Sé que no es tu caso, ni el mío, por supuesto. Pero muchas personas anhelan la llegada del tiempo libre, y especialmente del fin de semana, para disfrutar por fin de ese gran mito de la modernidad, la “vida personal”.
Sacrifican su vida laboral, son capaces de resignarse en empleos miserables, o sencillamente frustrantes, los años que “haga falta” (a veces todos), y deciden no invertir tiempo ni dinero para intentar mejorar su futuro laboral. Todo ello en aras de poder disfrutar de otras cosas, las “verdaderamente importantes”.
¿Realmente disfrutamos tanto de esa supuesta otra vida? Y aunque así fuera, ¿no deberíamos también intentar aprender a complacernos con lo que hacemos en horario laboral?
Vale, éste no es el debate ideal para un viernes por la tarde. Ya lo retomaremos el lunes a menos que estés tan motivado en tu trabajo que no des abasto.
[…] no encontrarás en este artículo el sentido de la vida pero tal vez te sirva para comprobar (o confirmar) que la vida y las relaciones pueden tener muchos […]