Un empresario tiene que escribir una carta de recomendación para un empleado bastante vago e ineficiente que acaba de despedir. No quiere mentir acerca del trabajador, pero tampoco quiere decir toda la verdad y afectar negativamente a su autoestima y a su futuro laboral. Así que, después de una cuidadosa reflexión, escribe en la carta de recomendación: “Usted será afortunado si consigue que esta persona trabaje para usted.”
Sí, el empresario ha sido condescendiente, pero también un hábil profesional (además de irónico, claro). Hablar mal de los demás nunca ha ayudado a nadie, salvo si quieres ser tertuliano de la tele del corazón, y mantener un vínculo con los exempleados es una actitud personal y laboral inteligente.
Las habilidades sociales y el networking son herramientas habituales en el día a día de las personas humanas, de forma consciente e instrumental o no, y también de los emprendedores, los que están en búsqueda de empleo y/o quieren desarrollar su carrera, y, necesariamente, de aquellos que se plantean grandes retos. Ya sabemos que las empresas buscan a nuevos trabajadores a través de la información de sus trabajadores actuales y de otros contactos y conocidos porque esta forma de intermediación laboral es la más barata y eficiente. Así que, como muestra la historia de la limpiadora influyente, haz networking bien y no mires a quién.
Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la ultima:”¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?” Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. “Absolutamente”, dijo el profesor. “En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes”.
jajajaja.. el chiste no tiene desperdicio!
Saludos.
Tanta especialización en la formación profesional y en la formación universitaria, está olvidando los conocimientos y habilidades que son comunes a cualquier profesional. Las interrelaciones sociales son uno de ellos. No sé si unas asignaturas obligatorias en los planes de estudios para entrenar estas habilidades es buena idea, dada la polémica suscitada con la famosa “Educación para la Ciudadanía”.
me ha encantado la última pregunta del examen y más aún la respuesta ;)
enhorabuena por el post, ya veo que manejas las artes de enlazar personas ;)
Hola Intoku y Raul Andres, si el humor hace que nos relacionemos de vez en cuando, es aún mejor ¡
Emilcavan, es probable que la especializacion sea compatible con cierta polivalencia, que incluye por supuesto las habilidades sociales en su sentido más amplio. Curiosamente, las TIC, internet y la blogosfera, al contrario de lo que pensaba, está aumentando la interacción social ¡