Tras cualquier decisión, incluso la equivocada, llega la paz. Rita Mae Brown
¿Cómo decidir? Tal vez te haga falta un libro para la toma de decisiones. O simplemente acudir a las ideas sencillas de siempre. Por ejemplo, la metáfora de las piedras en el frasco sugiere centrarte y dedicar más tiempo y energía a lo más grande e importante. Las historias o consejos con moraleja suelen tener la virtud de activar preguntas y establecer paralelismos sobre problemas y situaciones propias, y sobre posibles alternativas y “escenarios de salida”.
Y aunque las metáforas pueden ser confusas o polisémicas, como el chiste del pastor y el científico (aunque cuáles no lo son), o realmente absurdas y artificialmente zen como algunas que se manejan en consultoría, lo importante no son tanto las respuestas que nos ofrecen como el modelo que prestan para enfocar un problema en particular o el impulso que ejercen para emprender un nuevo camino.
Es difícil saber si estamos tomando decisiones acertadas, pero casi siempre será una buena decisión hacer algo y ponerse en marcha. Sobre el proceso de toma de decisiones se escribe mucho y generalmente todo bastante razonable, pero tengo la impresión de que pocas veces se aterriza y se aplican esas elucubraciones sobre la vida cotidiana.
Leo en el blog de Juan Carlos Cubeiro siete reglas básicas para tomar mejores decisiones, que a su vez él ha leido de Daniel Kahneman, consejos que me han resultado prácticos, “conductuales” y fáciles de seguir (y evaluar), aunque más que sobre elecciones algunos se refieren a estilos de vida y asuntos existenciales. A mi me gusta la número seis, ¿cuál es la tuya?
Siete reglas para tomar mejores decisiones
1. Evita pérdidas de tiempo con un marco a prueba de errores: Kahneman define “marco heurístico” como una serie de principios que te ayudan a tomar decisiones cotidianas, como comprar el segundo equipamiento técnico más caro o elegir el tercer vino más barato de la carta. El propio investigador “siempre se sirve la comida en platos pequeños y nunca pone productos de alto contenido calórico en la nevera a la altura de los ojos”
2. Toma una perspectiva externa para las grandes decisiones vitales: Nuestro cerebro tiene dos modelos mentales para analizar la realidad. El primero o interno es intuitivo, rápido, muy emocional. Por ello, para las decisiones importantes, es mejor tomar el segundo, el lógico y racional. Son las “lentes externas”. Se trata de analizar prioridades y puntuarlas despasionadamente.
3. Decide emplear tu tiempo y tu dinero en cosas inusuales: “Cómo decides gastar tu dinero afecta a tu felicidad más que el dinero que tienes”, nos enseña Kahneman. Las investigaciones demuestran que las personas obtienen más placer de cosas que no han hecho que de comprar más de lo mismo. Por tanto, mejor invertir en experiencias que en objetos.
4. No dejes que una mala experiencia nuble tu juicio: Una mala situación influye mucho en las siguientes decisiones, cuando es muy poco probable que se repita de nuevo inmediatamente.
5. Elige rápido tus productos de consumo: Los estudios demuestran que cuando uno elige rápida e intuitivamente sus compras de gran consumo es más feliz que si las medita mucho. Kahneman tiene muy claro que en esos caso hay que utilizar el instinto.
6. Date cuenta de lo poco que sabes y tómatelo con calma: Lo más importante de la ciencia de las decisiones es lo poco que sabemos sobre las circunstancias que rodean a cada acto.
7. Debemos aprender a querer las decisiones que hemos tomado: En las decisiones de poco valor, no vale la pena lamentarse de las decisiones que hemos tomado, sino adaptarnos, aprender y crecer.
Pero de todo lo que podría hacer —y de todo lo que debo hacer y no sé cómo— lo que más me gustaría hacer es decidirme. @j_a_almendros
Por aquello de ir uno siempre apretado de tiempo, me gusta la primera: tener un marco a prueba de errores. Aunque sabiendo mi gran capacidad para el desorden en todos los órdenes, no me acordaría nunca de los modelos que previamente habría adoptado para tomar las decisiones, con lo cual estaríamos otra vez lo mismo. :)
Me alegro de volver a leerte.
FELIX,
entonces una idea práctica será apuntar estas reglas por orden alfabético para poder consultarlas just in time. Seguramente con estas cuatro etiquetas de clasificación, comidas, compras, relaciones y trabajo, ya abarcamos el 90 por ciento de las situaciones ¡ :-)
Un placer volver a compartir contigo ideas. Sin duda, lo que más se echa de menos al no escribir son los comentarios de los amigos/as…
Hace tiempo te sigo por Twitter y hoy por la temática me he dejado caer ppr aquí. Y me alegro mucho!
A mi me gusta la última. Siempre que tomo una decisión no paro de pensar por la que no me he decantado. Como amar la decisión tomada? Como conseguir el “Don’t look back in anger” de Oasis?
Un saludo!
Javi, es un problema universal que tendamos a intentar “cambiar el pasado”. No hay muchas soluciones para esto salvo aceptar que el pasado no se puede cambiar y que siempre vivirá con nosotros.
Echa un vistazo a la metáfora del autobús: pienses lo que pienses, haz lo que debes, lo que tienes previsto hoy y verás como esos pasajeros negativos te incordian menos :)
https://yoriento.com/2007/06/la-inutil-lucha-diaria-contra-los-pensamientos-negativos-metafora-del-autobus-y-los-pasajeros.html/
A mi esa formula de hacer lo que debo más allá de mis estados de ánimo me funciona muy bien. El análisis optimista-pesimista del momento, en esa dicotomia, me ayuda solo a ser realista en las expectativas.
Gracias por tus comentarios, breves y utiles.
Un saludo alfonso
Me gustó la frase del inicio, toda la razón, decidirse por izquierda o derecha y caminar el camino hasta la siguiente encrucijada… sin lamentos
A veces las ideas más humildes, expresadas sin intención, nos salen mas auténticas que las citas célebres :)
hola buenas tardes, me parecen muy interesantes estas 7 reglas pero aun no me quedan claras y quería pedirle ayuda en como aplicarlo en un caso laboral o negociación
me podría ayudar en darme un ejemplo, el que usted guste al aplicar las 7 reglas