La vida es sencilla. Mucho más de lo que pensamos. Y sus reglas suelen ser habitualmente simples, lineales. Si prestas más atención a un niño cuando llora que cuando juega, con más probabilidad llorará en vez de jugar cuando quiera conseguir tu atención. Si pretendes que una persona esté más motivada por su trabajo, dale motivos para trabajar en lugar de quitárselos.
Si deseas cambiar tu vida no hables tanto de cambiarla y empieza a organizarla de otra forma. Y para saber la hora, sólo tienes que mirar qué hora es. Otros pensarán que eres un experto, querrán conocer el secreto del tiempo y seguramente hasta te comprarán el burro del vídeo por lo que pidas porque desconocen cómo funcionan las cosas. La vida es sencilla si buscamos más la simplicidad y no nos conformamos con la simpleza.
A veces vemos sólo lo que se muestra y no la realidad de lo que está detrás de las imágenes