¿Cómo reinventarse en emprendedor?
¿Cómo pasar de empleado a emprendedor? Lo de emprender, el emprendimiento o la emprendeduría están de moda. ¿Qué tú todavía no has montado tu propia empresa? Pues ya estás tardando porque tu país te necesita.
Las administraciones públicas te ofrecen ayudas varias, reconocimiento y cariño si emprendes un negocio. El mensaje es que cuantos más empresarios haya mejor nos irá. Además, puede ser la alternativa a tu precariedad laboral: monta tu propio chiringuito y así los precarios serán otros, los que tú contrates.
Los consultores andan por estos mundos de pasividad adoctrinando y convirtiendo a la fe del autoempleo a esas ovejas descarriadas que lo único que anhelan es convertirse en funcionatas lo antes posible. Y los empresarios pequeños, medianos y XXL dan conferencias mostrando las excelencias de la iniciativa empresarial y de asumir riesgos con alegría. Ellos lo hicieron y ahí los tienes, hechos unos gurús del liberalismo bien entendido.
Y en esas también estamos muchos de nosotros, profesionales de la orientación y del asesoramiento, “aconsejeando” a desempleados y mileuristas sobre cómo cambiar y mejorar sus vidas, no con un plan de pensiones sino con un plan de empresa. Fomentar el emprendimiento y la iniciativa en general, no sólo la empresarial, tiene mucho sentido y debería ser un objetivo y contenido transversal de la educación cuya misión principal es ofrecer recursos, alternativas y oportunidades.
Total, que promover el autoempleo y otras opciones profesionales y laborales, no puede dejar de ser una buena idea y una persona con iniciativa siempre tendrás más posibilidades que otra que espera que las cosas pasen y le pasen.Una vez dejado claro este punto, la cuestión relevante es dilucidar si tanta promoción e inversión realizada en los últimos años para que todos nos apuntemos a las asociaciones de empresarios está justificada y es efectiva. Pero como los datos y estadísticas sobre la influencia de esta campaña permanente para que seamos más emprendedores son inexistentes o no son concluyentes, aprovecharemos para realizar un breve análisis acientífico.
6 PREGUNTAS difíciles sobre el fomento del autoempleo.
1) ¿Cuántos de los que se inscriben en los numerosos cursos de formación de emprendedores son realmente emprendedores potenciales?Y si no lo eran a la entrada, ¿cuántos lo son a la salida? Esta pregunta nos lleva de nuevo al debate sobre la calidad y la justificación de los cursos de formación.
2) ¿Cuántos de los asesorados y apoyados que han montado su negocio lo hubieran hecho sin necesidad de asesoramiento y apoyo? Los resultados de una evaluación rigurosa de la eficiencia de los servicios de orientación en general tal vez nos dejaría un poco tristes, quizás indiferentes tal que “ya sabía yo que estaba pasando esto”, o puede ser que en el paro.
3) ¿Cuántas de las cientos de ideas de negocio o “yacimientos de empleo” vendidos como nichos de mercado son realmente buenas oportunidades de crecimiento profesional, y cuántas simples generadoras de empleos poco cualificados y precarios, en el mejor de los casos?
4) ¿Personas adultas, como tú o como yo, sin afán emprendedor, con moderada iniciativa, baja capacidad para asumir riesgos, y competencias empresariales dudosas, pueden convertirse en eficaces empresarios? Unos cientos de ejemplos nos vendrían bien para animarnos (y convencernos).
5) ¿No se está recomendando de forma demasiado generalizada al personal que se haga emprendedor debido en gran parte a que los servicios de formación, orientación y autoempleo tienen puesto el piloto automático, y los recursos asignados a cada proyecto deben ser gastados para así justificar que el proyecto tenía sentido? Esta cuestión nos lleva a plantearnos la sobreutilización de consejos no solicitados, y si los servicios que prestamos a nuestros clientes se basan en sus intereses y necesidades, o en los intereses de nuestras organizaciones.
6) Si emprender es tan relativamente fácil y trabajar “para uno mismo” es tan guay y tan rentable,¿por qué tan pocos de los orientadores, expertos y profesionales que aconsejan sobre la creación de empresas dejan sus empleos por cuenta propia o los compatibizan para aplicarse el cuento? Una pitonisa (o pitoniso) que recomienda un número de lotería que ella misma no compra es más sospechosa que una hipoteca del Monopoly.
Que sí, que ya sé que el asunto es polémico y he sido un tanto termineitor, pero ésta es una forma como otra cualquiera de animar el verano en Yoriento. Luego en los comentarios ya me metéis caña y charlamos con los matices correspondientes. Ahora os dejo con las 9 reflexiones prometidas sobre esto del emprender.
9 PILDORAZOS sobre el emprendimiento.
1. Ser funcionario, la fantasía moderna.
¿Para qué emprender? Seamos claros, amigos: trabajar en la administración pública de forma estable es la opción más cómoda y razonable en este mundo laboral precarizado y donde la realización personal a través del trabajo es cada vez más difícil. No es que lo recomiende, sino que lo constato. Ahora, que si tú eres una persona emprendedora, con apoyo familiar, habilidades para los negocios, profesionalizado e introducido en un sector y con un cierto manejo del riesgo, seguramente la opción funcionarial ni te la planteaste antes de montar tu propia empresa. La afirmación del inicio iba para el resto que no son como tú, pero ellos ya lo saben.
“Que Al 65% de los jóvenes españoles les seduzca la idea de ser funcionario no es una tendencia nueva, pero sí sorprende que este fenómeno se acentúe cada vez más entre las nuevas generaciones. En un mundo gobernado por la incertidumbre, los jóvenes valoran y aspiran a alcanzar una estabilidad, aunque esto se contraponga a la típica postal de riesgo y espíritu indomable asociada a la juventud. Si muchos jóvenes muestran tal predilección por ser funcionarios, es porque no tienen unas grandes aspiraciones. No les importa que el puesto no sea muy interesante o que las tareas sean repetitivas. Lo que intentan evitar es una situación donde haya que asumir responsabilidades y donde el mantenimiento del puesto de trabajo dependa del rendimiento. Un deseo, por otro lado, más que justificado, ya que el miedo al despido arbitrario es un fantasma recurrente en el mundo de la empresa privada”.
En España, uno de cada ocho trabajadores es funcionario. Pero hay comunidades autónomas, como Extremadura, donde esta proporción es de uno de cada cuatro. Basta con observar el propio entorno personal para comprobar la existencia de este fenómeno. La gran visibilidad que tiene el empleo público como alternativa laboral le hace tener mucha ventaja respecto a otras opciones.
Mientras que exista esa gran distancia tan fácilmente constatable entre las condiciones laborales de los servidores públicos y aquellas que les toca aceptar y lidiar a la gran mayoría de los trabajadores, los jóvenes querrán ser funcionatas. Y si no lo consiguen, lo seguirán manteniendo como un objetivo a transmitir a sus hijos. Salvo que seas ese del principio que ya montó su empresa y le fue bien con ella. Entonces les transmitirás otra cosa.
2. Pero, ¿se puede ser funcionario y emprendedor a la vez?
Dicho de otra forma, ¿podrías enfocar tu vida para alcanzar la estabilidad laboral del funcionata, y una vez obtenida dedicarte a montar tu propio negocio? Todo es posible aunque sea menos probable: la iniciativa, el riesgo y la motivación para emprender pueden ir por un lado, y el deseo de tener una vida cómoda o asegurada podría ir por otro.
Teóricamente nuestras vidas se mueven sobre dos ejes, el del riesgo, que nos permite anhelar mayores beneficios y desarrollo; y el de la seguridad, que tiende a preservar lo que tenemos y a evitar los cambios.
Lo que pasa es que normalmente nos acostumbramos a hacer girar nuestra vida sobre uno de los ejes en particular en vez de combinarlos y adaptarlos a cada contexto o situación. Salvo el caso de excepcionales profesionales de lo público.
3. ¿El trabajo por cuenta ajena es tan sagrado?
¿Tienes mentalidad de empleado o también gestionas tu propia marca personal y reputación online? Creo que al emprendimiento se le concede un plus de valor un tanto artificial porque se le compara con el “trabajo para los demás” en su versión más cutre y desangelada.
Se puede cobrar una nónima y sin embargo no sentirse un mero empleado, se pueden desarrollar funciones bajo supervisión de otros pero con la independencia del propio estilo y mediante la acción flexible y creativa. Total, que montar tu empresilla y que funcione puede molar mucho. Pero tener un trabajillo que te guste y que te permite desarrollar proyectos y sueños, también. De todas formas, ya sabes, la mejor opción es no descartar ninguna opción.
4. ¿Las ayudas y la consultoría son útiles para aquellos que NO está emprendiendo, o sólo lo son para esos otros que ya lo hacen?
La existencia de servicios de apoyo a la creación de empresas se basa en esta premisa: las personas que NO se han comportado de forma emprendedora pueden empezar a hacerlo si se les motiva mediante ayudas, información y formación adecuadas y se les “imprime” un carácter más arriesgado. Pero yo creo que estos casos serán excepcionales. Ocurre también en el ámbito del desempleo.
La gente no suele buscar empleo más intensamente o siente de repente unas ganas locas de hacerlo porque reciba orientación o apoyos. Generalmente lo que ocurre es que aquellos que YA lo buscan porque están motivados (por razones económicas, profesionales, etc.), que ya están en marcha, son los que le sacan más partido al asesoramiento afilando sus habilidades y mejorando su planificación.
5. El mito de la buena idea.
¿Una buena idea de negocio es tan importante? Eso de que con una buena idea te puedes comer el mundo es un eslogan que forma parte del glamour con el que se intenta adornar todo lo que huele a emprendimiento. Y es que las ideas, si bien son el origen de cualquier proyecto, son sólo eso, una parte del proyecto de empresa.
Y es que además muchas buenas ideas seguramente lo son porque surgen trabajando duramente dentro de un sector u ocupación profesional concretos. En fin, que sea lo que elijamos, trabajar “para nosotros” o “para otros”, siempre habrá que currar para tener ideas y por haber tenido una buena idea. No hay mirlos blancos, como dice mi madre. Os dejo con alguien que se explica mucho mejor que yo:
“Si aún estas esperando a tener una buena idea, significa que no has entendido qué es tener una buena idea. Todo el mundo tiene ideas todo el rato. No le des vueltas a si son buenas o malas, tu mismo las convertirás en buenas o malas al ejecutarlas. Yo soy de los que piensan que la idea no vale nada.”
6. La motivación para emprender y las excusas para no hacerlo.
“Es mentira que no se pueda emprender, la prueba es que muchos lo hacen. ¿Fácil? ¿Quién ha dicho que lo sea? Pero eso no es suficiente razón para desistir si realmente quieres hacer algo.”
Aquellos que “realmente” están motivados para hacer algo, por definición, empezarán a hacerlo, no pondrán excusas ni se justificarán aludiendo a la falta de apoyos, de oportunidades o de facilidades.
Pero es que a muchas personas desempleadas o trabajadoras por cuenta ajena se les lleva “invitando” insistentemente desde los servicios de orientación y formación para que se lo monten por su cuenta, para que sean alumnos de cursos hágase-empresario-en-40 horas, informándoles de tal o cual ayuda, de las ventajas del emprender, y del supuesto El Dorado que supone trabajar para uno mismo.
Y claro, algunos no tienen más remedio que excusarse. Es como cuando esos vendedores agresivos de tarjetas de crédito apostados en pequeños stands de los centros comerciales te asaltan intentando colocarte algo que tú no has pedido, algo que no te interesa. Acabas excusándote con cierta vergüenza ajena: “no, es que me va bien con mi banco actual, de momento no necesito crédito…”
No es que necesitemos excusas para no emprender o para no hacer algo. Los que pasa es que como no queremos, como no estamos motivados, las justificaciones nos ayudan a quitarnos la presión social de encima y las expectativas que los demás ponen inopinadamente sobre nosotros. Pero el problema no es nuestro sino de aquellos que nos quieren hacer emprendedores simplemente porque creen que podemos serlo o porque están interesados en que lo seamos.
7. ¿Si monto mi empresa me haré rico?
Probablemente no. Ya detallé en otro momento las 10 razones por las que nunca llegaré a ser millonario, y eso que yo me considero bastante emprendedor en un sentido amplio de la palabra. Asociar emprender a enriquecerse con cierta facilidad es otra de esas leyendas que forma parte del marketing del autoempleo, sobre todo del anglosajón, que generalmente cuenta las historias de los pocos que llegaron, y no de los muchos que sólo lo intentaron.
Montártelo por tu cuenta no garantiza disfrutar de mejores condiciones ni de un futuro más halagueño per se, porque sí. Eso incluye que a priori no vas a obtener necesariamente más ingresos por una actividad económica que por una actividad laboral, salvo que descubras y apliques el supuesto secreto del éxito.
Igual que en cualquier faceta de la vida, las personas que logran alcanzar objetivos ambiciosos suelen trabajar mucho más y de forma más eficiente que los que no lo consiguen. Es más, muchos empresarios efectivos han sido antes grandes profesionales y empleados efectivos.
8. ¿Quién es el culpable de que yo no tenga ganas de emprender?
¿Tenemos menos iniciativa en España que en otros países? Para no caer en el conjunto habitual de tópicos encabezados por “aquí vivimos mejor” o “montar empresas tiene mucho lío y yo quiero estar tranquilo”, he recurrido a un prolífico emprendedor, @martinvars, que nos dice esto:
“¿Por qué existen los mileuristas en España? Para mi la explicación es simple. España es uno de los países más ricos del mundo, pero al mismo tiempo es uno de los países más pobres entre los ricos. La diferencia entre los países ricos ricos, y los países más o menos ricos –digamos la diferencia entre Inglaterra y España– se debe en mi opinión a que Inglaterra es un país principalmente de jefes y España es un país principalmente de subordinados, cuyos jefes están en otros países. ¿Cómo puede llegar España a ser un país de jefes? No es fácil. Un país de jefes es un país de emprendedores con ideas que obtienen recursos para llevarlas a cabo en el mundo de los negocios, la ciencia y la creatividad. Pero, como sabemos, es más fácil ser emprendedor en el Reino Unido que en España, ya que en el Reino Unido hay una cultura de riesgo más desarrollada que aquí y mucho más respeto y menos envidia al emprendedor.”
9. Siempre trabajamos para otros.
No está mal recordar que ya sea para “clientes normales” (personas físicas), para proveedores con los que hay que negociar duramente, para jefes a los que hay que contentar, para clientes internos (también llamados compañeros), o para empresas públicas o privadas, siempre trabajamos “por cuenta ajena”, es decir, para los demás.
En el imaginario del autoempleo eso de trabajar para uno mismo como primer mandamiento y primera ventaja está ya un poco pasado de vueltas, porque siempre trabajas para alguien. La clave no es tanto para quién trabajas en concreto sino si lo haces por objetivos, si las condiciones económicas y laborales son adecuadas y si estás siguiendo la carrera profesional que te interesa.
¿Cuántos de los “autoempleados” están insatisfeschos con su devenir laboral? La independencia, satisfacción y motivación en el empleo dependen más de nuestra propia planificación y decisiones que de quién nos firma el contrato o nos hace los ingresos.
Si piensas que siendo tu propio jefe vas a estar mejor que bajo la supervisión de otros, piensa que tú también puedes llegar a hacerte la vida imposible. A lo mejor hasta llegas a despedirte.
Me quito el sombrero. Estupenda reflexión sobre un concepto tan contradictorio como el que manejamos hoy en día de emprendizaje. Sólo añado dos ideas:
1- Muchas veces pienso que el emprendizaje es más lógico con 40 años que no con 25. Creo que “emprender” puede ser una etapa profesional. Si te has fogueado antes en el mundanal ruido de la empresa, sea grande o menos grande, puede ser que tengas mejores recursos para emprender.
2- La formación académica de quienes son emprendedores es, en cierta medida, un oxímoron. Las personas con sentido emprendedor probablemente no se distingan por su elevada cualificación técnica en “emprendizaje”, ¿no?
Apúntate una. Vas directamente a mi del.icio.us.
Hace poco me pasaron un programa formativo para emprendedores para que diese mi opinión. No era un programa formativo para emprendedores, era un curso para masters en asesoramiento empresarial. Cualquiera que estuviese dispuesto a invertir centenares de horas en aprender diversas teorías y prácticas diseñadas por no-emprendedores para gestionar una hipotética empresa de papel, no tiene el perfil del emprendedor.
Cuando me hablan de promocionar el autoempleo, siempre me muestro muy prudente. Dada la publicidad institucional que lo promueve, siempre digo que una parte del buen consejo al emprendedor es que se lo piense, que no es lo mismo ser buen carpintero que llevar bien una carpintería. Creo que se hace mejor asesoramiento inhibiendo la idea de montar un bar donde hay miles, que animando a hacerlo.
Pero los no-emprendedores que asesoran a los emprendedores siguen el paradigma de que cuantas más empresas se monten, mejor. Lo que pasa con ellas a los dos días, nadie lo sabe. No debería ser así, desde la administración se deberían promocionar iniciativas estratégicas a nivel local, pocas y de buen, muy buen, pronóstico. Valen más 3 empresas al año de éxito a largo plazo que 100 que cierren antes de una año.
Aunque, claro, como dice Julen, se aprende a hostias y, a veces, emprender y fracasar enseña más que tropecientas horas de formación de esa. Visto así ¡A aprender! Y sin red.
Como yo!!! Sin red me quede parada y monte lo mismo que en lo que trabajaba!!!! Llevo un año y no voy a rendir!!!
Estoy de acuerdo en que la utilidad de todas las ayudas y subvenciones para emprender es muy limitada. Lo que no tengo tan claro es que haya una presión tremenda para que la gente emprenda, más bien hay una presión social para no hacerlo.
De todas formas, al final, el que quiere, hace. Y, si no ha apostado lo que no tenía, después del casi inevitable primer galletazo, sale mucho más preparado para montar otro proyecto.
Julen,
oportunos (y complementarios entre sí) tus apuntes sobre la edad y sobre la cualificación para el emprendizaje. Montar una empresa debe verse como un medio, no un fín en sí mismo.No se puede formar en emprendimiento, se forma en gestión…
Emprender es producto de una actitud de iniciativa, es un estilo de afrontar la vida profesional y el riesgo que provienen de la educación en sentido amplio. Y emprender como estilo puede llevarte a montar tu propia empresa, o a ser alguien en la empresa de otros.
Sueños,
es verdad que en este asunto del emprendimiento la perspectiva adoptada es frecuentemente la de la admon. y la de los expertos: cuántas empresas se han creado, cuantos potenciales emprendedores tenemos… Me quedo con los “estudios de caso único” y con la perspectiva del que se arriesga a montar el chiringuito.
A éste no le importan (incluso le perjudican) las estadísticas que inflan artificialmente sus expectativas, sino recibir el mejor asesoramiento, que se le diga la verdad sobre sus posibilidades… Y como tú dices, desincentivar la creación de una empresa a depende qué personas y en qué nichos de mercado también es una forma de asesorar.
Jaizki,
creo que estamos de acuerdo. Es cierto que no hay “presión social para emprender”, y sí muchos cantos de sirena para hacerse funcionata y no meterse en líos (cualquier madre elogiará tan sabía elección).
Pero también es cierto las admons., expertos y orientadores varios, están invitando a ser emprendedores a muchas personas que pasaban por allí, alumnos, desempleados, etc. Es como decirle a un socorrista que si se pone él también puede operar, que es cuestión de actitud. Tal vez no puede llamarse “presión social” pero sí que vender tan barato el emprendizaje crea distorsión sobre lo que es emprender. :-)
Apabullante pero muy sensato. Creo que hay algunas opiniones que sería divertido comentar alrededor tomando unas cañas. Enhorabuena.
Coincido Andrés, esas cañas podrían ser la mejor forma de iniciar un wiki sobre emprendimiento o emprendizaje. Y una larga amistad, por supuesto. :-)Cuando quedamos por el sur?
menudo post ;) enhorabuena! gracias por compartir, mi cabeza coincide en la mayoría de las cosas y sino paso a comentar más durante estos días, este post merece ser leido, es de esos que gusta leer una y otra vez…
coincido en que la educación debería tomar cartas en el asunto y ser un educación de aprender a aprender en vez de usar lo que ya está echo…
pero también por otro lado la administración, porque pienso que el emprendedurismo, las circunstancias, el rodearse de buenas circunstancias para emprender se las tiene que encajar uno mismo y no una administración que se limita a decir ¿estás en el paro? es tu mejor momento, y venga a incitar y venga a incitar, y digo yo, siempre me hago esta pregunta por qué no tendrán cursos de coaching, de mentoring, de habilidades emprendedoras, por qué se focalizan tanto en cursos para crear planes de negocio que retrasan de forma considerable y pueden hasta desviar la creatividad del emprendedor o ¿en esto de emprender ya está todo inventado y se tienen que usar los mismos mapas de navegación que usaron otro? mira ya tengo otro post para iniciador ;)
saludos a la persona detrás de este blog, enhorabuena por el post, mi rss también tiene otra entrada más a partir de ya ;)
saludos también a la gente conocida @jaizki, @andrés
Comparto todas y cada una de las opiniones.
Los/as emprendedores/as muchas veces no lo son tanto. Hay que distinguir entre el que se monta el negociete con las espaldas cubiertas por papás y similares y el que es de verdad un “friki” con una genialidad que le ha reportado fama y dinero. Los segundos no iran a ningun curso de emprendedores. Los primeros…tal vez.
En todo caso, creo que la figura del/la emprendedor/a está mitificada. Al final, es lo que tu dices…todos trabajamos para “alguien” ( a que suena a pelicula de ficción?)
He estado tentada a utilizar como excusa un detalle del comentario de Julen…como estoy en los veintitantos…podría relajarme, pero no, o sí, si hablamos sólo de montar la propia empresa. Para mi, de momento, Emprender es iniciar, comenzar o continuar generando alternativas, elegir por cuál empezar, e ir haciendo y probando a pequeños pasos actividades que le den forma, esta es mi empresa hoy, toda una tarea que (me) entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo (RAE dixit).
Después de leerte un par de veces, lo confieso, porque me pierdo con facilidad, sólo tengo más preguntas que antes y menos ganas de emprender nada. Me recuerda cuando sentadita escuchaba a uno de los grandes, muuuy grandes “empresario hechos a sí mismo”(como le encantaba decir). Lo que no decía tanto, era como dice Lusita, que se había permitido el lujo de crear esa empresa porque tenía las espaldas muy cubiertas, tanto que se aburría y un día decidió motivarse montando un imperio. Entonces ¿por qué se asesora si no se obtienen resultados?, se hace ¿por qué nos pagan por hacerlo, y ya está?,entonces ¿por qué alguien decide pagarnos por eso?. Respecto a la educación me parece fundamental el tema de la iniciativa, pero ¿cómo fomentarla en un contexto donde difícilmente se llega a ser alfabeto porque parece que a las administraciones no les interesa hacer nada más?. Ese es un tema del que me gustaría leer tu opinión algún día.Por pedir, ¿qué tal un post de desorientación en las aulas?.
Vaya, los comentarios son realmente interesantes, y variados, uf, justificarían por sí solos otro articulo ¡
Estoy de acuerdo, Raúl, con eso de que hacen falta menos planes de negocio y más negociar con los planes, con la creatividad, la motivación y con nuevas formas de navegar. Montar empresas es importante, pero no debemos reducir los emprendizajes sólo a este objetivo.
Lusita, creo que efectivamente la imagen de un empresario “hecho a sí mismo” y rico, por supuesto, asociada a los conceptos de emprendedor y de emprendimiento les hace un flaco favor. ¿Cuantos iniciativas no lucrativas son tremendamente innovadoras y están creando empleo, riqueza u oportunidades para mucha gente? Hay que revisar las fotos fijas que tenemos…
Blanca, me ha gustado mucho que recuperes la definición de EMPRESA. Dificultad, esfuerzo y decisión que caracteriza a muchos “empresarios” que trabajan para otros. :-)
Marchando ese post sobre desorientación en las aulas, Desorientá. Pero, uf ¡ ¡, debatir sobre la educación es un entrar y un no salir. Mucha tela para un solo articulito, porque no podríamos quedarnos en las escuelas. ¿Y la familia? ¿Y la televisión? Un tema que también está relacionado es cómo podemos cambiar las cosas “según las posibilidades inviduales” de cada uno, sin excusarnos en que las cosas no pueden ser cambiadas o no dependen de nosotros sino de la sociedad…
Hola, ante todo decir que me ha parecido un post muy interesante que pone muchas cosas en su sitio.
Yo al igual que Blanca estoy también en los veintitantos, hace algo así como dos años opté por no acomodarme. Pienso igual que ella, una parte de emprender es aprender y a algunos no nos queda otra que aprender mediante prueba y error (y creo personalmente que es mejor probar y aprender con 20 que con 40).
He visto como los cursos de Inguralde (http://www.inguralde.com/inicio/c_index.php) o asignaturas de relleno, en carreras técnicas y módulos, no sirven para nada a pesar de ser requisito para recibir algún tipo de subvención o para saber hacer el tradicionalmente llamado “plan de empresa” (cosa que mucha gente ve cómo “la solución” para su negocio.. luego la realidad es bien distinta).
Como dice Raúl Andrés en algunos sitios no sólo nos incitan cuando estamos en el paro a desarrollar nuestra idea (sobre todo cuando no has trabajado antes, no tienes contactos, no sabes nada en definitiva) sino que cuando estamos trabajando se nos pide como requisito para recibir más subvenciones (golosina como he dicho para bastante gente y no precisamente deveintitantos) estar 3 meses sin trabajar, entre otras motivaciones.
Creo que si se podrían enseñar a modo de guía muchas cosas prácticas mediante experiencias de otros en éste tema, evitando que otros caigamos en errores que ellos conocen y son muy típicos.
Errores como tener que aprender, de una forma dura, que la amistad puede ser y es, salvo en excepciones, un problema a la hora de elegir a tus socios, aprendiendo a ver después muchas cosas en las personas que antes no veías tan fácilmente.
Aprender que a pesar de desenvolverte y conocer bien técnicamente tu trabajo, hay que saber venderlo y venderte a ti mismo. Investigas y aprendes sobre otras cosas realmente interesantes que pensabas que nunca llegarían a engancharte, comomarketing, sociología etc.
También he visto claramente lo que comenta Jaizki: ves que el resto de la gente de tu edad, tus compañeros de trabajo o incluso gente en tu familia, se mofan de tus iniciativas y te aconsejan que vivas la vida, que es lo que se supone que debes hacer con mi edad.
Como último comentario me gustaría decir que yo he visto el sacrificio que supone montar una empresa (lo he vivido en mi casa cuando era aún más joven :D) y creo que el resultado puede merecer la pena. Disfruto aprendiendo,charlando, leyendo y sobre todo escuchando sobre éstos temas, además de intentar plantear y desarrollar mis proyectos. Por el momento no pienso dejar de intentarlo.
Un saludo
Totalmente de acuerdo con Jaizki. No creo que exista “presión” para hacer a nadie empresario. Ni siquiera que se esté animando a crear una empresa a personas que no lo desean. No creo que nadie se deje llevar a un proyecto así por una “orientación”.
En mi opinión, en esto de animar a emprender, es mucho más lo que se dice que lo que realmente se hace. Y como bien dices en tu comentario, mucho menos aún lo que se consigue (“cuántos de los que participan en los cursos finalmente…”)
Sin desdeñar la orientación y la formación, sería mucho más rentable establecer las condiciones que hagan que a las personas les resulte personalmente atractivo el proyecto vital de autoemplearse, remover obstáculos a la actividad de las empresas. Pero claro, eso es más difícil que dar cursos.
Gracias Asier, por compartir tu experiencia y sensaciones personales. Para no acaparar demasiado debate intentaré ser breve.
En el texto hacia una pregunta: ¿se puede ser emprendedor y funcionario? Yo siempre me he movido y me muevo en la iniciativa privada, generalmente sin ánimo de lucro. Pero también trabajo en el sector público desde hace un par de años. Pues fijate que tengo la impresión de que se pueden emprender más cambios efectivos desde dentro que desde fuera, eso sí, si logras superar ciertos efectos negativos inevitables del ambiente de la administración.
Si uno quiere intentar hacerse rico (de forma lícita), “emprender una empresa” posiblemente sea el único medio. Pero si uno quiere desarrollarse profesionalmente, cumplir objetivos relacionados o emprender “cambiando el mundo”, el autoempleo es una posiblidad pero no la única ni la mejor, depende de cada situación.
Parece que en tu caso está claro que crear un negocio es irrenunciable porque te permite conseguir tus objetivos y es lo que más “te realiza”. Pero otras personas tal vez alcancen esos mismo objetivos con otros medios u otras formas de emprender no necesariamente empresariales. En fin, que para mí hay DOS DEBATES,
1) qué tipo de emprendimiento y actitudes emprendedoras (no exclusivamente empresariales) debe potenciar la sociedad y mediante qué programas y procedimientos (tema más centrado en la línea del post);
2) Cómo, para quién y en qué condiciones la creación de propia empresa y la iniciativa empresarial es un MEDIO que permite satisfacer los objetivos económicos, profesionales y personales que uno se propone.
(Lo siento, no he sido breve)
Felix, estoy en la linea de tus palabras, especialmente en esta parte que dice “establecer las condiciones que hagan que a las personas les resulte personalmente atractivo el proyecto vital de autoemplearse”.
Por cierto, me ha interesado mucho tu blog… La larga cola del talento lleva a muchos sitios ¡ ;-)
un sueño es un sueño, yo creo que no hay que decir que hay trampas o mitos sino dificultades (principalmente por el tiempo que se necesita en la creación y el desarrollo del negocio)y falta de paciencia a la hora de constituir un negocio rentable.
Pero un sueño e sun sueño, y aunque la idea no es buena, hay que animarse
Olivier,
gracias por opinar ¡ Estoy de acuerdo en que “hay que animarse” a plantearse la posibilidad de crear una empresa como una alternativa más. El mayor problema no es que no llegue a ser un sueño sino que ni siquiera se llega a tener en cuenta :-)
Muy buen artículo!
Pienso que el emprendedor vocacional es de hecho un esclavo de su necesidad de emprender y no le queda más remedio que hacerlo, sea cool o no emprender. No sabe hacer otra cosa.
No es muy buena señal cuando alguien nos dice que se está “formando para emprender”: – Estoy haciendo un curso de contabilidad y otro de gestión de proyectos, después obtendré mi NIF y luego podré empezar a trabajar por cuenta propia porqué estaré preparado…
Tambien estoy de acuerdo en la necesidad de diferenciar entre ser emprendedor y montar una empresa propia. Sin lugar a dudas, uno puede ser emprendedor siendo empleado.
Hola Oriol,
has resaltado dos ideas importantes:
1) uno se puede preparar técnicamente, pero la motivación y la actitud para emprender son dificiles de “enseñar”;
2) La apropiación del termino emprendedor por parte del mundo de la creación de empresas. Si hubiera más emprendedores y emprendimiento entre los trabajadores por cuenta propia, también de la administración, la sociedad sería más dinámica, sin duda.
Tienes blog? Da error el enlace de tu firma. Gracias por comentar ¡
Muy buen artículo y estupenda reflexión.
Gracias Manuel, hay que seguir profundizando en como surge y se incentiva eso de la iniciativa personal y profesional ¡ :)
Muy buen articulo Yoriento. Me llamo German, tengo 19 años, de Argentina.
Desde los 12 años que sueño con fundar empresas. Desde esa edad comence a leer libros referidos al tema. Decia por ahi que montar tu empresa no te hará rico. Es cierto, una cosa es ser empresario y algo muy distinto es ser Inversor. Si quieres ser millonario debes ser inversor, pero para serlo primero debes montar tu primer empresa, con el fin de juntar capital.
Actualmente estamos emprendiendo una empresa de desarrollo de software, estudio en la facultad ing en sistemas, y pues al fin y al cabo es “animarse!!”
He aqui una frase: “Cuando abandones tu pereza, pasaras de no hacer nada a no poder hacer todo”
esa frase salio sin querer, en una de las conversaciones con mi socio, y fue lo que nos paso.
Comenzamos siendo autoempleados, hasta que decidimos tomar mas proyectos, con el fin de delegar tareas. Y estamos al fin trabajando en ello.
Yo creo que el problema pasa por nuestra experiencia de vida. Limitaciones psicologicas como miedo al fracaso, al exito, y el ambiente en donde vives es lo que te condiciona a dar al fin el 1er paso.
Un Abrazo
German, gracias por tus reflexiones. Estoy de acuerdo con tu último apunte: la clave es “la experiencia de vida”. Hay personas que han generado motivación hacia el emprendimiento y el riesgo, entendido en sentido positivo, y otras han sido educadas para la búsqueda de la estabilidad y la seguridad, donde el miedo es el elemento a evitar.
Supongo que este post viene a resaltar los aspectos positivos y negativos de ambas posturas y a concluir que lo importante es que uno sea consciente de su estilo de vida personal y profesional, y luego DECIDA si una actitud más emprendedora sería buena para sus objetivos e intereses :-)
Oye, si tienes un blog personal, porfa, pasame la dirección ¡ :-)
Muy bueno el blog y muy interesante el artículo en particular.
Te recomendaría leer el libro: “La jornada semanal de 4 horas” de Tim Ferriss, me has recordado en algunas cosas a su forma de pensar.
Muy interesante!
TANTI,
gracias por la recomendación lectora, el título efectivamente coincide con mi forma de pensar ¡ ;-)
Nos leemos :-)
Muy bueno el blog y el artículo!! Saludos desde Argentina
¡ ¡muy bueno el post, Alfonso!!
No lo conocía, y lo descubrí por el RT conjunto con el mío. Está muy completo y estoy de acuerdo que es un análisis integral y valioso de un tema que es muy complejo.
Me alegro verte escribiendo estos posts tan currados, como en los viejos tiempos. Es muy agradable constatar que los “viejos rockeros” retoman la costumbre… a pesar (y gracias) a Twitter…
Un abrazo
Bueno, este post es como de los viejos tiempo pero sin el ‘como’ :-)
Para mí la clave está en lo que comentas sobre el sector público. Mientrás un funcionario tenga muchas más ventajas, tanto económicas como en calidad de vida, no será atractivo emprender.
No quiero decir que haya que eliminar las condiciones más favorable en el sector público sino que el coste de oportunidad se inclina infinitamente sobre un lado de la balanza.
Hay muchos autónomos emprendedores que ganan 1000 ‚¬ y tienen que soportar diez horas de trabajo diaria, es para pensarlo no?
Que facil es decir por parte de los sindicatos – hay que crear empleo – ¿ y quien lo crea ?, a nadie se le prohibe que cree su propia empresa, la sociedad esta cambiando, nos hemos vueltos muy cómodos, que se arriesgue el otro. Por eso esas personas que se arriesgan poniendo en peligro su patrimonio, para crear empresas y puestos de trabajo es digno de elogio, Así que todos los que no tienen trabajo deben reflexionar y buscar alternativas, en la vida hay que arriesgarse, luchar, trabajar si queremos tener un futuro mejor.