En Honeydripper, el mismo negro que bajó “la semana pasada” de aquel tren en un pueblucho de la Alabama de 1950 con una mano delante y otra detrás, es detenido aduciendo vagancia por el sheriff blanco de turno cuando simplemente estaba buscando trabajo.
El representante de la ley lo lleva al juez que le impone una pena ejemplar: recoger algodón en sus propios campos. Ese negro, un músico venido de Nueva Orleans, recibe los consejos de un compañero de fatigas, obviamente del mismo color:
– Tú nunca has trabajado recogiendo algodón, ¿no?
– Así es
– Tienes que estirar bien los pantalones, flexionar las rodillas bajando la cadera y no saltes arriba y abajo todo el tiempo. Si estás arriba, quédate arriba, pero cuando estés abajo quédate abajo. Lo más importante es que tengas ritmo. Todo tiene ritmo en la vida, hasta cosechar el algodón de la planta.
– ¡Enséñemelo!
– No mi ritmo, tu ritmo. Eso es entre tú y el día de trabajo que tienes por delante. Una vez que lo descubras no dejes que nada ni nadie te saque de él.
Sí, ya sé que la escena es muy metafórica y algo existencialista, pero ¿tú como interpretarías o aplicarías de forma concreta en tu propia forma de trabajar y de planificar tu vida profesional eso de “encontrar tu ritmo”?
Quizas soy yo, pero no pude evitar imaginar y trasladar lo que la historia llama ritmo como “rutina”.
Quizás sea un buen consejo de búsqueda o consuelo para mas de uno; pero yo me pregunto:
“No seria mas enriquecedor perfeccionarnos cambiando de ritmos; a tocar siempre la misma, conocida, cómoda, segura y rutinaria canción “
Saludos!
Emiliano
Weblog-Lab.com
me parece importante lo del ritmo. La verdad, nunca me encuadraría dentro de lo que se llama trabajo en serie o división del trabajo como le llama Smith.
Cada cual tiene su ritmo, sus días, incluso sus años.
Lo de levantarse con el pie izquierdo, es una gran verdad. Ese día nada te sale bien.
Y no estaría mal darse uno un año sabático.
Yo lo hacía de soltero. Teniendo flia es muchísimo más complicado. Pero es algo totalmente recomendable.
Otra recomendación “religiosa” es la de ayunar aunque sea una vez al año. Lo deja a uno cero km
Saludo
Saludos a todos,
Perdonar que genere polémica pero no creo en rehuir de lo rutinario. Las rutinas del trabajo y del día a día son inevitables. La clave esta en que sentido las doy. ¿Son manifestaciones planas de una vida aburrida?, o por el contrario tienen relieve, con un sentido específico que solo se realiza con la consecución de esas acciones repetidas?….
Muy interesante el tema y el modo de abordarlo. (Qué arte tienes Alfonso).
Participo con Pablo. Para mí hay dos palabras claves que definen “mi ritmo” en el trabajo: Resposabilidad y Compromiso.
Sí.. es necesario “encontrar el sentido”. Ésto me recuerda ésa otra metáfora en la que al preguntar al obrero que qué hacían había quién respondía que “colocaba piedras”, quién “levantaba muros” y incluso quién “construía catedrales”.
Y tú… ¿qué haces? ;-)
EMILIANO,
me alegra verte de nuevo por aquí ¡ ;-) Creo que tu profesión bloguera te tiene realmente liado, no?
Lo del propio ritmo yo lo interpreto como un no estar pendiente de los demás, como Induráin o el piraguista David Cal que ven como sus rivales toman delantera rápidamente pero ellos consiguen sus objetivos a su manera, temporizando.
Gran parte de la insatisfacción laboral y personal proviene de las comparaciones y de los estándares, y no de planificar y seguir los propios objetivos en función de los propios intereses.
CAMILO,
me parece relevante lo que dices, lo de ajustar ritmos, incluyendo periodos sabáticos, si es posible, aunque no son necesarios. Nos daremos cuenta de que gran parte del estrés y de la insatisfacción diaria tiene que ver con hacer las cosas no como queremos hacerlas,o con mantener ritmos inadecuados, demasiado rápidos o demasiado lentos.
Hola PABLO,
el sentido que le damos a las cosas y las experiencias depende en gran parte de los resultados anteriores que hemos tenidos con esas experiencias, no?
Muchas personas viven su vida laboral con sensación de rutina porque su vida laboral es…rutinaria. Planificar objetivos intermedios, mejorar métodos, establecer consecuencias agradables, etc. permitirá vivenciar mejor lo que ahora es mera inercia y obligación.
No es que sea tan difícil planear para trabajar (y para vivir) de forma menos aburrida y sin anhelar las vacaciones cada día, pero a veces se necesita un asesoramiento o perspectiva externos, como tu defines en tu blog, a veces se necesitan facilitadores ¡ :-)
Hola amiga,
pues al igual que le comentaba a Pablo la cuestión importante es conocer qué experiencias y que tipo de organización hacen más probable que un albañil piense y sienta que está construyendo un edificio y que forma parte de algo importante, en lugar de percibir que “sólo” está poniendo ladrillos.
Afirmar que la felicidad en el trabajo depende del “sentido” que le da cada uno sin especificar o detallar las medidas concretas que van ayudar a encontrar ese sentido tiene más que ver con la psicolabia que con la psicología de la buena.
Sería como recomendarle a alguien que dice que se aburre en el trabajo o se siente frustrado o desmotivado: ¡oiga, pues no se aburra ¡