¿Los pensamientos negativos dificultan nuestra búsqueda de empleo?
¿O, al revés, no encontrar trabajo es lo que genera los pensamientos negativos? Tal vez lo que pensamos no tiene tanta influencia sobre lo que hacemos como nos han dicho o como nos gusta creer.
Ya conocemos los tres secretos para tener éxito en la vida profesional y encontrar mejores oportunidades de empleo ;) pero en este artículo vamos a reflexionar sobre los pensamientos negativos y las creencias erróneas que influyen o limitan nuestras posibilidades para definir o alcanzar los objetivos profesionales que nos proponemos.
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Todas las situaciones problemáticas, sean personales o profesionales, como la búsqueda de empleo o la superación de la precariedad laboral, comparten aspectos funcionales comunes, orígenes y efectos similares, y soluciones parecidas o cercanas en los aspectos fundamentales.
Por ejemplo, la ausencia de competencias de planificación y la mala aplicación de habilidades sociales en la vida o en la empresa limitan las oportunidades.
El seguimiento de creencias o reglas irracionales y la influencia de los pensamientos negativos también suponen desventajas en numerosas facetas personales y profesionales.
Os dejo ahora con estas 24 pensamientos negativos y creencias erróneas sobre la búsqueda de empleo y el desarrollo profesional que tienen también efectos nocivos en otros contextos vitales y personales.
Seguro que reconoces y sufres o has sufrido algunas, ¿verdad?
1. La creencia de la MOTIVACIÓN.
“Todo el mundo quiere trabajar”.
Este principio implica que cuando una persona no tiene empleo se da por hecho que está desempleada, es decir, que busca y está interesada en trabajar. Pero es evidente que existen en un momento dado muchas personas inactivas, que no quieren incorporarse al mercado de trabajo. En general no debemos asumir a priori la existencia de motivación. Por ejemplo, se dice que “todos los niños de por sí quieren aprender“ o “todas las madres tienen instinto maternal”. Pues dependerá de cada niño y de cada madre y de las experiencias que hayan tenido, ¿no?
2. La creencia del CONOCIMIENTO.
“Yo sé por qué estoy desempleado o por qué mi vida profesional anda tan mal”.
No cabe duda de que todos/as somos capaces de enumerar los supuestos factores responsables de estas situaciones, pero una cosa es dar razones y otra es tener razón. Eso del autoconocimiento esta sobrevalorado y es mucho más difícil de lo que parece.
3. La creencia del MOTIVO ÚNICO.
“Si estoy en desempleo es por algo en concreto, algo que he hecho mal o que dejé de hacer.”
Las cosas son mucho más sencillas de lo que parecen pero no necesariamente simples. Cuando estamos en una situación mala o complicada muchos factores y muchos errores acumulados serán los responsables, seguro.
4. La creencia de la SUERTE.
“Si no encuentro empleo o si no lo mantengo es porque no tengo suerte. Sin suerte, no importa cuanto tiempo busque o cuanto me esfuerce”.
Esta famosa y frecuente creencia es más una queja o una excusa que un pensamiento racional, ¿no?
5. La creencia del CASTIGO DIVINO.
“Trabajar no le gusta a nadie, sólo se trabaja para ganar dinero”.
Pues no, hay gente rara que disfruta trabajando porque las tareas que desarrollan están relacionadas con sus intereses personales y profesionales. Uno puede desarrollar motivaciones nuevas o encontrar empleos más relacionadas con lo que le gusta.
6. La creencia JUSTIFICATORIA.
“No encuentro empleo por mi discapacidad; porque no tengo experiencia, porque no hay empleo en mi ciudad, porque ………”
Sin duda todos nosotros/as podremos completar la línea de puntos suspensivos sin ningún problema para esto del trabajo como para cualquier cosa que no nos vaya razonablemente bien.
7. La creencia del RIESGO.
“Me arriesgaría si fuese seguro”; “Si yo supiese que iba a encontrar un buen empleo en otra ciudad me iría ahora mismo”; “Si hacer ese curso me diera posibilidades seguras de empleo pagaba lo que fuera por hacerlo”; “Sólo me iré de casa de mis padres para no volver”.
Parece que esto de no arriesgarse o de no intentarlo a menos que “tengamos garantías” es un pariente cercano de la creencia justificatoria. Esta habilidad para alimentar la indolencia podría llegar a “no hablo con nadie porque no es seguro que me vayan a caer bien”.
8. La creencia FATALISTA.
“Lo que me pasa a mi no le pasa a nadie”.
¡Como si tuvieramos las estadísticas completas de lo que nos pasa a todos/as¡ La tía cercana de este gracioso pero absurdo pensamiento es la creencia de la suerte.
9. La creencia ENVIDIOSA.
“Si los demás encuentran empleo o encuentran empleos mejores que yo no es porque se lo merezcan o se hayan esforzado. Algo habrán hecho.”
Justo eso mismo están pensando otros muchos de ti.
10. La creencia ANTI-ESPECIALIZACIÓN.
“Si elijo objetivos profesionales y me especializo perderé oportunidades”. “Si busco empleo en cualquier cosa tendré más posibilidades”.
Es como decir que si uno es bueno o experto en alguna materia, pongamos física de partículas, le costará más trabajo encontrar un empleo relacionado con este tema que hallar un curro de camarero en Benidorm. Se me ocurren algunos comentarios ácidos contra las frecuentes críticas a la especialización profesional pero os los dejaré a vosotros/as. Y es que especializarse no quiere decir robotizarse o encorsetarse, uno puede seguir desarrollando competencias generalistas mientras se convierte en un trabajador con valor añadido.
11. La creencia de la INFIDELIDAD.
“No es bueno centrarse en unas líneas profesionales, objetivos o empleos concretos. Es mejor ir aceptando lo que vaya saliendo”.
Entonces debes prepararte para ir aceptando también lo que te vayan pagando.
12. La creencia de la CURSITIS.
“Hacer cursos siempre ayuda”.
Sin comentarios, porque ya los hicimos.
13. La creencia de la TITULITIS.
“Si soy universitario tengo más posibilidades que si hago FP”.
¿Más posibilidades para qué?
14. La creencia AUTOSUFICIENTE.
“Yo ya conozco y aplico todas las técnicas de búsqueda más adecuadas para mi caso. Si no encuentro empleo es porque no hay”.
Claro, y a los que están contratando en este momento con tu mismo objetivo y perfiles profesionales los han traído de Marte.
15. La creencia de la INMEDIATEZ.
“En cuanto me ponga a buscar encontraré empleo rápidamente, y además el que me interesa.”
Eso de ponerse a planificar a medio plazo y aceptar que los grandes e importantes retos y objetivos pueden conllevar tiempo, dedicación y habilidad todavía no se ha convertido en una creencia a seguir. Y es que competir con los mediocres pero rápidos resultados del aquí-te-pillo-aquí-te-mato está complicado.
16. La creencia GENERALISTA.
“Todo el mundo debe buscar empleo de la misma forma y conseguirá los mismos resultados”.
Esto es lo que se consigue con los consejos de manual sobre la búsqueda de empleo y sobre el desarrollo profesional plagados de tópicos y obviedades, como también ocurre con los principios de autoayuda. El médido de familia puede detectar la fiebre y darte aspirinas, pero vete luego al especialista que seguro que profundizará en tu problemática. Lo que le sirve a Brad Pitt para ligar es más que probable que sea inefectivo en tu caso. Y lo digo de forma solidaria.
17. La creencia de la CANTIDAD.
“Cuantos más currículos envíe más posibilidades tengo.”
Una usuaria auxiliar de clínica sin experiencia batió todos los records de envío indiscriminado de currículos: en un mes 2000 clínicas de toda España recibieron su candidatura. Después de algunos meses no había recibido ninguna respuesta. Le pregunté qué conclusión había sacado de esta forma de buscar empleo para su caso. Me dijo: debe ser que no he enviado suficientes currículos.
18. La creencia del ACTIVISMO.
“Siempre es bueno estar haciendo algo, sea lo que sea”.
Lo que siempre es bueno estar haciendo es analizar para qué sirve y qué resultados tiene lo que uno hace.
19. La creencia de la EDAD.
“Ya soy muy mayor para empezar a estudiar de nuevo”. “Todavía soy muy joven para pensar en el futuro profesional”.
Uy, el tema de la edad es ya un clásico.
20. La creencia de la INERCIA.
“Más vale seguir haciendo lo que hago” “Reciclarme o aprender una nueva profesión va a ser mucho más difícil y/o costoso, en tiempo y/o dinero, que seguir con mi profesión o mi vida profesional actual, aunque no me haya ido bien en los últimos años”. “No me gusta mucho mi trabajo actual pero más vale lo malo conocido que lo peor por conocer.”
Hasta que la inercia nos haga descarrilar no nos daremos cuenta de lo chungo que es dejarse llevar.
21. La creencia de la INSISTENCIA.
“Seguiré buscando igual aunque no me vaya bien”. “No he tenido éxito buscando empleo de la forma en que lo he hecho, o buscando en mi ciudad, etc., y no tengo muy claro por qué, pero creo que tarde o temprano tendrá que llegar”.
La diferencia entre la tenacidad y tropezar tantas veces como sea necesario con la misma piedra está en la evaluación. Echa un vistazo a la creencia de la cantidad. Si has hecho 7 cursos de formación generalista, todos diferentes, y ninguno te ha llevado al empleo, tal vez haya llegado el momento de dejar de hacer cursos de ese tipo. Nadie te recriminará esa decisión, seguro.
22. La creencia en el CURRICULUM.
“En la vida profesional, lo más importante es el currículo.”
En la vida profesional lo más importante no es el papel donde imprimes tu vida profesional, sino la vida profesional que tienes.
23. La creencia del ENCHUFE.
“Todos los empleos que se encuentran por relaciones personales o por la ayuda de conocidos son enchufes para gente que no se lo merece o no sabe trabajar.”
¿Lo dices por experiencia? Teniendo en cuenta la creencia generalista y la creencia envidiosa tal vez debamos dedicarnos a hacer menos grandes afirmaciones y más a centrarnos en los métodos más eficaces para encontrar y mejorar en el empleo en nuestro caso. Si gestionar tus contactos es uno de ellos, dale caña también y no mires a quién.
24. La creencia de la ORIENTACIÓN INÚTIL.
“La orientación profesional no vale para mucho. Son sólo charlas sobre cómo buscar empleo, consejos para la confección del curriculum e información sobre empresas donde se pueden uno presentar como candidato.”
…vamos, que si lo echábamos de menos!! como te lo diría yo en plan fino…:-)
bueno, mejor volveré en otro momento porque éstas no son horas para enfrentarse a los 40 principales :-)
Yo sí lo he leído entero (con la ventaja de que son las 10:00) y agradezco el esfuerzo que has hecho en confeccionar esta relación de tópicos. He reconocido la mayoría de estas creencias erróneas, y aciertas de lleno en tus comentarios. Pueden ser peligrosas si las utilizamos para etiquetar a nuestros/as usuarios/as (aunque “etiquetar” termina siendo inevitablemente útil).
Este post se convierte para mí a partir de ahora en una herramienta de trabajo.
Gracias
Buscar empleo es un poco de todo y creo que cada quien es un mundo lleno de oportunidades si se sabe orientar apropiadamente la vocación y las habilidades. Este manifiesto de 24 creencias me recuerdan a mis primeros años de empleado cuando estaba lleno de dudas y emociones encontradas por no saber que hacer o no saber a que dedicarme… Creo que todos hemos pasado por alguno de ellos aunque sea una vez en nuestra vida… Lo importante es sacar provecho de tanta negatividad y convertir cada creencia en un nuevo enfoque que nos conduzca a lo contrario; es decir, a lo positivo… Esta relación parece el monólogo de alguien muy negativo, que por su puesto, nunca encontrará trabajo pues está destinado y predispuesto a no hacerlo.
Pienso que la edad es un factor importante pero no decisivo, así como otros factores que la gente tiende a pensar que son como obstáculos. Sólo hay que ver cada punto débil como una oportunidad y desarrollar nuestra intención de búsqueda a partir de allí… Lo que no podemos permitir es darle un sentido derrotista al proceso desde el inicio, hay que arriesgar y tocar las puertas de forma calmada pero constante siempre pensando en positivo, pues lo que si es cierto y seguro, es que siempre habrá algún puesto de trabajo (o más) por allí esperando por nosotros.
@DESORIENTÁ,
¿echabas de menos estas retahilas mías? Tus finas reflexiones si que son bienvenidas ¡ :-)
@EMILCAVAN,
la función de la mayoría de estos pensamientos negativos suele ser la excusa, el no salir de la rutina, el evitar esforzarse. De todas formas, también muchos profesionales del asesoramiento incurren o incurrimos en algunas de ellas…
@SENIOR,
dices que “esta relación parece el monólogo de alguien que nunca encontrará trabajo pues está destinado y predispuesto a no hacerlo”.
Sin embargo, como he dicho en la introducción del artículo, los pensamientos, en este caso negativos, y las emociones asociadas, no necesariamente afectan a la conducta, a lo que se hace realmente.
Se puede mantener un discurso derrotista A LA VEZ que se sigue intentándolo. Uno puede levantarse con mal humor pero cumplir con todas las tareas que tiene encomendadas para ese día, o se puede “creer” que se tiene muy mala suerte y que la suerte es todo, y sin embargo esforzarse como si el futuro dependiera de uno mismo.
En fin, pensar, sentir y hacer, una relación en la que la conductas verbales y las emociones tienen menos peso del que pensamos ¡
Perdidas las referencias, poco queda por hacer. Salvo consultar con alguien. En mi caso, cuando busqué trabajo, escribía para lograr entrevistarme y obtener experiencia en las entrevistas. Cuando llegaron las buenas, no las dejé escapar.
Ahora, creo que no sabría hacerlo.
¡Salud!
MPIRYKO,
no estoy tan seguro de eso. Cuando surgiera de nuevo la motivación por cambiar de empleo seguro que retomabas esos hábitos buscadores. Lo que le decía a SENIOR, que nuestra “mente” suele ser más negativa que nuestra conducta. :-)
Yo hace poco tuve que tomar una decisión entre seguir en un “buen trabajo” con unas condiciones económicas “excelentes” a trabajar en lo que realmente me apasiona y me interesa con unas condiciones más “moderadas”.
Opté por lo segundo y profesionalmente soy feliz, pero realmente creo que la edad y no tener cosas como una hipoteca encima me han hecho posible tomar esta decisión de una forma más cómoda.
Esto viene por el punto 7, ahora mismo si tienes presiones como hipotecas u otros préstamos, el riesgo que se puede asumir es el mínimo, a menos que sepas mover el dinero o saber a que estás jugando.
Un saludo!
Hola ASIER,
gracias por personalizar sobre tu caso, eso siempre hace que aterricemos más ;-)
En realidad la creencia del riesgo no hay que tomarla al pie de la letra. Es una forma de decir que a veces el riesgo está en no hacer nada, en quedarse quieto, en usar el supuesto riesgo como excusa para evitar intentar cosas.
Evidentemente calcular riesgos, sobre todo financieros, es una buena idea, pero considerar un riesgo todo lo que sea salir de nuestra inercia ya no lo es tanto, al menos ese es mi punto de vista :-)
Creo que antes de buscar un empleo lo primero que se puede tener claro es, que es lo que en realidad se sabe hacer. Una actitud positiva ante todo y buscar donde es, no lo que aparezca primero. No creo que la suerte ni la edad tengan nada que ver en el logro de un empleo.
Sólo se trata de querer encontrar lo que se ajuste a los conocimientos y la capacidad de desempeñarlo.
Saluditos
Hola RAIZEN,
es verdad que es difícil tomar decisiones en un mundo tan precario y con tanta información, y también es cierto que a veces uno puede y debe caer en la tentación de aceptar cualquier tipo de empleo.
Pero lo importante es mantener perspectiva de lo que se quiere conseguir y una actitud mínimamente evaluadora de si se va consiguiendo para que las elecciones presentes no hipotequen el futuro, o al menos no demasiado ¡ :-)
Pues sí,me declaro a favor de las retahilas, aunque en ocasiones me toque leerlas varias veces para no atragantarme. No ha sido este el caso, (ahora, jiji), porque ya había leído algunas cositas en OPR y en el manual que editaste con la Caeb y que en su momento iba descargando para el trabajo; por cierto y sin ánimo de agobiar ¿para cuando el “proximamente” del paso 9?
De todas formas, al menos en mi caso y para mi trabajo/os, me ayuda mucho releer determinados contenidos porque a veces la inercia juega malas pasadas, vale y la memoria también, y el día a día, y la madre que lo parió..por eso me parece interesante que estéis haciendo una revisión del original porque ciertamente muchos conceptos son aplicables y de gran utilidad para diversos ámbitos. Sigo repensando, 1 question, si lo que piensas no tiene influencia sobre lo que haces, entonces ¿de qué sirve dejar de pensarlo? vale, habrá que dejar de “hacer”, o empezar, pero ¿qué se hace con los otros dos vértices del triángulo de las bermudas (pensar-sentir)?
He reconocido algunas de estas creencias en mi pasado profesional. De hecho, es fácil que vuelvan a aparecer en los malos momentos. Son como pequeños fantasmas… Tenemos tendencia a justificar nuestros errores con factores externos, pero si somos más analíticos podemos llegar fácilmente a que nuestra actitud es fuente de fracasos y aciertos.
@DESORIENTÁ,
la pregunta es muy buena: si los pensamientos no afectan tanto a la conducta, ¿para qué sirve actuar sobre ellos?
La cosa tiene mucho que ver con la famosa metáfora del autobús: no importa qué pienses si simplemente sigues conduciendo por el camino elegido, no importa si te asaltan pensamientos obsesivos o ansiosos sobre la suerte si te dedicas a hacer lo que habías pensado hacer.
Gran parte de lo que pensamos realmente no es causal sino correlacional, es decir, simplemente “pasaba por allí” cuando estabamos o no haciendo lo que debíamos o no hacer. Uno puede estar desanimado y pesimista y ponerse a hacer lo que toca, y al contrario, no cumplir y tener una vida errática y estar como unas pascuas.
Pero como ésta es una temática ardua para un comentario lo dejaremos el triangulito para otro articulito, no?
@NANA,
pues eso, amiga, que eso de la “actitud” no sé si es causa o consecuencia. Generalmente se puede comprobar que hacer bien lleva más a pensar bien que al contrario ;-)
Lo dicho, mucha tela que cortar con eso de pensar, hacer, decir…
Excelente recopilación. Creo que hasta los orientadores nos hemos guiado con esas creencias erroneas y nuestras asesorías siempre orientadas a terceros que creen que el “interesado” no ha enviado suficientes curriculos o no he hecho los suficientes cursos…siempre con ojo crítico más no analítico.
Que gran aporte!!!
Gracias PSINGULAR. Estoy contigo en que las inercias nos afectan a todos, a uno y otro lado del asesoramiento, aunque conocer qué anda mal en nuestros supuestos no implica necesariamente saber cómo hacer que no afecten tanto en la práctica :-)
Genia!
De echo todo el blog me parece una fuente inagotable de la que beber!
Gracias!
Cristina, espero que tu comentario positivo no sea una creencia errónea ;-) Gracias ¡
me parece muy bueno este articulo gracias por publicarlo, porfavor si tienes alguna informacion acerca del fin del trabajo enviala a mi correo. gracias………..