Dijo Groucho Marx “el secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.”
Las apariencias engañan y por eso funcionan. Las españolas se confiesan “notablemente satisfechas” con sus relaciones sexuales, declaran que empiezan a darle al tema a los 20 años y más de la mitad dicen que no se masturban nunca.
En el foro de la noticia ya hay muchos comentarios escépticos sobre la validez de los datos pero la vida no necesariamente es lo que es sino lo que parece, y a este efecto contribuyen de manera notable las estadísticas, como vimos en las 10 píldoras de estadísticas y psicología.
Muchas personas parece que trabajan mucho y se quejan de sus jornadas laborales maratonianas, pero una gran parte de estos sufridos asalariados lo que realmente quieren decir es que se pasan todo el día en sus empresas, otra cosa es que curren.
No sé si trabajamos mucho pero realmente lo parece, y eso puede bastar en muchas ocasiones porque la evaluación de la productividad y de la utilidad de lo que hacemos en nuestras empresas es inadecuada o inexistente.
Visto el panorama, muchos profesionales se han percatado hace tiempo de que simular o parecer que se trabaja puede ser homologable a trabajar, es más, incluso puede dar una mejor imagen si cabe sin el riesgo de cagarla intentando hacerlo bien. Y es que aparentar que se es un gran experto y/o que se trabaja suele ser más fácil que ponerlo en práctica.
El sistema no suele destinar muchos recursos a averiguar la diferencia y el personal de recursos humanos encargado de detectar a los simuladores, vagos y maleantes de la organización seguramente también estará dedicado gran parte del día a aparentar que realiza su trabajo más que a hacerlo.
Además, si te pones a trabajar de verdad lo mismo hasta descubren que eres ineficaz e inadecuado para ese puesto de trabajo. Y tú no querrás poner en juego tu empleo, ¿no?
Dadas las virtudes de la vagancia y del management de la desidia, lo mejor es seguir directamente el consejo de los expertos que recomiendan la tranquilidad y la lentitud.
Podemos empezar con la psicoeconomista Corinne Maier que en su Elogio de la Pereza (“del arte y la necesidad de hacer lo menos posible en la empresa”) dice que la vida no está en el trabajo, sobre todo cuando el trabajo no es vida, añadiría yo:
1. Nunca aceptes un puesto de responsabilidad porque estarás obligado a trabajar más:
2. Muéstrate simpático con los cargos temporales porque son los únicos que realmente trabajan;
3. Vaguea por los pasillos y la cafetería, pero siempre con un montón de carpetas bajo el brazo;
4. Nunca vayas a las reuniones con una idea nueva porque tendrás que explicarla y, si funciona, ponerla en práctica;
5. Si no tienes más remedio que decir algo, utiliza la jerigonza de las escuelas de negocio, que no significa absolutamente nada
6. Cuando oigas hablar en la oficina de “cultura de la empresa” y otros patriotismos de sociedad anónima, mira para otro lado y hazte el empleado invisible.
Y para ayudaros a comenzar o perfeccionar vuestro entrenamiento como simuladores profesionales y expertos de las apariencias, os dejo con éstos dos vídeos imprescindibles relacionados con el escaqueo y las apariencias.
No hay que confundir la pereza con la apatía. Nosotros los perezosos no somos apáticos. Los apáticos no se interesan por nada. Nosotros nos interesamos, pero no hacemos nada. Garfield
Simplemente comentar que este mes de Diciembre también es frustante para los que simulan trabajar: tienen pocas jornadas laborales–respecto a otros meses–para hacerlo. Pero, simular trabajar, ¿no es también una forma de trabajar (al menos para que tarden en despedirte)?.
Ah… ¡Felices Fiestas, Yoriento!
Si trabajas mucho y bien, dejarás a los compañeros en ridículo y estarás cavando tu propia tumba. Aunque parezca mentira, adáptate y destaca un poco de forma que los demás, puedan sentirse cómplices contigo.
El mundo no está hecho para genios que sistemáticamente son incomprendidos sino para personas normales, demasiado normales.
¡Salud!
¡Felices fiestas!
Las estadísticas, todos creo que sabemos como se hacen ( me refiero a estos estudios de mercado).
¿Quien no tiene un conocido que las hace/ ha hecho? Y mayoritariamente son inventadas sobre todo cuando aprieta el tiempo de entregarlas y aún quedan tropecientas por rellenar…
Lo del sexo a los 20 no se lo creen ni ellas, eso de que disfrutan la mayoría…bueno, mejor lo dejamos ( sería válida también la estadística de ventas de juguetes eróticos para mujeres sin y con pareja, entonces)
En el curro es mejor trabajar menos horas pero bien, que muchas y las dos últimas pasártelas hablando con la compañera, quejándote de lo cansada que estás…igualito que el sexo, a lo mejor no es necesaria la “obligación” de decir en las encuestas “yo tres veces a la semana” ( porque da vergüenza reconocer que no es así) pero las pocas que lo hagas…que merezcan la pena.
Salud y feliz año.
A veces pareciera que trabajo en una empresa de Marte pues no puedo opinar sobre temas relacionados a gente con jornadas laborales largas y poco productivas…Yo siento que trabajo mucho pero sigo pensando que no tanto como lo predican en otras empresas que al parecer explotan a los trabajadores. Escuchando tus comentarios y viendo los vídeos sólo puedo decir que me siento afortunado.
Hola ERNESTO,
como se descubra que aparentar trabajar puede ser más duro y desmotivante que trabajar lo mismo cae con estrépito el sistema de escaqueos y quejas laborales cual muro de Berlín y los lunes acaban declarándose el mejor día de la semana. ;-) Felices fiestas, aragonés.
MPIRYKO,
cierto que las personas normales son las que hacen al mundo normal y “las otras”, las que quieren cambiarlo un poco, tienen que sufrir. Nadie dijo que fuera fácil ¡ Disfrutar de la normalidad también puede ser un placer para los genios ;-) Felices fiestas ¡
INES PERADA,
Las inercias matan la vida diaria, cierto. Para salir de ellas hay que hacer esfuerzos y planificar, pero dejarse llevar es más fácil. Es difícil tirar la primera piedra, no? :-) Buen año, amiga. :-)
SENIOR,
bueno, ya sabes que por aquí siempre andamos con el humor como compañero y este artículo no deja de tender a la exageración. Pero lo que comento a Amalgamado (Ernesto) sí me parece razonable: la gente dedica mucho tiempo a “estar” en el trabajo y no a disfrutar de él.
Cierto que hay empleos realmente duros y desagradables, por contenido, por jornada, por precariedad, por jefes…pero cualquiera que sea nuestro trabajo parece que las quejas siempre se imponen a las soluciones.
Senior, ya que nos sentimos relativamente afortunados, sigamos utilizando esa energía para seguir reflexionando y creando mejor rollo alrededor de eso llamado recursos humanos. ;-)
amalgmadeletras
¡Un beso! ¡Un abrazo!
¡Una sonrisa cómplice!
¡Salud!
Tambien funciona hablar por teléfono de tu supuesto esfuerzo en el trabajo mientras te paseas por los pasillos de la empresa, para que todos te oigan y vean que trabajas muy duro, y que tu trabajo es tan importante que tienes que hablar con los superiores todo el día. Que no te falte la cara de circunstancia, y hablar en alto, y decir siempre “ok”, “ok”, “perfecto”,…