuro, es otra muy diferente. Y de hecho ambos factores no tienen por qué ir en la misma dirección: uno puede vivir su “vida emocional” como un optimista entregado, pero luego ser muy pesimista a la hora de lidiar con el futuro.
Las posturas relacionadas con el pesimismo estratégico o positivo (“piensa que las cosas tal vez pueden ir mal y así estarás más prepaoado”) son compatibles con sentirse optimista (que no es lo mismo que pensar o planificar) en el sentido de disfrutar de la vida cotidiana, de sentir de forma consciente o no que las cosas irán bien.
El debate optimismo-pesimismo es recurrente y me recuerda la serie Kung-Fu que ya cité en el artículo del ratoncito angustiado.
Caine era un sacerdote shaolín que viajaba por el lejano oeste sin objetivo definido ni destino fijo. Podía permitirse œfluir con la corriente porque se había pasado su juventud entrenándose física y mentalmente y al llegar a la edad adulta era capaz de lo que los filósofos orientales llaman œbuena acción espontánea .
He ahí la paradoja. Caine podía fluir con la corriente sólo porque se había preparado para cualquier contingencia que la vida pudiera depararle. Si te quieres pasar el resto de tu vida haciendo lo que te parece natural, primero tienes que crear el tipo de naturaleza que te aportará lo que deseas.
Como Kung fu, yo creo que la mejor forma de sentirse optimista y poder disfrutar más de emociones positivas, es prepararse para el futuro con la actitud planificadora más pesimista posible.
El optimismo no debe ser una obligación social, una norma del management que hay que seguir para alcanzar el éxito, o la forma de “autoayudarnos” ingenuamente que nos quieren vender, sino una consecuencia natural de vivir con virtud, prudencia y sabiduria ¡
¿Tiene sentido esta reflexión para vosotros/as? ;-)
Y, por cierto, se me ha pasado agradeceros el venir a animar el debate, José Miguel, Álex, Carme, Gorka, Eli (me alegra mucho leerte, ya que no nos pillamos by phone ¡), y Manel (con Carme y Carlos ya tuve el placer)
Muchas veces no entiendo vuestras impresiones expertas pero mi experiencia vital, aún sin objetivos ni destino, me ha permitido disfrutar de una de las frases más coherentes e interesantes que he podido leer al respecto “Si te quieres pasar el resto de tu vida haciendo lo que te parece natural, primero tienes que crear el tipo de naturaleza que te aportará lo que deseas” , ahí esta el reto retisímo para evadir la desdicha.
una situación que a algunos muchos nos sale creo que muchos tenemosla conducta de lo que t eparece natural lo paso a hacer lo que venga no?
Perdonad! un fallo en la correción…la proxíma vez leeré hasta el final. Y no es que no nos pillamos esque no hay quién te pille Alfonso!
Eli, pues si no se entienden algunas cosas que se escriben por aquí será que no somos tan expertos ¡ Quién puede tirar la primera piedra…
Lo que pasa con las frases motivadoras y orientadoras como la que mencionas (que me parece muy buena, como a ti) es que animan mucho a querer seguirlas, pero luego te das cuenta que su aplicación es muy difícil de concretar. Para empezar, por ejemplo, se tiene que definir lo que se desea, algo que no es baladí ¡
De todas formas, muchos de los problemas que tenemos son meramente verbales, de definición de los conceptos que utilizamos y confusiones subsiguientes, como los debate del optimismo, la motivación, los objetivos…
Yo creo que la mejor forma de conocerse y saber lo que uno quiere y le gusta, lo que está dispuesta a perseguir, empieza por observar lo que uno hace con naturalidad, lo que elige hacer cuando no tiene presiones ni obligaciones, no crees? Más hechos y menos palabras siempre nos llevan a una vida más sencilla y más razonable :-)
Encontraremos el momento para ese encuentro tras tu largo viaje asiático…
Pues yo intento seguir la estrategia que me ayuda a actuar.
En mi caso eso quiere decir que cuando estoy bien pienso que podría estar mal y eso me ayuda a prepararme, planificar y trabajar para evitar ese hipotético futuro. Mientras que cuando estoy mal intento pensar que podría estar mejor y eso me ayuda a ponerme en marcha para intentar conseguirlo.
A mí lo que no me sirve es eso de que si estoy mal siempre hay alguien me recuerda que hay gente que está peor. Eso no me ayuda a ponerme a trabajar, así que lo evito tanto como puedo. Pero entiendo que funcionará de forma distinta para cada cual y que cada persona tendrá su propia fórmula personal, no?
Por cierto, no quiero olvidar lo más importante, FELIZ AÑO NUEVO a todos!!!
Pues mira, Carme, tu estrategia no sólo me parece buena sino la mejor ¡ :-)
Realmente esto del optimismo es un invento verbal: ¿cómo influye “esperar o sentir que las cosas van a ir bien”, si el hecho de que las cosas vayan bien depende de lo que uno haga?
Por esto me suelo posicionar en contra de estas posiciones que defienden que una actitud emocional determinada influya de una forma u otra. Personas que se sienten optimistas pueden ser tanto o tan poco eficaces como otras que se sientan pesimistas, pero al menos estas últimos están más atentos ¡ Pensar o sentir que las cosas irán bien o no, no influye porque lo que hay que hacer es trabajar, planificar y esforzarse para que las cosas vayan bien, y luego ya veremos.
En fin, la clave, como ya comentamos en su momento, es , hacer lo que debes te sientas como te sientas o creas lo que creas ¡ :-)
Hola!
La primera vez q escribo, pero ahce bastante q leo. Es exelente tu blog, si bien no lo leo por algun tema laborar lo demas me parece muy esclarecedor. Me aclaro muchos conceptos xD
Lei tu ultima frase : “En fin, la clave, como ya comentamos en su momento, es , hacer lo que debes te sientas como te sientas o creas lo que creas ¡”
Tambien considero q es lo mas importante, q a pesar del estado de animo sea malo hacer lo q se planeo, seguir con el objetivo, ya q el animo depende de lo q uno hace.
Mi pregunta es, como sabemos q es lo q debemos hacer? Segun lo q creamos vamos a hacer una u otra cosa. Es decir, no son nuestras creencias lo q nos dicen q es lo mejor q debemos hacer?
Como veo no has publicado un nuevo post, me paso a éste anterior, porque me parece muy interesante.
Yo creo que lo mejor de todo es el equilibrio moderado, porque todos los extremos son perjudiciales, aunque, a veces, la balanza se vaya hacia un lado y es dificil, en algún momento encontrar ese equilibrio, pero indudablemente, pienso que ser optimista, viendo el lado positivo de las cosas, y tener un carácter agradable, se hace más fácil y llevadero el camino de la vida y hacia las demás personas, procurando amabilidad hacia los demás, respeto, y sobre todo, una cara dulce con sonrisas es más bello que no una cara de amargado, y es que nuestros problemas son de puertas para adentro, los demás, no tienen por qué estar pagándolos.
Magníficos tus posts, desde que descubrí tu blog, no salgo de aquí jajaja.
Saludos.
@Hansel,
con hacer lo que se debe hacer, pienses que lo que pienses, nos estamos refiriendo a no abandonar los planes, objetivos o tareas previstas independientemente de cómo estemos emocionalmente y de la aparición de esas creencias negativas o pasajeros chungos que de vez en cuando suben a nuestro autobús :-)
https://yoriento.com/2007/06/la-inutil-lucha-diaria-contra-los-pensamientos-negativos-metafora-del-autobus-y-los-pasajeros.html
@María,
claro, todos buscamos equilibrio pero éste es un concepto muy subjetivo, difícil de definir y por tanto de perseguir, no? Y como estamos hablando estos días, optimismo y emociones pueden ser cosas diferentes. Yo puedo pensar que el futuro irá bien pero levantarme con mal humor o no ser una personal especialmente agradable o simpática.
El optimismo es una actitud, es decir, una especie de regla verbal que te dice “las cosas irán bien o dejarán de ir mal.” Lo que se menciona en este artículo es que aunque uno se sienta más a gustito pensando así eso no implica que esté gestionando mejor su vida que un pesimista, que sigue el criterio de que “las cosas pueden ir mal o no ponerse bien”.
Por alusiones: 1.- magnífica la sinopsis de PollyAnna, Arturo. 2.- Por otra parte te reafirmas en el título de tu debate: ¿el optimismo rinde menos? ¿correcto? 3.- NOTA: Reafirmo el título de mi debate, dicho en otras palabras: Hay quienes tienen una nube negra sobre su cabeza y no saben y/o no quieren hacer nada por desaparecerla.
1.- VISTO. 2.- PollyAnna ve lo positivo y lo negativo, no es tonta, lo que sucede es que todo tiene un coste o un lastre o un lado oscuro. Si Qp: Cantidad Positivo > Qn –>gana positivo. Y es un juego. Apoyarse en el mote con el que llaman los ingleses a los maxi-optimistas es como llamar Pinochio al campeón de las mentiras, o Alicia en el país de las maravillas a una niña con mucha fantasía. Son maneras de intentar ridiculizar con bromas caústicas características de ciertas personas que poseen un don generador de envidias. Pasamos por alto lo de PollyAnna y los motes de los ingleses, que además no viene a cuento apoyarse en ellos para reforzar nuestra tésis.
3.- luego volvemos al título. Lo de la nube negra va dirigido a terceros, pero antes pregunto ¿que tiene que ver ratificarse en el título y luego añadir, o sea que….y soltar lo de la nube negra?. Nube negra en la cabeza ¿dónde? ¿dentro o fuera? ¿La nube negra es polución o de lluvia? ¿Es una nube blanca y llevas gafas excesivamente oscuras? ¿alguien se equivocó y en lugar de gomina se puso miel? ¿La nube negra son moscas? ¿Es un vasco con chapela? o quieres decir que en la mente de mucha gente está cegada por el velo de Isis, o que tiene las neuronas fatigadas, o que tiene pocas luces o entendederas? Te agradecería que explicases esto muy bien, por si acaso soy yo y no me entero, aunque no me doy por aludido porque mis luces a todas idem está entre 140 y 160. Lo cual no es meritorio como todo lo bueno congénito. Y también tiene su lado malo. Digamos que esa discordancia entre el título y la frase final es muy grave. Es decir, si alguien no está de acuerdo conmigo o no me entiende, es que tiene una nube negra en la cabeza. Sigo preguntando, ¿es una nube cargada de agua? ¿tormentosa? porque en ese caso si está a distancia crítica puede descargar un rayo sobre la cabeza de los terceros. Ya sabes que el rayo salta a buscar tierra cuando se forma un condensador entre la nube y el suelo y la carga eléctrica en la nube respecto a tierra llega a una tensión de 20.000 voltios. Este voltaje es el llamado de disrupción del rayo.Y también sabes que la descarga, la corriente siempre busca el camino más corto para llegar a tierra. Si los terceros que tan despectivamente tratas, son los únicos payeses del lugar, da por seguro que el rayo se va por el que más vino haya bebido. A ver, voy a fusionar las frases:
¿El optimismo rinde menos? dicho en otras palabras: Hay quienes tienen una nube negra sobre su cabeza y no saben y/o no quieren hacer nada por desaparecerla. O más bien es éste:
Las expectativas pesimistas podrían exacerbar la desdicha cuando una persona fracasa, dicho en otras palabras: Hay quienes tienen una nube negra sobre su cabeza y no saben y/o no quieren hacer nada por desaparecerla.
Arturo, por favor, aclaranos esto también a los terceros duros de mollera.
Respecto al núcleo del debate, todos sabéis lo que es la campana de Gauss ¿verdad? es como un sombrero mexicano visto de perfil. En el cucurucho central (cono) está el 75/80% de una muestra. Y en las alas, el resto. Llamemos al ala izquierda lo peor de lo peor y al ala derecha, lo mejor de lo mejor.Esos si son pesimistas y optimistas. Va a resultar cierta aquella frase que repito a menudo “lo BUENO es inmejorable”. Si eres optimista, pero normal, podrás generar cosas positivas porque ya partes de un capital genético y no tienes enfermedad mental alguna. Si partes de un capital negativo, generarás negatividad, la gente te rehuirá, tu química te delatará, tendrás mano húmeda y la tenderás floja. Tendrás una fuerte tendencia a la hipocondría con lo cual padecerás de muchas enfermedades psicosomáticas o imaginarias. El optimista irá a por ello o ella, el pesimista se quedará mirando con envidia que adelgazará más, si cabe, su falta de autoestima, confianza, empuje, sana agresividad, seguridad, su ego,etc. Yo concluyo, respetando todo de todos, que ni pesimista ni optimista de extremos (maníacos depresivos). Lo ideal es lo BUENO. Está en el centro (eje) del sombrero mexicano y ahí si hay una meseta donde estabilizarse. Tómenlo como lo que es, una analogía. Mejor que la de los ingleses con PollyAnna y los optimistas. Por otra parte ¿que optimismo puede tener una persona con más de trescientos días nublados y con niebla? Que les gastará menos el Sol y lo tendrán más nuevo…
Saludos cordiales,
Francisco Gosálbez
NOTA: No me juzgues por las veces que he fallado, sino por las veces que me he levantado para intenttarlo de nuevo.
Hola, buenísimo el artículo.
En mi caso yo siempre he sido optimista, pero nunca irresponsable, más bien al contrario, siempre he sido demasiado responsable, por lo que en mi caso el test y su conclusión fallaría estrepitosamente.
Desde mi punto de vista, lo que ocurre es que esos test se hicieron a estudiantes, es decir, personas que todavía no han alcanzado la madurez y eso creo que es vital para entender las conclusiones que comenta: “..las expectativas pesimistas producen desdicha, pero las optimistas fracaso e irresponsabilidad.” esto tiene mucho que ver con la madurez emocional de la persona, con las experiencias de su vida, con su educación y con los pilares que sostienen su personalidad, no creo que esos test sean capaces de medir con la precisión que requiere un tema como este, al menos a mí no me hubiera servido mucho…
Un cordial saludo.
ya no sé ni qué es optimismo ni pesimismo XD Lo dejo para otro día. Gracias por las lecturas, que he acabado enganchada ^_^
Yo aplicaría tu anterior respuesta a la pregunta ¿Cómo puedo mejorar?. Aunque a veces, reconozco, son los planteamientos pesimistas los que provocan que paremos nuestro ritmo de vida para plantearnos tales preguntas y pasemos a la acción. En este sentido, contemplar la posibilidad de que podemos perder algo que nos interesa, puede ser un buen aliciente para progresar de manera efectiva. Por supuesto, hablo de planteamiento y no de la situación real de pérdida en que las actuaciones de estrategia se verían mucho más condicionadas. Es decir, utilizar el pesimismo con caracter preventivo y como estrategia de superación y mejora; no como forma de vida. En este sentido, estoy de acuerdo con tu planteamiento que, por otra parte, me parece muy interesante.
Un saludo.