¿Qué tiene que ver una entrevista de trabajo con la felicidad de película?
A una amiga le han encargado en su facultad una crítica sobre la pelicula En busca de la felicidad. Para facilitarle la ardua labor de visionar movies por encargo le han sugerido que responda a cuestiones como éstas: ¿Qué opinas del sueño americano. ¿Crees que es posible trasladarlo al caso español? ¿Estaríais dispuesto a pasar por un proceso parecido? ¿Qué es para ti la felicidad? ¿La buscas?
El pasado domingo fue de palomitas y estuve viendo a Will Smith en su papel de bigotudo padre y esposo sufrido de los años 70 siempre en camiseta blanca de tirantes que tiene un triste trabajo de vendedor, con una mujer que trabaja de lavandera y un hijo al que tienen que depositar en una guardería de mala muerte regentada por una china que fuma y que pone telenovelas a los niños.
El contexto se completa con un alquiler que se paga a duras penas o que no se paga y con inesperados y complementarios obstáculos y reveses que hacen que el drama alcance su top con la madre yéndose a casa de su hermana al otro lado de los USA y con el papá y el niño durmiendo en albergues para indigentes. Rien ne va plus, que diría un croupier.
En fin, un escenario en el que se masca la persecución y consecución del sueño americano. No sé si a mi anónima amiga le servirán de algo mis 5 reflexiones sobre “En busca de la felicidad” pero aquí os las dejo. Intentaré opinar sin caer en spoilers, aunque creo que la trama es bastante previsible. Si la has visto, puedes participar en el debate. Y si aún no lo has hecho, también.
5 conclusiones sobre la búsqueda de la felicidad
1. Uno llegó, ¿cuántos fracasaron?
Me consta que algunas partes de En busca de la felicidad, como el de tantas otras películas con final esperanzador, están siendo utilizadas en orientación profesional, formación y consultoría para animar en las personas que buscan empleo, para motivar a reinventarse como emprendedor y, en general, para motivar a perseguir los propios objetivos.
Pero tirar de la estadística de vez en cuando, además de divertido, puede ser esclarecedor.
¿Qué probabilidad hay de que un tío sin estudios se convierta en un broker tras superar entrevistas de trabajo y un curso realmente exigente y competitivo, además de conseguir más clientes que el resto de los candidatos aún disponiendo de la mitad del tiempo?
Más que didáctico y alentador parece suicida utilizar este tipo de aberraciones estadísticas como modelos a seguir, ¿no?
2. Así cualquiera.
Resulta que nuestro amigo, aunque es un pésimo planificador, un ingenuo impenitente, un trabajador descualificado con un curriculum infumable y que se encuentra en una situación familiar y económica imposible, tiene una habilidad especial: es capaz de hacer, el por entonces nuevo Cubo de Rubik, cuando casi nadie puede hacerlo.
Esta habilidad le permite hacer un importante contacto profesional y le confiere la vitola de inteligente e infravalorado gran hombre y mejor profesional que, por tanto, podría tener futuro como financiero.
Pero la moraleja que obtenemos del asunto parecería decepcionante (aunque orientadora) para las personas normales y sin especiales habilidades que deambulamos por la tierra de nadie de tantas Curvas de Gauss:
Sólo si eres muy bueno en algo tienes posibilidades de alcanzar lo que quieres.
Aunque la idea me gusta, creo que podemos afinarla un poco más:
Si vas eligiendo y superando de forma gradual objetivos alcanzables y disfrutas de lo que tienes en cada momento ya estarás siendo muy bueno en algo.
Sí, lo sé, no queda tan elegante como la otra, es lo que tiene ser concretos e intentar describir la realidad.
3. ¿Qué pasa después?
Chico conoce a chica, se enamoran y se casan. El final feliz de la mayoría de las pelis románticas nos deja sin saber qué hará esa pareja el “resto de su vida” para mantener tanta felicidad.
Creo que no revelo nada que no te esperes si digo que nuestro protagonista alcanza el éxito, entendido aquí como obtener un trabajo bien pagado y supuestamente acorde con sus intereses y habilidades profesionales. Pero, ¿desde cuándo tener empleo es garantía de estar a gustito y de que todo vaya bien?
La película es simplista necesariamente porque relaciona la felicidad con la consecución de un objetivo muy concreto y fácilmente evaluable: obtener un empleo.
Es algo parecido a cuando se le dice a las personas desempleadas que la realización de un curso hará que sus vidas mejoren drásticamente. Tras el curso quizás algunos pocos alumnos encuentren un trabajo relacionado y el resto se pregunten confusos “dónde está mi empleo”.
Pero lo más probable es que tanto unos como otros deban seguir definiendo objetivos, haciendo esfuerzos y tomando decisiones difíciles el resto de su vida. Como todos.
4. ¿Sexista?
Sí, ya sé que eran otros tiempos pero resulta que mientras la mujer es una fumadora, “neurótica” y conformista limpiadora sin ambiciones pero que curra sin parar para traer algo de dinero a casa, el maridito es el idealista y el ideólogo que va a sacar a la familia adelante, aunque la mayor parte de los problemas se deban a su irresponsabilidad. No sé, pero he visto el cliché en demasiadas ocasiones.
5. El mito de las respuestas adecuadas.
¿Cómo se puede superar una selección de personal cuando no te ajustas objetivamente al perfil del puesto ni por experiencia ni por cualificación, y acudes a la entrevista más importante de tu vida en camiseta sudada y con manchas de pintura en todo el cuerpo?
La leyenda urbana más popular en recursos humanos es que las entrevistas de trabajo son muy importantes, casi mágicas, y escenas como las que transcribo más adelante ayudan a seguir inflando artificialmente ese supuesto gran valor.
Algo parecido ocurre con el curriculum en una especie de metonimia de la vida profesional en la que confundimos los medios con los fines.
Mientras nos preocupamos y “nos preocupan” por aprender las supuestas “respuestas adecuadas” y por hacer los CV más bonitos, perdemos de vista que la planificación, la especialización, la formación con relación a los objetivos, el esfuerzo diario y las relaciones son los factores que realmente nos llevan a donde queremos.
Sin embargo, todo lo que puede hacernos creer que nuestra vida, en este caso laboral, pueda mejorar de un día para otro y sin mucho esfuerzo (como hacer una “buena entrevista”) seguirá disfrutando de demasiada atención y reconocimiento.
Os dejo el diálogo de la icónica entrevista de selección de personal de la película En busca de la felicidad:
-Soy Chris Gardner. ¿Cómo está? Buenos días (estrechando la mano a los seleccionadores). He estado pensando durante media hora una historia que explique por qué estoy vestido así. Y quería inventar algo que demostrara cualidades que ustedes seguro que admiran como seriedad y diligencia, trabajo en equipo o algo así. Y no se me ocurrió nada. La verdad es que me arrestaron por no pagar unas multas de estacionamiento y vine corriendo desde la estación de policía.
-¿Qué hacia antes de ser arrestado?
-Estaba pintando mi piso.
-¿Ya está seca la pintura?
-Eso espero.
-Parece que fue el mejor de su clase en la escuela secundaria. ¿Entre cuántos alumnos?
-Doce. Era un pueblo pequeño. Pero también fui el mejor de mi clase en la Armada, éramos veinte. ¿Puedo decir algo? Soy el tipo de persona que si no sabe una respuesta le diré que no la sé. Pero le apuesto a que sé cómo encontrarla y que la encontraré. ¿Le parece justo?
-Chris, ¿qué diría si alguien se presenta sin camisa en una entrevista y yo lo contratara, qué diría?
– Seguro que traía unos bonitos pantalones (risas)
Epílogo
“En busca de la felicidad” es entretenida y útil como recurso para trabajar la búsqueda de empleo, el networking y la tenacidad, y además tiene un final feliz de esos que siempre animan, aunque no motiven.
Por supuesto que estas historias pueden ocurrir, pero con tan poca probabilidad que cuando resultan hasta hacen una película. Pero utilizar el american dream como modelo a seguir crea expectativas erróneas porque no ofrece también el otro lado: el de las personas que hicieron lo mismo o más que Chris y fracasaron.
Nunca estará de más que recordemos que ofrecer y seguir consejos no siempre es la solución, que la autoayuda de salón generalmente no sirve de mucha ayuda, y que la felicidad no es lo que nos han contado.
Cierto que tras ver ciertas películas, asistir a determinadas ponencias o ser alumnos de algunos cursos sobre pensamiento positivo es posible que salgamos con unas ganas locas de cambiarnos y de cambiar el mundo.
Y oye, eso está bien, muy bien, pero siempre que aceptemos que ser más felices es una labor de largo plazo que nos va a exigir más esfuerzos de los que creemos y, en algunos casos, ayuda para cambiar. Antes de intentar cambiar algo siempre puede venir bien reflexionar un poco sobre el cambio en sí.
Y para que tengáis también el punto de vista desde la empresa, las organizaciones y los directivos, selecciono algunos ideas de artículo publicado en Eurotalent que disecciona también la película.
Felicidad y empresa
Will Smith se ha quedado a las puertas del Óscar por En busca de la felicidad. En la película, el protagonista cita a Thomas Jefferson en la Declaración de Independencia: ‘Todos los hombres han sido creados iguales y concebidos por el Creador con ciertos derechos inalienables, como son la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad’.
Para Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, es ‘aquello que acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo’.Por tanto, es una actividad del alma para el aprovechamiento del propio talento a través de la virtud (la areté de los griegos). La felicidad es un tipo de vida basada en el ejercicio constante de lo que nos es propio, de lo que nos diferencia de los seres no racionales (la consciencia, la compasión).
Los epicúreos la definieron como la ausencia de dolor; los estoicos, como la paz y tranquilidad (ataraxia); los budistas, como ‘alcanzar la iluminación’; Spinoza, como la búsqueda de aquello que nos hace crecer y la capacidad de evitar lo que nos empequeñece, y Nietzsche distinguía entre dos tipos de felicidad: la de los mediocres (una vida cómoda, sin problemas) y la de los que se marcan retos ambiciosos y luchan por alcanzarlos. Gracián en su Arte de la prudencia: ‘Cualquiera habría triunfado si hubiera conocido su mejor cualidad’.
Juan Antonio García Soto, director general de Renault Motores en Valladolid, comentaba que una de sus principales aspiraciones era que toda su gente se levantara por la mañana con las mismas ganas de ir a trabajar con las que él lo hacía. Ese es el liderazgo (el de las buenas personas, capaces y comprometidas) que fomenta la felicidad. No se trata sólo de sonreír de oreja a oreja al recordar lo que cobras de bonus. La psicología marca la diferencia y afecta a los resultados.
La noche del domingo era mi preferida porque sabía que cuando me levantase a la mañana siguiente, tenía por delante cinco días de diversión. Para triunfar es importante ser feliz en tu oficina.
Con esta peculiar filosofía de vida, Michael Bloomberg logró amasar una de las mayores fortunas de Estados Unidos, además de alcanzar la alcaldía de Nueva York.
Si los domingos por la noche la perspectiva de “cinco días de diversión” en la oficina no te provoca precisamente saltos de alegría, despreocúpate. El bicho raro es Bloomerg. Según un estudio de la firma de selección Kelly Global realizado entre casi un millar de empresas que operan en España, sólo un 15% se muestra realmente feliz.
Según Monserrat Ventosa, directora general de la consultora Great Place to Work en España, “cuando dos empleados tienen talento lo que les diferencia es su grado defelicidad, entendiéndola como compromiso con la empresa, orgullo de pertenencia y, como no,disfrute con el trabajo, los compañeros y, por supuesto, con el jefe”. Según Ventosa, se empieza a notar que las empresas comienzan a preocuparse por el bienestar de sus empleados porque “saben que beneficiará los resultados”.
Manuel Baucells, de la escuela de negocios IESE y Rakesh K. Sarin, profesor de UCLA Anderson School of Management de California, lo explicaron hace poco en un informe: ¿Puede más dinero comprar más felicidad?
Defienden que 11.500 euros anuales en España son suficientes para ser feliz. Tras ver esta cifra, más de uno se preguntará por qué no es el ciudadano más satisfecho del mundo si esa cantidad la supera hasta su hijo que acaba de terminar la carrera. Según Manuel Baucells existen dos tipos de bienes: los básicos, como los amigos o la comida, y los adaptativos, como el coche o la televisión.
Un amigo lo tienes hoy y dentro de diez años. Sin embargo, en seis meses te cansas de un coche. Los objetos deben valorarse según lo que te vaya a durar la felicidad de poseerlos.
Baucells recomienda ir adquiriendo bienes de forma gradual porque si te hace feliz comprar un porche con treinta años, pocos saciarán tu felicidad cuando tengas cincuenta.
“También en los negocios se debe aprender a sufrir y aceptar las dificultades”, señala Alberto Ribera, también profesor de IESE: Algunas de las aplicaciones más relevantes de la ciencia de la felicidad desde la perspectiva de los directivos consisten en tener una actitud positiva ante la vida, un espíritu deportivo para superar las dificultades y fracasos, valorar lo que se tiene sin compararse con los demás y, sobre todo, tener en cuenta a las personas.
Me gusta el apunte de Alberto Ribera. Yo añadiría: “y tener confianza en uno mismo y en sus capacidades”. No siempre da resultados óptimos, pero no lesiona la autoestima. ;-)
Veo que no has trabajado con ese “personaje”, por decirlo de alguna manera.
Lograr que su compañero de despacho y colega se levantara por no escuchar las locuras que estaba soltando a un técnico de informática dice mucho de alguien encargado de técnicas de couching…
Te refieres a Alberto? Le has visto trabajar? O te lo han contado? Por qué le juzgas por eso? Lo siento, pero no te creo
Esta película trata sobre una historia real, por lo que no es otra más de ficción hollywoodense…Es decir, el sueño americano existe, sólo que no se les da a todos por igual. Yo pienso que tanto en EEUU, España o cualquier país capitalista es posible conseguir el sueño americano. Creo que se trata de una combinación de tres factores: empeño, preparación y suerte. Con la combinación adecuada de estos factores se puede conseguir prácticamente todo lo que se desea. Una actitud positiva siempre desemboca en cosas positivas y la historia de esta peli va precisamente de alguien muy positivos que sabe lo que quiere y nada lo detiene…Yo he visto casos reales, así que pienso que todos tenemos las mismas oportunidades sólo hay que propiciar las condiciones con nuestra actitud y aptitudes.
Buenas, me ha llamado la atención una cosa, en todos los párrafos hablas (o esa sensación me da a mi) de cosas que has leído o te han comentado.
Pero cuando te refieres al sr. Soto de Renault, da la sensación de que has vivido esto. ¿Te mueves a estos niveles?, o son sensaciones mias. Gracias y un saludo.
Hola Nana y Senior,
con esto de fomentar y arengar sobre la autoconfianza, la autoestima y la superación personal yo soy bastante esceptico, como puede notarse :-)
Las personas no pueden cambiar tan fácilmente y necesitan mucho más que palabras y ánimos, sobre todo planificación, objetivos alcanzables y que se vayan alcanzando, y tiempo para lograr mejoras razonables.
Precisamente casos comos los de nuestros protagonista se hacen famosos por ser tan improbables. La cuestión importante para mí no es que existan ejemplos de sueño-americano-hecho-realidad, sino que se utilice como modelo a seguir.
Hola Ekaizen,
este ejemplo que citas de Soto está incluido en un artículo de Eurotalent que he copiado literalmente. Se te habrá pasado la línea en que lo comentaba ¡ :-)
Creo que el esfuerzo, la constancia y la tenacidad son factores que nos conducen irremediablemente a conseguir lo que queramos, en cualquier lugar o situación que nos encontremos. Sólo hay que querer lograrlo :) yo no lo llamaría sueño americano, ese calificativo para mí no cuenta, creo que los sueños son personales y llevan la nacionalidad de quien es capaz de hacerlos realidad para sí mismo :)
Un abrazo con cariño
Coincido plenamente que el caso de Chris Gardner escapa al común de la regla, tomarlo como un ejemplo sin aclarar que no está dentro de las estadísticas sería una gran mentira.
Algo que me provoca admiración en el personaje de la película es la capacidad de tolerar las frustraciones. Esta cualidad es muy importante en el ámbito de los emprendedores, donde la tasa de fracasos es muy alta, y creo que la única manera de cultivarla es enfrentando el fracaso y la frustración en la vida real.
Muy interesante el post, y un tema que sigue vigente.
Muchos saludos.
claro que es muy buena la pelicula yo me pongo a pensar yo solo vivo con mi hijo igual ahorita necesito trabajo soy lic en mercado tecnia si alguien quiere contratarme are lo posible de ser efiente en el trabajo gracias
Me gusta mucho tu enfoque, esa película está muy diseñada para “conseguir el sueño americano” sufriendo….
A mi me gusta más la idea de intentar disfrutar del camino hasta lograr tu objetivo . Primero sabiendo quien eres, dónde estás y lo que quieres, el resto es tratar de planificar ese camino hasta tu objetivo final poniendo metas intermedias que puedas y sepas disfrutar, ese camino puedo ser duro o no……
Un saludo
No hay nada malo en “perseguir un sueño”, sea americano o doméstico, siempre y cuando se conozcan las probabilidades y los esfuerzos y el tiempo necesarios para que se puedan elaborar también planes B.
Si el protagonista de la historia no lo hubiera conseguido se hubiera convertido en indigente y hubiera perdido la custodia de su hijo… como por otro lado le habrá pasado a miles y miles de personas que no salen en las películas.
Tan interesante que se me acaba de pasar el punto de los macarrones 4 minutos! Mi conclusión aplicada a la Orientación: menos consejos y sermones y más planificación, objetivos y seguimiento. Muy bueno, Alfonso. Se aprende mucho de ti
que aspectos positivos y negativos tiene con el capitalismo
Excelente artículo, muy buenos comentarios. Me gustaría añadir que debe tomarse en cuenta que la película no es solo un guion, está basada en la vida real de alguien, o sea que con matices existió. El segunto punto es la época, en efecto un empleo en esta fecha era a lo que se aspiraba.
La lección que yo me quedo es la de no parar, no darse por vencido. No creo que haya resuelto el cubo por inteligente, sino por la desesperación que le llevó a dar más de lo que tenía, como cuando una madre levanta un coche para rescatar a su hijo.
Marlon, una cosa es que exista un caso así y otra tomarla como modelo a seguir :)