Un hombre tenía una casa en lo alto de una montaña. Ningún coche podía llegar hasta allí. Por eso el hombre se compró un burro. Le colgó dos cestas del lomo y se dispuso a ir de compras. Tenían que cruzar un puente y al burro le apetecía comer la hierba fresca en la orilla del arroyo. Pero el hombre no quiso parar. Entonces el burro, con su largos dientes, le sacó al hombre el dinero del bolsillo y lo tiró al camino. Muchas monedas bajaron rodando hasta el arroyo. Luego el burro rebuzno con todas sus fuerzas y el hombre echó un vistazo, bajó hasta el riachuelo y recogió su dinero. Mientras, el burro pudo comer hierba fresca hasta hartarse. Luego siguieron su camino. El hombre le dijo al burro: eres muy listo, menos mal que has rebuznado. Y el burro asintió con la cabeza. Parece que tengo debilidad por las historias borricas a juzgar por lo presente que está este animalito en el blog. Véanse si no la moraleja del burro y la hora, que ensalza la simplicidad del método científico; el cuento de la familia y el burro, que nos advierte sobre la relatividad de las críticas; y el efecto del burro cantante, una metáfora sobre la mediocridad y la debilidad. Este relato del jumento caprichoso lo leí en 28 historias para reírse (aquí puedes escuchar una opinión), un libro de cuentos ¿para niños? muy originales con deliciosas ilustraciones que compré a mis sobris Alfonso y Ángela. ¿Tal vez ya nos cuesta extraer moralejas y reflexiones creativas a aquellos que dejamos atrás la infancia hace algún tiempo? ¡Te invito a intentarlo de nuevo! ;-)
¡Preciosa historia! Un burro muy hábil, porque no se puede calificar de otro modo a quien consigue su objetivo de una manera tan sutil. Primero, provoca una situación que desvía la atención hacia otro punto y deja de ser el foco de interés; mientras aprovecha para actuar según su plan, consiguiendo satisfacer sus necesidades; finalmente, con un simple gesto œde registro (podríamos hablar de responder a un canon de comportamiento) expresa que es consciente del lugar que ocupa y, colateralmente, el lugar que ocupa su adversario. En consecuencia, como el hombre no se siente amenazado, no hay conflicto.
¿No os recuerda al chiste del pastor y el científico en el blog (186)?
@NANA,
más que una conclusión metafórica has aportado un análisis completo de la situación ;-) A ver que van opinando los contertulios…
MORALEJAS… mmmmmmm ….. mmmmmm
1. ESTATE SIEMPRE ATENTA A LOS REBUZNOS DE LOS BURROS QUE TE RODEAN
Si estamos atentos a los rebuznos ajenos aprenderemos, tanto de ellos (los hay listos) como de nosotros mismos (no perderemos, ganaremos … todos)
2. SÉ BURRO COMO ESTE.
Ten claro lo que quieres, ve a por ello respetando y pensando en los demás. Sé listo y busca la mejor estrategia. Sé creativo en la búsqueda de soluciones.
3. RECONOCE LA LABOR AJENA.. con dulzura y a pesar de que vaya en contra de lo que inicialmente querías. Cabe la posibilidad de que ganemos todos.
Besobesomañanero.
Hola ANA,
me gusta mucho la primera que, por cierto, es complementaria de la última. Si estamos un poco atentos a los demás aprenderemos y también podremos reconocer su valía cuando toque. Sí, definitivamente tus mañanas son lúcidas ¡