A ver, no digo yo que ponerse objetivos para el “año nueve” esté mal siempre que sean realistas, concretos, graduales y bla bla bla. Proponerse algo es un gran primer paso motivacional para conseguirlo pero, como nos advierte la viñeta publicada por Mercurio en su Depende como lo mires, creo que una cosa es plantearse metas, satisfacer intereses y cubrir necesidades, y otra desear como mero ejercicio consumista producto más de la presión y la convención sociales de las que pocos nos podemos sustraer.
Pues eso, que obligarnos a desear por desear nos puede mantener tan ocupados que nos impida percibir que algunos de los supuestos deseos ya se han cumplido, que muchos son realmente innecesarios y que la mayoría están descritos de una forma tan vaga que nunca sabremos qué hacer para perseguirlos, una forma muy tonta de crearse ansiedad gratuitamente y de planificar de forma errónea. En fin, ya se sabe que los Reyes Magos no saben psicología. Siempre nos quedarán los caramelos¡
Gracias por la mencion ;)
La verdad es que ves las cosas que crees que necesitas y cuando de vez en cuando echas la vista atras compruebas lo incecesario de muchas de ellas.
Esperemos centrarnos para ir a las verdaderamente importantes ;)